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Era un mañana tranquila y con un clima caluroso en la ciudad de Seoul.
Junhan estaba durmiendo plácidamente y acurrucado entre un par de mantas hasta la cabeza. El ruido de la alarma comenzó a resonar por toda la habitación despertandolo a su paso. El chico movía repetidas veces su brazo con los ojos totalmente cerrados en un intento por detener el sonido.

Al apagar la alarma entreabrió sus ojos siendo golpeado por los rayos del sol que entraban a través de su ventana, la cual había olvidado cerrar la noche anterior en un descuido.
Aún sin acostumbrarse a la intensa luz, Junhan se levantó y se depositó en un borde de la cama con los ojos aún adormitados y con unas pequeñas ojeras debajo de los mismos.

El chico había estado practicando arduamente guitarra por lo últimos dos días, sin importarle mucho su horario para descansar y el haber salido recientemente de un resfriado. En pocas palabras Junhan se habría desvelado por dos días seguidos y ahora podía observar la consecuencia de sus actos. Si seungmin se llegaba a enterar de seguro se llevaría a kkito como castigo y no lo entregaría hasta que Junhan descansara lo suficiente.

El pelinegro se estiró un poco y caminó hasta el baño soltando un pequeño bostezo provocado por el mismo cansancio. Junhan hizo su rutina de todos los días. Lavó su cara, se dió una ducha y luego bajó hasta el primer piso para preparar su desayuno, sin antes darle de comer a su pequeño felino.

Luego de varios minutos Junhan ya había terminado de alistarse y de arreglar sus cosas. El chico además de su estuche de guitarra se colocó su mochila y en un lindo acto se despidió de su mascota, para así salír e inciar su camino como cualquier otro día.

Junhan tomó el metro y llegó a la universidad luego de media hora. Hoy no tenía un horario tan pesado como la semana anterior, así que optó por quedarse en la cafetería hasta que llegara la hora de su primera clase.

El pelinegro iba caminando directo a una de las mesas dispuesto a esperar, hasta que chocó con otra persona sin darse cuenta. -¡Perdóname! -Soltó haciendo una reverencia sin mirar a la persona con la que había chocado. -Dejame ayudarte con eso. -Junhan se agachó al notar varios libros en el suelo. -No te preocupes, no veía por donde venía. -Mencionó un chico amablemente.

Junhan levantó su cabeza para entregarle sus cosas, pero abrió sus ojos de par en par al encontrarse con un chico a unos pocos centímetros de su cara. -

Gracias por ayudarme y perdón por chocarte -El chico le sonrió haciendo una pequeña reverencia. El pelinegro asintió entregándole sus cosas un poco avergonzado y con un leve sonrojo por el pequeño incidente.

Luego de levantarse logró notar más a detalle la imagen del chico. Este era alto y tenía un cabello color rojizo que llegaba hasta sus hombros, el cual estaba recogido en una media cola. Junhan pudo observar que llevaba en su espalda un estuche de guitarra con unas pequeñas decoraciones y dibujos bordados, esto llamó su atención muy notablemente ya que no solo parecía tocar guitarra, también tenía un estilo poco llamativo a comparación de su color de cabello.

-Una vez más disculpame...-El pelirrojo hizo una pausa llamando la atención de Junhan.

-Hyeongjun, mi nombre es Hyeongjun, pero prefiero que me llamen Junhan -Mencionó distraído a lo que el otro chico soltó una risa.

-Mucho gusto Junhan y perdón, pero ya tengo que irme, tengo varias cosas que hacer -Habló con una pequeña sonrisa acomodando un poco su cabello luego del pequeño choque.

-No te preocupes -Junhan respondió amable despidiéndose del otro chico.

-Entonces ¡Nos vemos luego! -El pelirrojo alzó su mano en signo de despedida mientras que Junhan solo respondía con el mismo gesto, para luego preguntarse. -¿Quién era? ¿Y porqué se veía tan bien? -El pelinegro observó al chico alejarse y logró darse cuenta que ni siquiera le había preguntado su nombre.

𝗡𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗔𝗺𝗼𝗿 [Odehan] [Xdinary Heroes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora