Servicio.

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El oficial llevó a Rey a casa de Rose, cuándo llegaron está abrió la puerta y dijo:

-Lo siento mucho Rey.

-Rose...

Está la abrazó y el oficial explico todo a la mamá de Rose. Cuándo ya se iba, se acercó a Rey y le preguntó:

-Estas bien? Necesitas algo?

Ella asintió y el sacó una tarjeta, se la dió diciéndole:

-Sí necesitas algo, lo que sea; llámame de acuerdo.

-Esta bien- le susurró.

Esté la abrazó mientras ella le mojaba su chaqueta con sus lágrimas, sin saber que no la volvería a ver hasta muchos años después.

La soltó y le dijo:

-Buena suerte Rey.

-Gracias- le contestó.

El oficial se fue y por primera vez se dió cuenta de que estaba sola, no tenía a nadie; las lágrimas volvieron a salir cuándo Rose la abrazó diciéndole:

-Vamos Rey, hay que entrar, ven.

La llevó adentro, la mamá de Rose hizo chocolate caliente y luego Rose la llevó a la cama dónde lloró hasta quedarse dormida.

A la mañana siguiente cuándo despertó se dió cuenta de que no estaba en su casa. Empezó a llorar, entonces entró Rose y le dijo destapandola:

-Vamos Rey hay mucho que hacer.

-No quiero- le dijo tapándose de nuevo.

-Por favor Rey, tenemos que organizar el funeral.

Las lágrimas empezaron a salir de nuevo, entonces se destapó y Rose la abrazó diciéndole:

-Vamos Rey, no te preocupes, siempre voy a estar contigo.

-De verdad.

-En serio.

-Gracias Rose.

-Vamos, hay mucho que hacer.

Se levantaron y fueron a desayunar. Rey apenas comió algo. Él oficial juntó a la mamá de Rose organizaron el servicio fúnebre. Sería al día siguiente.

En la noche Rose fue a ver cómo estaba Rey y al verla llorar sólo la abrazó sin decir nada.

Al día siguiente, a las 6:00 pm salieron de la casa hacia la iglesia, harían una pequeña misa antes del funeral. Ya estaba llena. Ellas se sentaron hasta delante y Rey comenzó a ver a todos los amigos y conocidos de su madre, incluso vió a la hermana de su mamá con una chica de la edad de ella.

La misa fue breve pero muy linda, todos pasaron a decir algo. Después de esta fueron al cementerio para el funeral, también fue corto pero muy hermoso, ella ya no lloró aunque estaba triste.

Cuándo llegaron a la casa de Rose dónde habían organizado una comida después del funeral, ella salió al patio, había tanta gente y tantas manos que apretar, tantos pesames que recibir. Ya se había hartado.

Allí estuvo un buen rato cuándo escuchó unos pasos, volteó y su tía se le acercó mientras le decía:

-Querida Rey, lo siento mucho.

-Ah, hola y gracias.

-No te preocupes, nunca más estarás sola.

Ella se le quedó viendo sin saber que su futuro iba a ser muy diferente a cómo ella esperaba.


Otro capítulo.

Saludos Marí 😉.

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