¿Diez minutos? +18

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Entré en los vestuarios corriendo, empujando las puertas como si nada me importase.

Seguía escuchando los pasos acelerados de Billy.

No me importaba.

No veía casi nada con las lágrimas acumuladas en mis ojos.

Conseguí entrar en los vestuarios y esconderme en una de las duchas, dejando que mi espalda se apoyase en una de las paredes y bajase hasta quedar sentada en el suelo, hecha una bolita con las piernas.

Sollocé en silencio, esperando a que Billy se marchase de ahí.

Pero era Billy, no iba a marcharse de ahí.

Me sentía de nuevo una niña pequeña, escondida y llorando.

- ¡Heather! -escuché como gritaba mi nombre.

Abrió cada puerta de los baños mientras seguía gritando mi nombre.

Hasta que escuché sus pasos llegar a mi lado y como se agachaba para estar a mi altura.

- Hey, preciosa. -susurró en un tono bajito y tranquilo.

Yo sollocé al escuchar esa palabra.

- Vete, por favor. -dije con la voz rota.

- No me iré, Heather, nunca quise irme. -siguió hablando de forma suave.

Levanté lentamente la cabeza para enfrentarme a él.

Me dolió el corazón al ver su cara preocupada y esos ojos que tanto adoraba.

- No puedo aguantar esto más, este dolor. -me apreté el pecho, llorando.

- Déjame volver contigo, deja que cuide de ti y de Axel, déjame quererte como siempre he hecho. -susurró acercando su mano a mi cara y acariciándome.

- Me rompiste. -susurré recordando lo que había hecho con Emma.

- Lo sé y por eso tengo que ser yo quien arregle esto. -aseguró.

- No puedo dejar que Axel pase por algo malo, no puedes dejarle ahora, no puedes hacerle daño. -me quejé mirándolo a los ojos.

- No me iré de su lado, pero te estoy hablando a ti, Heather, quiero volver contigo, hacer las cosas bien y criar a Axel juntos. -dijo acercándose más a mi.

- ¿Cómo sé que esta vez va a ser diferente? -pregunté.

- Porque no he vuelto a estar con nadie desde que te fuiste, Heather. -dijo y abrí mucho los ojos.

- ¿Con nadie? -pregunté demasiado sorprendida. 

- Con nadie. -sentenció.

Yo me quedé boquiabierta mirándolo sin creérmelo.

No había estado con nadie por mi.

- Por favor, Heather. -susurró más cerca de mi.

- Solo, no nos hagas daño. -susurré y cerré los ojos.

Billy ni siquiera dudó en estampar sus labios contra los míos en un suave y desesperado beso.

Me besó con una suavidad con la que nunca lo había hecho, como si quisiera saborear cada parte de mi.

Se separó y se levantó del suelo, levantándome a mi con él.

Mi espalda siguió contra la pared, mientras Billy ponía ambas manos a los lados de mi cabeza y volvía a besarme.

Gimió contra mi boca cuando mis manos se enredaron en su pelo.

- Que lleves ese uniforme y que estemos en los vestuarios, no está ayudando, Heather. -gruñó contra mi boca.

Lie to me - Billy Hargrove +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora