Gato encerrado

184 31 8
                                    

Había recordado por que razón no salía de noche y sin compañía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había recordado por que razón no salía de noche y sin compañía. Haeun nunca dormía.

—¡No puedes esconderte, flacucho!— Escuchó fuera del callejón. Maldita sea.

—Será mejor que empiece a trepar— Subió sobre un bote de basura y escaló unas tuberías hasta llegar al techo de un local. Gateó sobre este y cayó del otro lado. Al parecer era el jardín de una casa.

—Grrr

Volteó lentamente, deseando que aquel sonido tan sólo hubiera sido una mala pasada de su mente pero no tardó un momento en empezar a correr lejos de aquel gigante perro marrón. Saliva, gruñidos y dientes filosos. Temía abominablemente a los perros, más si eran de ese tipo, grandes y feos.

Subió una pila de cajas metálicas—golpeándose en el camino y brincó sobre una parrilla, cayéndose del otro lado. Se acarició la cara luego de haberse estampado contra el piso. Las piernas le estaban fallando notablemente.

—Vamos a buscarlo a su casa— Escuchó decir a Haeun y el coche dió la vuelta en la cuadra. Yoongi negó desesperado.

Marcó un número en su teléfono y se agachó tras un coche.

—Atiéndeme, atiéndem–

—¿Pensaste en devolverme el favor?

—Cierra tú estúpida boca por una vez— Susurró estresado. —Dime dónde vives.

—Oh, entonces así van a tornarse las cosas...—Rió del otro lado de la línea. —Déjame enviarte la dirección por mensaje. Me pondré mi mejor perfume.

Seokjin cortó la llamada y al minuto, un mensaje con la dirección de su casa llegó a su chat.

Kim 1992
<Te espero ;) XXX-XXX-XX
<No toques timbre, mis padres duermen.

Sin esperar un minuto más, corrió hacía el centro entre aquellos tan familiares callejones. Aún oía el coche de Haeun merodeando el lugar ya que su casa estaba tan sólo a metros del radio dónde se encontraba él.

—¡Para, por favor!— Rogó al autobús que se alejaba de su parada. Si no lo tomaba, era hombre muerto.

Sin embargo, el chofer tuvo compasión ante el loco que correteaba hacía el transporte y agitaba sus manos. Yoongi subió y tomó su tiempo en recomponerse, pagó su boleto, agradeciéndole al chofer y se sentó en uno de los asientos libres.

El autobús se encontraba casi vacío por el horario, tan sólo gente que volvía de su trabajo se encontraba allí y es por eso que un par de miradas le chocaron la nuca. ¿Un adolescente en día de semana tan tarde en las calles?

Su respiración se calmó poco a poco, la garganta comenzó a picarle por el frío, sus pies dolían y el golpe en su pierna por escapar de aquel perro comenzaba a palpitar.

¡1993 Forbidden Fruit! | JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora