Lie to me - Billy Hargrove +18

Diez minutos +18

Era martes y tenía entrenamiento con las animadoras las primeras horas de clase.

Entré en el gimnasio y aun no había nadie más que dos chicos del equipo que me saludaron animadamente.

Me dirigí a los vestuarios para dejar mis cosas y peinarme antes de que vinieran los demás.

Seguía un poco dormida.

Estaba delante del espejo intentando hacerme una coleta algo decente cuando alguien apareció en el reflejo detrás de mi.

Sonreí sin darme cuenta.

- Es el vestuario de las chicas, Hargrove. -le dije girándome para quedar cara a cara con él.

- ¿Prefieres ir al de los chicos? no tengo prioridades, la verdad. -dijo él en tono burlón.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté.

- Alegrarle el día a mi chica. -dijo obvio.

- No soy tu chica. -me crucé de brazos.

- Aceptaste serlo. -contraatacó él.

- Sí cariño, justo antes de enterarme de que fui una maldita apuesta, así que dejé de serlo. -le discutí.

- Yo también fui tu apuesta. -me picó él.

- Yo no iba a mandarte a la mierda, tu lo dejaste muy claro en ese video. -seguí discutiendo.

- ¿Vas a dejar que recupere a mi chica, entonces? -preguntó con una sonrisita.

- Tienes que portarte muy bien para eso, Hargrove. -le dije devolviéndole la sonrisa y girándome hacia el espejo de nuevo.

- Voy a empezar por alegrarte la mañana y que empieces el día de buen humor. -dijo y sus manos envolvieron mi cintura.

Yo no me moví, seguí con mi intento de hacerme la coleta.

Billy enterró su cabeza en mi cuello, dejando besos alrededor de mi hombro y cuello, subiendo hasta mi mandíbula.

Sus manos me apretaron contra él y enseguida noté su erección contra mi trasero.

Solté una risita y el gruñó contra mi cuello.

- Tenemos diez minutos antes de que empiecen a venir las chicas. -susurró sin dejar de besarme el cuello.

Yo ya había perdido e juicio por completo con esos besos.

Maldito Hargrove y el efecto que tenía sobre mi.

Su mano se coló por mi falda y encontró rápidamente mi ropa interior, colándose a través de ella también.

Sus dedos empezaron a jugar con mi centro, hasta que los metió de forma lenta, haciéndome gemir.

Con su otra mano me tapó la boca.

Yo lo veía a través del espejo.

Él sonreía.

Sus dedos entraban y salían de mi y yo gemía contra su mano.

Se separó de mi un instante después y yo gruñí al sentirme vacía.

Él soltó una risita.

Me levantó y me sentó en el lavabo, abriendo mis piernas y retirando a un lado mi ropa interior, dejando mi centro palpitante y húmedo a la vista.

- Billy.. -gruñí, le necesitaba, me sentía vacía y expuesta.

Se arrodilló entre mi piernas y con una sonrisita, enterró su lengua en mi.

Lamió y mordisqueó mi clítoris, llenándome completamente de placer.

Sus dedos volvieron a entrar en mi de nuevo, pero esta vez acompañados de su lengua.

¿Estaba en el cielo?

¿Había muerto?

Joder.

Esto era demasiado genial.

Mi cuerpo se estremeció y me tensé.

Billy se aferró a mis muslos, apretándolos con una de sus manos mientras que con la otra dos de sus dedos me penetraban junto a su lengua.

Aumentó el ritmo y yo me dejé llevar, corriéndome en su boca.

Billy lamió todo mi centro de arriba a abajo y se levantó con una sonrisa triunfante.

- Me han sobrado dos minutos. -dijo y salió del vestuario, dejándome con las piernas abiertas y temblando.

Maldito imbécil.

Me bajé del lavabo y me limpié, coloqué mi uniforme y me puse otra vez con mi coleta, justo cuando Chrissy y las chicas entraron en el vestuario.

Ella se acercó a mi.

- Deja, te ayudo. -dijo refiriéndose a mi coleta.

Yo le tendí el coletero y ella me ayudó a hacerla en pocos segundos, quedando más decente de lo que la estaba haciendo yo.

- Gracias. -le dije con una sonrisita.

- ¿Cómo estás? ¿cómo fue la charla con Billy de ayer? -preguntó y mis mejillas se tornaron de un rojo intenso.

- Yo eh, fue bien. -dije sin más.

- Oh dios mío, ¡te lo has tirado otra vez! -gritó ella y yo le tapé la boca inmediatamente.

- No quiero que nadie lo sepa aun, no somos nada, solo está intentando que yo le perdone o algo así. -le expliqué y ella abrió mucho los ojos.

- Lo sabía. -sonrió orgullosa.

- Le quiero, Chrissy, y todo esto me duele y no sé que hacer, y creo que me conformo con tenerle de esta manera aunque él no me quiera. -admití y ella no tardó en abrazarme con fuerza.

- Si no ve que eres la mejor, está completamente ciego. -dijo ella separándose del abrazo.

Las otras chicas salieron del vestuario.

- Vamos, nos toca bailar un poco. -le sonreí y ella cogió mi brazo y empezó a caminar fuera de los vestuarios para colocarnos en cada uno de nuestros sitios.

Los chicos ya estaban corriendo alrededor de la pista para calentar.

Steve me saludó con la mano y yo le sonreí al verle.

- ¿Dónde está Jason? -pregunté al ver que no estaba por ningún lado, y ahora que me daba cuenta, ayer tampoco le había visto en la cafetería.

- Dios mío, no lo sabes. -dijo Chrissy a mi lado.

- ¿Qué me he perdido? -pregunté algo perdida.

- Jason está en el hospital. -dijo ella sin más. 

- ¿Qué? ¿por qué? -pregunté sin entender.

- El lunes después de Halloween, Jason y Billy tuvieron una pelea en la cafetería y Billy le dio la paliza de su vida, Jason te llamó puta y él perdió los nervios. Tuvo que venir la ambulancia a por Jason. -explicó ella y yo abrí mucho los ojos, buscando la mirada de Billy.

- ¿Se pondrá bien? -pregunté.

- Está bien, solo que le rompió la nariz y ya sabemos como es Jason, dramático a más no poder. -dijo Chrissy y se puso a reír.

Que ella riera me tranquilizó un poco.

Miré a Billy, que corría al lado de Steve.

Los dos iban hablando y su mirada se encontró con la mía.

Yo le dediqué una pequeña sonrisa y él me guiñó un ojo.

Había apaleado a Carver por llamarme puta.

¿Puede que le importase un poco a pesar de todo?

Joder.

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MARATÓN 1/3

El maratón de hoy va dedicado a mi Claudia Harrington, que es su cumpleaños y la quiero mucho mucho, SALUDENLAAAAA💖💖👑

AAAAAA SE VIENE OTRO CAPÍTULO +18 CHIQUIS

¿QUE CREEN QUE PIENSA BILLY DE HEATHER?