Podían sentir cada pequeño movimiento del otro, incluso lo acelerado que tenían el corazón, el beso comenzó a convertirse en uno más demandante, la mano del cirujano se poso en la cintura del menor, juntando aún más sus cuerpos, sorprendiendo un poco al contrario, sin embargo decidió dejarse llevar por el ambiente estaba feliz, en el fondo era conciente de que después de estas acciones ya no podría ver a Law solamente como un amigo, los amigos no hacían eso.
Se separaron por falta de aire, ambos estaban sonrojados, embriagados de pasión y amor, la mirada de Luffy brillaba intensamente, su agitada respiración y la presente erección que podía sentir el tatuado debido a la cercanía. Por su parte, Luffy también podía sentir la erección de Law y en un audaz movimiento comenzó a frotar su cuerpo al del más alto, dando permiso a que el no solo lo besara.
El mayor comprendió rápidamente lo que el monito quería, pero comenzó a dudar sobre si era correcto hacerlo, quería parar y decirle a Luffy sobre el como aceleraba su corazón, los sentimientos que hacía surgir en su interior, el echo de que sentía que siempre lo esperó a él toda su vida, su pasado dónde tenía encuentros casuales o de una noche con algunas personas, no quería que en el futuro hubiera algún mal entendido porque el ojeroso realmente se había enamorado de él desde hace ya tiempo.
El menor noto la duda en el rostro del contrario, temía que se arrepintiera por el hecho de que era hombre, sintió una punzada en su corazón y decidió arriesgarse, sigui frotando la creciente erección del cirujano a su cuerpo, logrando sacar de sus pensamientos al mayor, miro aquellos ojos grises que siempre aparecían en sus sueños, con la característica mirada fría hacia otros, pero para el tan cálida y acogedora, sabía que ambos estaban destinados a estar juntos o al menos así lo sentía, así que no importaba el futuro, lo único que importaba en ese momento era que estaban juntos.
Volvieron a besarse más apasionadamente que antes, la mano de Luffy en un ágil y rápido movimiento comenzo a desabrochar el pantalón del mayor, al notar esto el cirujano no se quedaría atrás, comenzó a desnudarlo de igual manera, ambos sentían su piel arder, sus rostros estaban rojos cuál tomates, los jadeos y el sonido de la ropa cayendo por todo el cuarto empezó a inundar la sala, poco a poco se fueron acercando a la recamara del mayor, los lascivos sonidos inundaron la habitación, ambos estaban ya sin ropa, repartiendo caricias y besos por todos lados en el cuerpo del otro, dejando marca de todo el amor que se tenían, poniendo atención a cada movimiento, grabando en sus memorias cada pequeño gesto y sonido que los hacía estremecer.
Luffy besaba intensamente a Law, era un beso tan profundo y apasionado que hacía olvidar al contrario todas sus preocupaciones, haciendo que se concentre solo en la persona que tiene enfrente, ya sin poder contenerse busco un par de preservativos y lubricante que se encontraban en el mueble junto a su cama, al pelinegro le sorprendió un poco que tuviera aquellos artículos ahí, pero no le tomo mayor importancia, ya lo pensaría después.
El ojeroso derramó un poco de lubricante en su parte baja, sorprendiendo un poco a Luffy ya que el líquido estaba un poco frío. Lo beso e introdujo un dedo, haciendo gemir al contrario, aquel gemido fue como música para sus oídos y empezó a aflojar al menor, buscando su punto g para poder disfrutar cada vez más de aquel sonido que lo hacía perder el control, pronto pudo meter dos dedos, jugando con ellos y abriéndolos como si de tijeras de tratase, acariciando su interior, simulando pequeñas y ligeras embestidas sin olvidarse de su parte alta, lamiendo, mordiendo y jugando con sus pezones, provocando un inmenso placer al menor, quien lo miraba demandante de más, embriagado de placer, sediento de más, lo que llevo al cirujano a introducir el tercer dedo, embistiendo lo más fuerte y rápidamente, provocando que el menor llegará al climas y arquera su espalda del placer.
Para el ojigris este era el punto de inflexión, una vez que uniera su cuerpo con Luffy ya no habría vuelta atrás, no permitiría a nadie más en su vida, ni tampoco en la vida del monito, quien apenas se estaba dando cuenta del tamaño del miembro de Law. El mayor noto la duda en sus ojos, acaricio su mejilla y le dió un beso en la frente.
- Si no quieres hacerlo está bien, lo entenderé - le susurro al oído de manera cálida
El monito saco todas las dudas de su pensamiento en ese instante, no cabe duda que la voz de ese hombre le exitaba más de lo que podría imaginar, mientras Law intentaba quitarse de encima del menos para que medita un poco si quería seguir o no, las piernas del menor lo rodearon y no lo soltaron por nada del mundo, sorprendiendo al ojeroso.
- ¿De que estás hablando? Solo pensaba en que mañana no podré caminar bien shishishi - dijo con una sonrisa pícara
Esto sorprendió y éxito más al cirujano - Entonces ya no hay vuelta atrás - contesto con una sonrisa de lado
Introdujo su miembro lentamente en el cuerpo de su acompañante, quien empezó a temblar apenas sintió el contacto, jadeaba y gemía, aunque no sabía si era porque le dolía o por el placer que le generaba, a este punto su cabeza había quedado totalmente en blanco, el mayor agarro la cintura del monito y ya sin poder aguantar más,termino de meter su miembro de una embestida, provocando que su pareja de viniera de nuevo. De nuevo beso profundamente a su acompañante y empezó a moverse, primero despacio y suavemente, para después ir subiendo la intensidad de sus embestidas y acelerando el ritmo de ellas, llenando de lascivos sonidos la habitación, acariciando cada rincón de su ser, dejando marcas y besando todo su cuerpo, cambiando de posición, teniendo a Luffy encima suyo, haciendo que se pusiera nervioso por no saber que hacer, guiando lo para que ambos disfrutarán de ese encuentro, besandose y sonriendo constantemente, no solo era sexo sin sentido como alguna vez lo hizo el cirujano con cuántas personas se viera, esto era diferente, era más especial, más real y genuino, inundado de sentimientos y placer, un placer que ninguno de los dos había sentido antes, sonriendo y besandose con un amor tan genuino y desbordante, disfrutando cada pequeña caricia y gemido que se proporcionaban mutuamente, Luffy dejo ligeros rasguños en la espalda de Law, lo mordió y marco para hacerlo sentir suyo, pasando así la noche más maravillosa de su vida.
Hasta aquí este capítulo, de verdad me esforcé mucho en el, espero que les guste y lo disfruten, lamento haber desaparecido por mucho tiempo, me surgieron varias cosas pero ya estoy de vuelta y vengo con más imaginación que nunca, haré que la espera valga la pena, los tqm y hasta el próximo cap 💗
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Lo Que Callamos Un Día
Fiksi PenggemarUn día repentinamente se publica la noticia del fallecimiento de Monkey D. Luffy, el rey de los piratas, todos estaban atónitos ante aquella noticia, en especial cierto capitán llamado Law, quien negaba que aquel chiquillo revoltoso hubiese muerto...