KRONE

IV

Estaba emocionado, tal vez más de lo que debería, pues hoy iría a una caminata con el señor Jeon, quizá podría preguntarle acerca de las cosas básicas que pase por alto, como su edad, sus pasatiempos, sus negocios; mi padre y hermano ya me habían regañado lo suficiente para saber que eso era lo que tenía que hacer hoy durante mi paseo.

— Pero que lindo te ves — mi madre estaba ahí con una sonrisa, se veía cansada.

— Gracias.

— El color azul realmente te resalta, mi niño — se acercó abrazarme ligeramente, como si solo me estrujara de los hombros.

— Es un lindo color.

— Tú haces que se vea bien — me volteo acariciando mi cabello — eres hermoso, y un Kim, eso siempre hace que tengas presencia, algo que no muchos poseen.

— Me parezco a papá... ¿por eso te enamoraste de él? — vi que su sonrisa decaía.

— Tu padre es hermoso, sí, pero creo que el amor no es algo que tengamos.

— ¿No te hubiera gustado casarte por amor? — ella se veía abatida

— Los tengo a ustedes, mis niños, tu hermano y tú son mi más grande amor, y jamás los cambiaría por nada en el mundo — me sentí tan amado en ese momento.

— ¿Irás con nosotros al paseo? — asintió.

— Hoy iré de tu chaperon, tu hermano está ocupado, tu amigo Yoongi lo invitó hoy a su casa — eso me sorprendido mucho — un asunto importante del que debían hablar, tu padre dice que necesita reposo, le duele la cabeza, estará bien atendido.

— Espero que padre se recupere, pero me emociona mucho que tú vayas — ella me abrazo y eso era todo lo que necesitaba para sentirme menos nervioso.

— Ahora, debemos irnos, la impuntualidad no es algo digno de un Kim.

Así fue como terminér enganchado del brazo de mi madre, quien me iba platicando de que estaba planeando expandir el negocio, yo me emocione por ella, sabía cuánto amaba su trabajo y el que la familia tuviera un futuro asegurado por si algo malo sucediera.

— Tu primo envió una carta, ya está en cinta su esposa, es el más feliz por la noticia, al parecer una de las parteras que los ayudará le aseguro que podría ser alfa.

— ¿En serio?, me alegro mucho por él, siempre quiso ser padre... aveces me es sorprendente cómo es que él se casó antes que tu hijo — reí y mi madre me acompañó en el proceso.

— La vida funciona de distintas formas, Seokjin se casara cuando se sienta listo, así que, no nos preocupemos ahora, dejemos que tome su camino, así como tú estás siguiendo el tuyo.

Asentí a eso, las charlas con mi madre siempre eran enriquecedoras, me hacían sentir que podía lograr lo que sea, que podría ser yo quien tiene derecho a decidir sobre mi vida.
Una vez ya en el parque, nos quedamos cerca del puente, esperando a que el señor Jeon llegara, el clima estaba fresco, el sol no quemaba tanto como otros días, así que no sería incómodo llevar los guantes que eran de satin, me llegaban exactamente a la muñeca, pero por primera vez no me parecieron sofocantes.

— Cariño, antes de que llegue ese hombre me gustaría decirte algo — lo vi a la distancia, se veía feliz, yo me sentía de la misma manera.

— Claro madre, dime.

— Déjalo impresionado con tu inteligencia y si comienza a ser grosero destrúyelo con tus palabras.

Era lindo tener a mamá aquí, siempre me hacía sentir menos nervioso, así que con un asentimiento confirme que lo haría, ella me miró con una sonrisa antes de borrarla cuando aquel hombre junto con el conde Kim aparecieran, nos saludamos igual que siempre y comenzamos a andar por la vereda.