III

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Era demasiado temprano, pero mi mejor amigo había llegado de visita pidiendo que diéramos un paseo, así que eso fue lo que hice, me vestí y arreglé el cabello, me puse un poco de perfume y por fin, con un sombrero en cabeza, un bolso, guantes y abanico salí de casa del brazo de Yoongi Min, hijo del marqués Min, quien tenía una lengua afilada cuando quería.

— Que lindo se ve hoy, señorito Min — habló una alfa, por lo que sabíamos, acababa de heredar el título de baronesa de Brown.

— ¿Quiere decir que ayer no me veía bien? — mi amigo ladeó la cabeza.

— No, se veía igual de lindo el día de ayer.

— Ahora solo lo dice porque le dije que lo sentí como un insulto — la mujer sonrió incómoda.

— Que tengan un buen día — eso fue todo lo que dijo para dar un toque en su sombrero e irse.

— Eres malo.

— Soy sincero — rodó los ojos — estoy cansado de los cumplidos vacíos.

— ¿Entonces qué tipo de halagos te gustaría recibir? — lo mire hacer una mueca.

— Mmm, no lo sé, quizá algo un poco más poético, exagerado, disparatado — con cada palabra daba un manotazo pequeño en mi brazo que tenía enredado con el suyo — quizá algo como "sus ojos hoy titilan cual flama de vela que alumbra mi mañana", yo que se — se encogió de hombros — que le piensen un poco — casi dejo que se escapara una carcajada de mi boca.

— Si me hubieran dicho que Yoongi Min estaría diciéndome el tipo de halagos que le gustaría recibir, y estos fueran tan empalagosos me reiría en su cara sin importar quien fuera.

— Soy una cajita llena de sorpresas — asentí estando totalmente de acuerdo.

Estábamos pasando por el parque, por la zona en donde más árboles había, también donde los jardines de diferentes flores estaban en su mejor punto al iniciar la temporada, en verano quizá estén por llegar a la penúltima vuelta de su vida.

— Por cierto, quería preguntarte, ¿qué tal te fue con tus pretendientes?

Un curioso dato, es que este era el segundo año en el mercado matrimonial de Yoon, no había encontrado a ninguna pareja que por lo menos le diera una plática enriquecedora o que no le pareciera del todo superficial, al parecer, era más inteligente que yo.

— Bueno, la mayoría solo quería saber si era un buen esposo.

— Eso es lo básico, supongo que también les preguntaste cosas como esas, alfas, son los que deberían ser entrevistados para tener pareja, no nosotros — suspiró pesado.

— Pero, conocí a un alfa, el señor Jeon — me miró con una ceja levantada, se veía gracioso.

— Me suena ese nombre, pero no sé de dónde, continúa.

— Pues ayer estuvimos hablando por casi veinte minutos, al parecer le agradó un poco a Jin, porque en ningún momento nos interrumpió.

— Eso ya es mucho, porque, no es por nada Jimin, pero tu hermano es un idiota.

— Lo sé... pero fue todo menos aburrido, me contó de su familia, sus pinturas, me preguntó cosas, yo le pregunté otras y en ningún momento la evadió, es más, las respondió con gusto.

— Eso es muy bello, Jimin, me alegró que al menos tú consigas a un hombre que te interese, pero con el que puedas tener una conversación bastante agradable.

— No te imaginas cuanto, pero eso no es importante ahora, dime ¿qué tan bien te esta yendo a tí? — Yoongi al parecer lo único que quería era darse de golpes contra algo, porque bufó de una forma en que parecía querer decir "me rindo".

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