—oh, hola, espero no sea tan tarde, ¿estas ocupado?— me preguntó el vecino, niego con la cabeza sin poder quitarle la mirada de encima, —no tengo manera de agradecer lo que hiciste por mi casa…— lleva la mano hacia su nuca y parece que se aprieta esa zona, su mirada está perdida otra vez en sus zapatos mientras trata de hilar las ideas, me paró de lado cruzando los brazos, observando aquella situación con diversión, es la primera vez que entabla una conversación conmigo y eso me da un poco de gracia.
—anoche me lo agradeciste — puntualizo, y cuando lo hago él encuentra mi mirada, parece raro, parece ¿lindo?, ¿qué es lo que estoy pensando realmente?, —sí, Dew se durmió, no tengo dinero suficiente para invitarte una cena, pero… puedo enseñarte un lugar.. — me dice sutil, —¿qué tipo de lugar? — menciono con picardía, no sé porque demonios me estoy comportando así, pero me estoy divirtiendo mucho.
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Caminé con él hasta al final de la plaza, ya no hay prácticamente nadie en las calles, solo nos topamos a unos cuantos omegas, está el ahuehuete más viejo, que dicen ya existía desde antes de que se fundara blob, sonrió al moreno, esperando que me diga que es lo que deseaba mostrarme, miró hacia todos lados y después le vi brincar sobre el tronco y llegar hasta la rama más cercana que tuvo, me quedé boquiabierto lo hábil que era, parpadee y después desvíe la mirada cuando me di cuenta que me estaba viendo estiró su mano llamando mi atención con un "shuu" susurrante, me dio la mano para ayudarme y yo dudo en hacerlo, sonrió nervioso, a pesar del tiempo que llevo en la comunidad no tengo idea si hacer eso está permitido, todo eso pienso en tan pocos segundos, pero ya que no hay reglas escritas de prohibición entonces le doy mi mano, me jala muy fuerte y pronto ya estoy compartiendo la misma rama que él, se ríe un poco y otra vez esa sonrisa divertida le adornan su rostro.
— Vamos— me dice abriéndose el paso por otra rama, cada vez que brinca regresa a verme para saber si no necesito ayuda, el árbol es tan grande y coposo que enseguida de escalar unas ramas más ya no somos visibles para el ojo de la comunidad, nos quedamos sentados en una rama muy gruesa que parece llegar cerca del cielo, las estrellas son preciosas desde esta altura, me quedo iluminado observandolas, él se sienta con los pies flotando, mueve como un niño incontables veces los pies meciéndose, me da un poco de pavor las alturas, pero no quiero mencionarlo. Los dos estamos en completo silencio, no tengo ganas ni fuerza para entablar conversación, hoy no.
— Se que te llamas Nanon, Yo me llamo Ohm , y estoy muy agradecido contigo por toda tu ayuda, esta es mi forma de agradecerte lo que haces por Daw y por mi—, esa frase me parece curiosa, — tu bebé merece un ambiente más limpio y sano, cuando necesites ayuda solo dímelo, después de clases puedo hacerlo, así no se ensucia tanto y es más fácil limpiarlo, no crees ¿Ohm? — èl me mira con entusiasmo, sonriendo amplio otra vez, me contagio de su sonrisa y nos vemos el uno al otro, ninguno de los dos dice más durante un largo tiempo, solo mirándonos a los ojos.
—Me gustan las estrellas, aquí son fáciles de ver, de dónde vengo hay tanta contaminación que es muy raro mirarlas—parece que estoy sonriendo mientras proceso la información relevante que estaba diciéndome, — en Bangkok si se ven las estrellas — refiero sonriendo burlonamente, desviando mi mirada, me siento extraño cuando él me mira — mis padres son de aquí, pero yo vengo de China — hago un gran "oh" con los labios asintiendo ante la confesión. — ¿ A qué te dedicabas en China? — le preguntó para no quedarnos en silencio incómodo otra vez. — laboraba en una empresa de tecnología para betas —, me quedo en silencio, procesando aquello, parece que Ohm es una persona bastante inteligente, con su fortaleza física y mental podría crear grandes cosas si fuese alfa en el mundo mixto, parece que algo oscuro debió pasarle, —tenemos unos avances tecnológicos, pero requieren de ayuda para mejorarla, quizás, solo si quizás tu quieres puedes pasarte por el centro de creación, le diré a la directora para que te de permiso de revisar,— Ohm evita mi mirada, y regresa su interés al cielo, parece nostálgico pese a que tiene una linda sonrisa impresa en su rostro, no digo nada, ni intento presionar.
Al cabo de unos minutos regresa a verme, sube uno de sus pies y apoya el brazo sobre la rodilla, mientras el otro pie lo mantiene moviendo por debajo de la rama, me da nervios, parece muy seguro de no caerse, —Me trae viejos recuerdos, pero esta es una nueva vida ¿no? —, alzó la ceja tratando de adivinar lo que trata de decir, —sin alfas — murmuro bajito, —Sí, tu… ¿odias a los alfas?—, pregunta tímidamente, trago en seco, la mayoría de las personas aquí lo odian, y fomentan ese sentimiento negativo, pero yo creí que estoy en medio de la situación siempre he preferido callar mis pensamientos para no incomodarlos, pero Ohm está aquí hoy, haciéndome la única pregunta que nunca me he querido responder directamente, hago una mueca con la boca sin mirarle, pese a que siento su mirada penetrante sobre mi, siento que las mejillas se me colorean, no me gusta que me vea así, alzó la mirada y le empujo suave para que deje de hacerlo, èl se ríe —No los odio, su naturaleza es… —, —diferente—, me interrumpe y yo asiento con la cabeza —antes creí que ser alfa era la cosa más extraordinaria que hubiera existido, no son los alfas los que están podridos, es la sociedad en la que se desenvuelven quienes los convierten en monstruos; destructivos, maliciosos — su comentario parece abrirme el panorama, —¿ Es por tu alfa que estás aquí? —, a la escasa luz, aún puedo deslumbrar su mordida, el niega mi pregunta, pero mira hacia enfrente evitando —por supuesto que no, yo hubiera resistido esa sociedad, pero Dew no, merece un mejor ambiente, una mejor sociedad, aunque no estoy seguro que aquí sea lo mejor —, cruzó los brazos mientras le observó, olvidando sostenerme, me relamo los labios y después prosigo, —¿es tan malo vivir aquí?—, él se queda en silencio y como no responde comprendo que está admitiéndolo.
Doy un brincó para bajar de la rama, aprendo rápido, me abrazo del tronco y me deslizó con las manos, él me mira desde arriba, — me voy — le digo quedando de espaldas a su visión, no retrocedo, solo sigo mi camino de regreso a casa.
