Yoongi es un simple chico de preparatoria que sufre de acoso escolar de parte de algunos estudiantes por el simple hecho de ser un chico callado y desinteresado. A pesar de eso, no se deja intimidar.
Jin, mejor conocido como "El demonio de 1992" es...
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Durante toda esa mañana, el mayor no pudo quitarse esos ojos de su cabeza. ¿Qué era lo que escondía? ¿Quién había hecho tanto en él para que terminara siendo como era?
Seokjin estaba rompiendo una de sus propias reglas.
Interesarse demás.
—Kim, te necesitamos en el entrenamiento, no en la estratosfera— Una pelota aterrizó en su cabeza. Acarició molesto el golpe y volteó. Su entrenador.
—Perdón, no se si pueda rendir al cien por ciento hoy...
El entrenador se cruzó de brazos. El silbato sonó retumbando en todo el lugar. Seokjin suspiró.
—¡Vamos, Seokjin!— Gritó uno de sus compañeros con una toalla sobre su cuello. —¡Quiero ver esas piernas moviéndose!
Se sumergió bajo el agua y tomó impulso apoyando sus piernas en la pared. La bruma burbujeante blanca se formó alrededor de sus piernas debido a la velocidad con la cual se movía, movía sus brazos, uno tras otro y respiraba entre brazadas, hinchaba sus pulmones con aire y lo soltaba rítmicamente en lo profundo, distribuyendo el oxígeno para rendir al máximo.
El agua le servía para concentrarse tan sólo en él y no quedarse sin aire, si pensaba en algo más, comenzaría a volverse más lento y su respiración se dificultaría. Él sabía cuan veloz era y como normalmente rendía en las prácticas, si algo andaba mal, sabría que debía dejar de pensar.
Llegó a la pared y luego del viraje, aumentó la velocidad. Miró hacía su costado, su compañero había quedado atrás como de costumbre. Finalmente llegó a la pared.
—¡Muy bien, Seokjin!— Su profesor había estado gritándole todo el tiempo desde que se había sumergido en el agua. Realmente se concentraba completamente en él. —¿Ves? Puro capricho de no querer entrenar. Toma— Lanzó una botella de agua a su dirección y la atrapó. Se limitó a asentir.
—Bien hecho, amigo— Dijo cuando su compañero de competencia llegó a su lado.
—¡Siempre me quedó atrás!— Gritó frustrado, lanzando sus parras lejos.
Seokjin sonrió divertido.
—No te preocupes, aprenderás nuevas técnicas con el tiempo, yo también estuve en tu lugar. Concéntrate en ti cuando estes bajo el agua, no en llegar a la meta primero o pasar a tu compañero.
El muchacho, dos años más joven que él, asintió agradecido.
Seokjin nadó hasta el borde de la piscina y salió de esta, era hora del almuerzo por lo que iría a cambiarse. No sentía ganas de comer pero si ganas de ver al muchacho con el cuál había tenido un tenso cruce de palabras más temprano.
Salió rápidamente de los vestuarios, como de costumbre. Saludo a unas muchachas que entraban a los vestuarios de mujeres tan sólo por respeto y llegó al campo de deportes. Hoseok y Jungkook se encontraban estirando.
