CAPITULO I CABALLERO

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Era un día lluvioso, Aquino se encontraba leyendo uno de sus libros favoritos en su habitacion, este se trataba de un caballero que estaba harto de vivir para servirle a la monarquía, entonces el caballero decidió renunciar a su cargo y comenzar a vivir una vida con sus propias desiciones. Este libro motivaba especialmente a Aquino por el tema de que este vivía una situación similar, con la pequeña diferencia de que Aquino era el príncipe de los Híbridos dragones y no podía renunciar a su actual vida tan fácil, aun así Aquinito esperaba encontrar un momento en donde el pueda ser libre, tomar sus propias desiciones y por fin vivir feliz, después de todo, era un dragón joven y necesitaba un poco de emoción en su vida no vivir en la sombra de sus padres haciendo exactamente lo que ellos digan.

Aquino se dispuso a levantarse de su escritorio y salir finalmente de la habitación, puesto que era hora de enfrentar a su padre. Se dirigió a la oficina de sus padres y abrió la puerta, se aclaró la garganta y comenzó a hablar.

-Madre, padre, primero que todo buenas tardes, solo quiero tener una pequeña charla con ustedes sobre algo que a estado rondando por mi cabeza estas últimas semanas- Dijo Aquino con nerviosismo, con una mirada seria y un tono de voz neutro.

-Hola osito como te ah ido- saludo su madre con una sonrisa cálida, ella era de las pocas personas que trataban bien a Aquinito-¿Qué necesitas mi niño?-

Aquino suspiro intentando dárse ánimos mentalmente, puesto que por primera vez hablaría con su padre sobre algo que no le parecía.
Al mirar a este notó que tenía la misma expresión facial de todos los días, seriedad absoluta, si las miradas asesinaran Aquino ahora estaría siendo mutilado.

-Padre te quiero pedir que me dejes salir de casa, porfavor te pido que no me hagas el rey, yo no quiero eso y lo sabes, planeo dejar mis cargos y comenzar a vivir por mi cuenta además de- - su padre había alzado la mano en señal de que debía parar de hablar, Aquino sudaba frío, se regañaba y pensaba que no debió haber dicho lo que dijo, esto fue una estupidez.

-para de hablar por favor, te pido que te detengas ahí mismo, no puedes renunciar así a algo tan importante como lo es esta familia- Comentó con decepción en su voz - No te vamos a quitar tu cargo por caprichos como los tuyos, acaso crees que el mundo afuera es una broma, como crees que sobrevivirás por tu propia cuenta, ¿acaso estas demente? -.

Aquino ya se esperaba el sermón de parte de su padre pero de igual de igual manera no estaba 100% seguro de que le iría tan mal se deprimió ¿acaso había soñado demaciado?

-Entiendo padre, me voy a mi cuarto a terminar mis tareas, además de ir preparándome para la gran coronación-

-Más te vale y deja de leer libros estúpidos que solo hacen que sueñes cosas imposibles- Esa fue la gota que derramó el vaso, Aquino estaba furioso, pero obviamente no lo demostraría ahí mismo, se dispuso a hacer una reverencia y a salir de la oficina lo antes posible pero antes de dar un solo paso alguien lo detuvo.

Su madre lo había agarrado de la muñeca para hacerle una seña que se acercara un poco para susurrarle algo en el oido- Osito no te enojes, tu sabes más que nadie que tu padre te quiere mucho y espera lo mejor para ti, porfavor obedecelo... ¿Si? -Aquino asistió con la cabeza y ahora si salió de la habitación.

Algo que caracteriza a Aquino era su terquedad el obviamente no iba a ir a su cuarto no no, sino que cambió su trayectoria a la biblioteca Real.

-la PTM, no soy un niño para que me estés tratando así, solo quiero mi libertad, mi propia vida ¿acaso es mucho pedir?- Al llegar a su destino se sentó en un pequeño banquito al lado de un viejo piano que estaba polvoriento, agarró un libro cualquiera que estaba encima del piano y hecho una mirada rápida a la portada de este.

-¿Reino hada?- Nada más con leer el título del libro Aquino estaba confundido- Pensé que solo habían tres reinos, el Reino marítimo, el Reino dragón y el Reino sombra, pero...¿hada?, nunca escuché hablar de el, talvez este solo sea un libro de ficción cualquiera, pero si existe, talvez podría visitarlo.

Observó las primeras páginas pero estaban en blanco, todo el libro estaba escrito en una lengua antigua que Aquino aún no entendía, lo único que realmente pudo entender fue la imagen del mapa donde se decía que este misterioso Reino se encontraba-No está muy lejos de aquí talvez le heche una miradita.

Aleteo De Mariposa (Duxino) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora