Intro

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Era sorprendente como las cosas cambiaban para una persona y otra, así fueran las mismas situaciones, así fueran de la misma sangre; porque recuerdo muy bien que no fue igual para mi hermano, como para mi.

No se nos permitían las mismas libertades. Mientras que yo tuve que tener estudios de bordado, lectura, poesía, canto, piano forte, idiomas, geografía y sin fin de clases de etiquetas, mi hermano mayor gozo de una hermosa educación en finanzas, idiomas, administración, matemáticas, esgrima, equitación y todo lo que un alfa merece, siempre teniendo la oportunidad de salir a conocer el mundo, dedicarse al arte o simplemente lo que todo omega desea... libertad.

Todo esto lo digo, gracias a que mientras mi madre alfa estaba emocionada hablando de los negocios familiares con mi hermano, yo estaba en otro sillón escuchando a mi padre cuantos trajes tendría que tener para mi debut en sociedad, mientras que a la lejanamente se oía la conversación de los otros dos, una fea manera de dejar en claro que yo nunca pertenecería a ese tipo de conversaciones donde podría aportar más que solo una sonrisa de que ellos eran elocuentes e inteligentes.

Podría hacer más si me lo permitieran.

— Hijo, no estás poniendo atención — mi padre me estaba viendo con decepción, quizá, tristeza, estaba emocionado que su único hijo omega fuera a salir en sociedad.

Mis padres eran los duques Kim; éramos una familia que siempre había sido bastante respetada en cada generación y la nuestra no fue la excepción, dotados de tan solo dos hijos: el mayor, era Seokjin, el primogénito heredero de todos los bienes, negocios y la fortuna que las generaciones pasadas dejaron y que las futuras eran las que la mantenían, y al final estaba yo, un omega que estaba por debutar en sociedad.

— Lo siento, creo que estoy nervioso de hacer un nuevo guardarropa para esta temporada, antes solo me preocupaba para que me gustaran a mi, ahora deben gustar a todos, sobre todo a las personas que estén buscando cortejarme — sonreí tomando las manos de mi padre quien parecía complacido por esa respuesta.

— Serás el omega más hermoso de esta temporada — no podía creer eso, no cuando las inseguridades estaban a flor de piel.

— Eso es cierto — Seokjin se acercó pasando su brazo sobre mis hombros dando palmadas en mi hombro — todos envidiaran tu belleza, además de tu porte, sin olvidar que esas y esos alfas que quieran cortejarte se sentirán intimidados por todos tus conocimientos, además de los tantos idiomas que sabes, podrás insultarlos en cualquiera que no sepan — reí un poco por eso.

— Seokjin, no le des consejos inapropiados a tu hermano — maldije en mi mente, pues ellos no tenían que limitarse con las palabras mientras que yo tenía que mantener la compostura y nunca ser grosero.

— Lo siento, padre — se acercó a él dejándole un beso en la cabeza — pero Jimin es muy capaz de poner a cualquiera en su lugar.

— No sigas poniendo ideas tontas en su cabeza, solo vete hacer lo que quieras, tengo mucho que hacer con tu hermano.

— No tienes que ser tan duro con eso, Jimin esta muy bien preparado para lo que sea que venga — mi madre se sentó al lado de mi padre quien la recibió con una molesta sonrisa, se veía incomodo.

— Es tu momento de huir — mi hermano me tendió su mano y la tomé con rapidez mientras huíamos de la conversación agotadora que tenían esos dos, sin duda se volvía como un campo de guerra — sabes, estaba pensando, que nuestros padres quieren que me case pronto, aún cuando ese no es mi deseo ni por de cerca... — me ayudó a ponerme un abrigo para después salir de nuestro hogar, hacia buen clima para caminar — pero, podrías presentarme a alguien, confío en tu buen juicio.

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