no contar nuestra historia sería una cobardía

Capitulo XXXI

Ashley está lidiando con esto.

Ha estado lidiando con esto desde que Joy la abrazó hace tres días. Desde que sintió el peso de Joy aferrándose a ella y reconoció la extraña sensación en su estómago por lo que realmente es.

Para decirlo en pocas palabras, Ashley está lidiando con su aparentemente enorme y ridículo enamoramiento por Joy. Y al lidiar con eso, lo que ha hecho hasta ahora es negarlo internamente cada vez que asoma la cabeza en su mente y evita más noches de películas con Joy.

Es un plan sencillo.

Hasta ahora ha funcionado bastante bien.

Tal vez era inevitable, piensa Ashley.

Tonto cliché o no.

Ella y Joy han estado en curso de colisión durante años, pero cuando se ven despojadas de su rivalidad en el campo, cuando no les queda nada por lo que competir, cuando se reducen a ser nada más que ellas mismas en su pequeño santuario de dormitorio, no queda nada que interrumpa la atracción de la gravedad entre ellas.

O tal vez ese es sólo el lado de Ashley.

Tal vez así es cómo funciona en las innumerables novelas románticas tontas que ha leído a lo largo de los años. Tal vez así es cómo ella piensa que se supone que debe ser.

Es una sensación extraña, perder lentamente el equilibrio en un terreno que pensaste que nunca lo harías. Con toda honestidad, esta realmente no debería ser una situación en la que Ashley debería encontrarse, especialmente no con Joy Huerta.

Pero aquí está, cómo idiota enamorada de su compañera de cuarto, compañera de equipo y aparente amiga en estos días.

Lo que haría una persona en su sano juicio, y lo que haría Ashley si realmente le quedara algo de sentido común, es distanciarse de todo el asunto y superarlo antes de que vaya más lejos e inevitablemente termine siendo picada.

Pero lo que está a punto de hacer es algo completamente diferente y la empuja de regreso a la órbita de Joy. Sin embargo, eso es lo que sucede con Joy, los momentos entre ellas se desarrollan por sí solos, a pesar de lo que el sentido común de Ashley podría estar tratando de decirle.

De acuerdo, entonces, tal vez ella no esté lidiando bien con esto después de todo.

Se excusa de la mesa de la cafetería en la que ella, Hanna y Christian están sentados y camina hasta pararse frente a la mesa en la que Joy está sentada sola.

Si algo tiene Joy es que a veces ama y odia el cielo por igual. Se desplaza hacia abajo en el mapa interactivo del cielo en su laptop mientras revisa la aplicación meteorológica en su teléfono.

"Pareces molesta", dice Ashley, desviando instantáneamente la atención de Joy de la pantalla. "Estás sentada aquí sola con tu cara de pocos amigos".

Joy frunce aún más el ceño confundida. "Mi cara no esta así. Pero esto me está enfadando."

"¿Qué es 'esto' exactamente?" La alta pregunta con un movimiento de su mano.

Joy se inclina un poco hacia atrás para poder verla por completo. "Es un mapa del cielo y el pronóstico del tiempo para los próximos días".

"Está bien", dice Ashley , entendiendo. "Creo que puedo entender de qué se trata ahora".

Joy sonríe y luego hace una pausa, luciendo complacida consigo misma. "Eso es porque eres inteligente. ¿Quieres sentarte?"

Cómo era de esperar, Ashley no se resiste y acepta. Aparta una silla de la mesa y se sienta en ella. "¿Supongo que no está saliendo cómo quieres?"

"Esta semana está ocupada", dice Joy. "Pero estoy tratando de encontrar un espacio para salir y tomar algunas fotos. Mañana por la noche podría estar bien".

Ashley mantiene sus ojos en la mesa, excepto por unas cuantas miradas rápidas hacia la castaña, quien está mirando en silencio su computadora, su cabello casi oculta sus ojos de la vista de Ashley y esta se pregunta cómo sería extender la mano y alejar el cabello de su cara.

"¿Qué es tan interesante que quieres fotografiar esta semana?" pregunta Ashley.

Joy, cómo si hubiera estado leyendo su mente y Ashley realmente espera que no lo haya hecho, se aparta el cabello de los ojos y la mira y Ashley trata de olvidar la sensación que crece insistentemente en su pecho cada vez que ve a Joy estos últimos días.

"Casiopea."

"¿La constelación?"

"La constelación", confirma Joy. "Es mi favorita".

"Ah", asiente Ashley. "Madre de Andrómeda cuya vanidad hizo que Poseidón la atara a una silla y la colocara en el cielo".

Joy parpadea hacia ella. "Tu cerebro es un poco ridículo. En serio."

Ashley solo se encoge de hombros. "¿Por qué Cassiopeia es tu favorita?"

Joy inclina la cabeza y la estudia atentamente. Ashley le mira a los ojos y Joy siente que algo cambia en el aire entre ellas otra vez. Bajo la fuerte luz de arriba, los ojos de Ashley parecen más grandes, más claros, y Joy está lo suficientemente cerca para ver manchas color avellana en ellos, cómo tronco de un árbol.

"Es el primero del que tomé una buena foto", dice Joy con total naturalidad. "Ahora es el mejor momento para verlo, así que siempre trato de obtener al menos una buena imagen cada año".

"Eso tiene sentido", dice Ashley, su voz tranquila y sus ojos fijos obstinadamente en los de Joy. "Tal vez puedas mostrarme alguna vez".

"¿Cuál es tu favorita?" Joy desvía.

"¿Constelación?"

"Sí."

"Mmm. Probablemente Pegaso."

"El caballo alado", dice Joy. "Solía ​​llevar el trueno y el relámpago de Zeus".

"Y dices que mi cerebro es ridículo".

La cabeza de Joy se inclina hacia atrás en una simple risa. "Tengo que saber algo interesante, supongo".

"¿Alguna vez le has tomado una foto?"

"¿Pegaso?"

"Sí", responde Ashley.

"No intencionalmente, no creo. Probablemente haya manchas de el en alguna foto en alguna parte."

"Pobre Pegaso".

"Umm..." Por alguna razón, la boca de Joy se tropieza con las palabras que quiere decir, pero finalmente se decide: "¿Puedes venir conmigo mañana por la noche si quieres? Tal vez los veamos a ambos".

Joy se detiene y exhala, la comprensión de lo que está diciendo flota pesadamente en el aire, como pegamento en su garganta. No ha tomado fotos con nadie desde su padre y la enormidad de todo eso no se le escapa.

El silencio de respuesta dice mucho, aunque Joy no está muy segura de poder interpretarlo.

"¿Estás segura de que me quieres ahí?" pregunta Ashley.

Joy pone los ojos en blanco. "No me habría molestado en preguntarte si no lo hubiera hecho".

"Entonces sí", dice Ashley en voz baja, "me gustaría ir contigo".

Joy la ve regresar con Hanna y Christian poco tiempo después y hay una estúpida y absurda sonrisa genuina en su rostro mientras lo hace. La aguda conciencia de qué está sonriendo y por qué lo está haciendo zumba en su cabeza como una cuerda de guitarra.

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we're getting there..cada vez más cerca.