No podía dejar de verme al espejo, me sentía bonito, o quizá era que estaba emocionado por esta noche. por ver al gran duque Jeon, por tener un baile con él, quizá también por eso seguramente me sentía muy nervioso y se veía en mis manos que no paraban de temblar. Mi padre entro unos segundos después con su bastón y una ligera sonrisa, se veía cansado.
— Que bello te ves mi cielo — se sentó en el borde de mi cama — se que casi no te gusta el color azul, pero te queda divino, pareces un príncipe — que mencionara eso solo me hacia pensar que el señor Jeon era de alguna forma un monarca, un rey.
— Gracias papá, la verdad es que si me siento bonito.
— Escuché que viste al señor Jeon, tu hermano estaba como loco cuando entro a mi habitación, gritando que ese hombre es un idiota y que no deberías permitir que se te acerque.
— Creo que de alguna forma tiene razón —termine de ponerme un broche de zafiros azules que simulaban una flor.
— Yo creo que en el fondo estas muy feliz de que el hombre te busque, sé que algo en ti confía en él y sabe que tiene un genuino interés — me sentí tan confundido por un momento, me acerqué a mi padre sentándome a su lado.
— Se ha tomado muchas molestias, incluso después de que lo desplacé no muy amablemente — las manos algo frías de mi padre apartaron mechones de mi cabello — es un buen hombre — él sonrió.
— Todos cometemos errores, unos más que otros, pero cuando demuestran arrepentimiento genuino, no está mal dar una segunda oportunidad.
— Se ve muy arrepentido.
— Por supuesto, se ve que te tomó aprecio en el poco tiempo que se conocieron — respire profundo tratando de no sobre pensar mucho.
— Papá, ¿cómo sabías que estabas listo para el matrimonio? — él me miró con sorpresa, no sin antes sonreír un poco.
— No lo estaba, tu madre fue alguien a quien mis padres eligieron, nunca llegué amarla como quizá se debe hacer con una pareja, pero me hizo sentir tranquilo todo nuestro matrimonio, así que, aprendí a no sentir asco, sino un gran respeto, por eso la apoyo en todo lo que ella necesita, le di hijos, aunque no pude darle más de dos, la ayude en todo lo que pude y me preocupa ahora que está mal.
— ¿La has ido a ver? — asintió — ¿has amado algo de todo esto? — también asintió.
— Que jamás me presionó a nada, entendía mis límites y los respetaba, pero sobre todo... me los dio a ustedes — vi que quería llorar — he tenido una buena vida con tu madre, quizá no un amor eterno como en los libros, pero si una donde tuve lo que necesitaba — sentí lástima por los dos.
— No sé si quiero casarme, tengo miedo — acaricio mis mejillas y levanto mi rostro.
— Se que tienes miedo, no lo conoces y él tampoco a ti, pero tienes tiempo, no es necesario casarte este mes o el siguiente, e incluso tienes todo el matrimonio, no apresures las cosas, hazlas diferente — dejó un beso en mi frente — ahora, date prisa, tu hermano se molestará si no te das prisa.
Asentí, mi padre salió de mi habitación y me mire una vez más antes de respirar profundamente y salir. Mi hermano me miró cuando bajé las escaleras y me dijo que me veía muy bien.
Todo el camino me la pasé moviéndome, enredando los dedos envueltos en satín para calmar un poco los nervios, pero estos aumentaron más cuando por fin llegamos, era en la casa de los Ken, donde su hijo mayor acababa de tomar el mando de la familia, así que estaba emocionado de que su esposa diera su primer fiesta.
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KRONE
FanfictionDicen que en el amor, todo es válido, hasta las mentiras, pero... ¿Hay algunos que estén dispuestos a soportarlas?, Bueno, al parecer no y eso es lo que nos lleva a preguntarnos. ¿El joven Jimin aceptará el amor que se le está ofreciendo?, ¿o será u...