Mientras todos conversaban de manera animada, Sanji a lo lejos estaba aparentemente coqueteando con las mujeres que había en el restaurant, pero en realidad no quería acercarse a la mesa donde se encontraba "el estúpido marino" (cómo le había apodado ya hace mucho tiempo), estaba muy frustrado por la actitud de Zoro hacía su amigo, siempre era amable con Luffy, mientras que con el, siempre buscaba pelea, parecía como si le tuviera odió, no entendía, eran amigos desde antes de que conocieran a aquel imperativo chico, pero aún así, ni siquiera una vez le dedicó una sonrisa tan cálida como las que le dedicaba al pelinegro.
Suspiro con pesadez y siguió con sus labores en la cocina, no valía la pena ponerse triste de algo que ni siquiera a tenido el valor de confesar, ni tampoco podía sentirse celoso, no eran nada, aunque todas, pero de verdad TODAS las primeras veces las había tenido con el, su primer día de clases en las guardería (vivían en el mismo vecindario y sus madres se llevaban muy bien), su primera pelea, su primer viaje escolar, su primer reporte en la escuela, su primer beso, incluso la primera vez que se masturbo lo hizo con el, ciertamente después de todo aquello ya no se consideraba muy hetero, sino que más bien sentía que era bisexual, le gustaban todas las mujeres, pero de hombres solo le atraía el peliverde.
Todo en su mente se tornaba cada vez más complicado, realmente estaba enamorado de Zoro, pero aún no lo podía admitir frente a el, porque no quería arruinar su amistad, literalmente habían pasado su vida entera juntos, ahora incluso rentaban un apartamento juntos (de esa manera dividían los gastos y ahorraban dinero), no quería arruinar todo, por un simple amor que probablemente nunca será correspondido.
Se torturaba incesantemente de solo pensar que Luffy y Zoro podrían ser pareja, imaginarlo felices que se veían mientras se abrazaban y besaban, hacía que su estómago se revolviera.
Y cada vez que intentaba confesarse, los nervios los nervios se lo impedían y terminaba peleando con el peliverde, ya estaba realmente cansado mentalmente, pero si ellos llegaban a ser pareja y eran felices, no tendría las agallas suficientes para reprocharles algo "solamente soy un cobarde que nunca se a podido confesar a la persona que ama" se repetía a si mismo en diversas ocasiones, generando inseguridades en el, si tan solo supiera todas las cosas que Zoro nunca le puso decir.
Por su parte, el peliverde se encontraba con un semblante algo nostálgico, era tal y como en su sueño, incluso estaba el tal "Torao" que tanto había hecho sufrir a su capitán, así es el había soñado en diversas ocasiones que se encontraba en el mar, viviendo interesantes y divertidas aventuras al lado de sus amigos, aunque era solo un simple sueño, todo era tan vivido, cómo si esas cosas realmente hubiesen pasado.
A veces sus sueños se tornaban un tanto ¿Raros? Si esa podría ser la palabra adecuada, pues eran el y Sanji teniendo relaciones, no iba a negar que esos sueños le generaban placer, desde siempre quiso tener ese tipo de relación con Sanji, por eso buscaba pelea constantemente, para si quiera tener un poco de contacto físico con el rubio, pues bien sabía que aquel cocinero era heterosexual, ya que siempre que tenía la oportunidad coqueteaba con alguna Zorra ( cómo les decía el), eso le causaba un poco (realmente muchos) celos, sentía su sangre hervir cada vez que lo pillaba coqueteando con alguien, si tan solo el pudiera ser una mujer, probablemente el rubio se hubiera enamorado de él. Constantemente se sentía como un idiota por estar aferrado a aquel amor no correspondido, desde que eran niños el SIEMPRE se sintió atraído por el rubio, de pequeño era tan tierno, pero a la vez tan decidido, eso fue lo que más le atrajo de Sanji.
Voltearon tratando de divisar que hacía el otro y sus miradas se encontraron, aquellos ojos que se veían con tanto amor, pero no lo miraban, era como si decidieran deliberadamente ignorarlo, este cruce de miradas hizo que ambos siguieran en lo suyo con un sonrojo poco notorio ¿Cuándo se atreverían a decir lo que sentían? Quien sabe, lo único que era seguro es que ambos se aman con una gran intensidad y no quieren ver al otro con una de esas "zorras" que de vez en cuando se le insinuaban a alguno de los dos.
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Callamos Un Día
Fiksi PenggemarUn día repentinamente se publica la noticia del fallecimiento de Monkey D. Luffy, el rey de los piratas, todos estaban atónitos ante aquella noticia, en especial cierto capitán llamado Law, quien negaba que aquel chiquillo revoltoso hubiese muerto...