Capitulo 11

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Tanto el rubio como el espadachín eran concientes de los sentimientos que tenían hacia el otro, pero no sabían si serían correspondidos, entre tantos tragos y peleas empezaron a conversar como cuando eran pequeños, aquellas charlas amenas en dónde soltaban todas sus preocupaciones y dejaban al desnudo sus sentimientos.

- Creo que estoy enamorado de alguien - soltó el ojiazul con una tímida sonrisa

El corazón de Zoro se inundó de tristeza, cómo era posible que cuando apenas se había dado cuenta de sus sentimientos, el cocinero pervertido ya tuviera a alguien que amaba, esa confesión lo hizo añicos - Oh ¿Encerio? Que bien - contesto de manera monótona

- Si, aunque no sé si esa persona me valla a corresponder - pauso unos segundos mientras una triste mirada se hacía presente en su rostro - porque creo que el ya tiene a alguien a quien ama -

Aquella declaración hizo sentir al de cicatriz muy triste y muy feliz al mismo tiempo, por un lado se sentía triste de ver sufrir a su amigo/enamorado de toda la vida y por otro lado se sentía muy feliz de tener una mínima oportunidad, ya que el rubio había dicho "el" y no ella, pero el hecho de saber que le gustaba otro hombre que no fuera el también lo ponía furioso, realmente ya no entendía ni que sentía.

- Yo también me enamore de alguien - susurro

- Ehhhh ¿Tu? ¿Enamorado de alguien? - grito sorprendido mientras se levantaba de la cama

Zoro rio fuertemente ante la reacción de su amigo - ¿Acaso es algo muy raro? - pregunto con una sonrisa

- pues no - respondió mientras volvía a su posición anterior - ¿Cómo es? ¿Cuántos años tiene? ¿Es linda? - interrogó mientras un nudo en su garganta se formaba de solo imaginar al marimo con una chica

- Pfff pareciera que tú eres el interesado en el - dijo con tono burlón

Sanji se sonrojo ante aquella oración, no es que realmente estuviera interesado en saber cómo era, sino que quería saber cómo le gustaban las chicas a Zoro.

- Solo tengo curiosidad - expreso para después beber un poco de sake

- es alguien un poco más bajo que yo, con ojos hermosos, una sonrisa más radiante que el mismo sol, su cabello me encanta, parece que es alguien muy rudo, pero en realidad es alguien muy amable y frágil, tiene mi edad, es la persona más linda que eh conocido en toda mi vida - hablo con un brillo en su mirada y una sonrisa tan grande como nunca había visto Sanji

- Parece que realmente te enamoraste de ella - dijo mientras sentía una punzada en su corazón

- el, me enamore de el - soltó para después tomar un gran trago de sake

Sanji se quedó callado por unos segundos, estaba tratando de procesar que la persona que siempre pensó que era heterosexual, en realidad era homosexual y que al parecer pudo tener una oportunidad antes de que que se enamorará de otra persona y la termino desaprovechando, eso era demasiado para el rubio.

- ¿Cómo es la persona de la que estás enamorado? - pregunto el peliverde

Esa simple e inocente pregunta por parte del marino hizo que el cocinero explotará y dejara salir todos los sentimientos que había reprimido.

- Es desorientado, con un color de cabello que realmente no me gusta, solo piensa en entrenar, se la pasa todo el día dormido, toma como si no hubiera un mañana, es alto, guapo, siempre se la pasa peleando conmigo, es un estúpido, un idiota que nunca nota lo que hago por el, pero aún así lo amo - dijo mientras lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas

El peliverde sintió como daban punzadas en su corazón, la persona de la que se había enamorado si que era un idiota por no notar que Sanji lo ama demasiado, ojalá se hubiera enamorado de él y no del estúpido que lo hacía sufrir. Zoro se acercó a él y lo abrazo, tratando de consolar aunque sea un poco a su amigo, verlo así realmente le partía el corazón.

Con sus dedos limpio las lágrimas de los ojos del cocinero, agarro su rostro y lo beso, dejando en shock al contrario, que no entendía ni un carajo de lo que estaba pasando, aunque no le molestaba para nada el roce de los labios del contrario, simplemente decidió dejarse llevar, pues no era la primera vez que se besaban para "consolar" al otro, si en algún momento se arrepentían podían echarle la culpa al alcohol y seguir adelante con su vida, pero por el ahora, solo disfrutaría del momento, pues todo lo que pasaba normalmente solo lo podía imaginar.

Aquel beso se fue tornando más apasionado con cada segundo que pasaba, primero con una mordida en el labio inferior del cocinero por parte del peliverde, haciéndole gemir, aprovechando aquello para introducir su lengua en el contrario.

Después de varios minutos la falta de aire los obligó a separarlos, pero un fino hilo de saliva aún quedaba como rastro de aquel beso.

- Por favor ya no ames a ese tipo que solo te hace sufrir - susurro Zoro con la cabeza agachada mientras agarraba fuertemente la camisa de Sanji - Mejor amame a mi, te lo ruego - volvió a decir en un susurro que hubiera Sido inaudible sino estubiera todo su alrededor en silencio

Está súplica dejo al rubio atónito, no sabía que responder, el ya lo amaba, no hacía falta que se lo pida, aunque de cierta manera se sentía feliz, también había confirmado que el marimo era la persona más estúpida que conocía, ya que no se dió cuenta de que lo describió cuando le pregunto cómo era la persona de la que estaba enamorado.

Hasta aquí este capítulo, gracias por leer y perdón por haber tardado en publicarlo, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute escribirlo bye.

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