sexo, drogas y otras cuestiones.

Decisión.

Después de unos días aunque seguía dolida ya se levantaba y hacia algunas cosas, no quería ser un estorbo en casa de Rose.

Está siempre le decía que sería bienvenida pero ella se sentía una extraña ahí.

Casi todo el tiempo se la pasaba afuera, no quería molestar, no tenía un hogar y aparte era menor de edad. El oficial le dijo que la casa de su mamá se podía vender y ahorrará el dinero pero ella no quiso; podía volver a hacerla su hogar en unos años.

Un día su tía fue a visitarla antes de volver a su casa y le preguntó:

-Cómo estás cariño?

-Bien, gracias.

-Puedo proponerte algo!

-Claro, que pasa!

-Porque no te vienes a vivir con nosotros.

-Yo...

Rey estaba atónita. No la conocía bien pero la veía segura de lo que le estaba diciendo. Ella suspiro y le preguntó:

-Esta segura?

-Claro, porque preguntas.

-No lo sé, no quiero molestar.

-Rey, hija, tú no eres una molestia.

Ella sonrió y le dijo:

-Gracias.

-Piensalo por favor cariño.

-De acuerdo.

Cuándo estuvo sola de nuevo, pensó en su madre. Ya no lloraba al pensar en ella pero se sentía triste. No estaba segura de ir con su tía. Ahí podía terminar la escuela y después buscar un trabajo, tenía dónde vivir, además ya casi era una adulta, tenía 17.

Cuándo llegó a casa de Rose, está le preguntó:

Dónde andabas?

-Fui a caminar, lo siento.

Rose la miró y la abrazó diciéndole:

-No te preocupes, pero avísame de acuerdo.

-Esta bien.

Rey subió a la habitación y se acostó en la cama. Se puso a pensar en lo que su tía le dijo, tal vez otro ambiente la haría sentirse mejor, conocer a otras personas, estaba segura de que la ayudaría.

Dos días después su tía fue a verla otra vez y le preguntó:

-Qué decidiste Rey?

-Qué iré contigo- le contestó.

-En serio!

-Sí, lo he decidido.

-Muy bien, Kydel se alegrará; nos iremos en unos días, te parece bien, verdad!

-Sí, claro.

Ella suspiro, esperaba que todo resultará bien y que en el futuro vinieran cosas buenas.

Otro capítulo.

Saludos Marí 😉.