𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗮𝗽𝘂𝗿𝗼𝘀 ❁ hyunin

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- JA JA JA - las carcajadas del mayor inundaron el lugar - ¿cómo harás eso?, no eres Felix.

- Por eso mismo, yo haré que estés con el chico que amas.

- Muy bien, eso espero, ahora me largo.

A Jeongin le asombraba en demasía los cambios tan drásticos de Hyunjin, hace apenas unas horas estaban durmiendo en la misma cama y ahora lo trataba de esa manera, en definitiva era un idiota.

Sin embargo, no le prestaría atención por el momento, era desgastante estar peleando con un tipo como él, porque por más que en los últimos días se esforzaba por tratar de llevar la fiesta en paz simplemente el otro parecía construir altas barreras para que sus vidas no se relacionaran más.

¿Tan malo era tener a alguien como él de amigo o por lo menos en su vida?

Tonto Hyunjin, el rubio no dejaría que su actitud causara estragos en su cotidianidad.

Ese día el más alto fue de nuevo a su oficina para seguir con su difícil trabajo, de verdad que últimamente lo estaba sintiendo muy cansado, pero después de todo él era muy responsable con sus obligaciones y no iba a dejar que cuestiones personales repercutieran severamente en su labor.

Sabía que eso mismo estaba ocasionando su mal humor, durante esos días estaba pensando en buscar a su abuelo para disculparse con él, pero recordaba como siempre estaba recalcando su inconformidad por su relación, así que priorizaría recuperar a su novio y demostrarle con eso al señor que estaba equivocado y que su relación era muchísimo más fuerte que cualquier otra cosa, posiblemente con ello su abuelo por fin aceptaría su compromiso con el bonito pecoso.

Pero para eso el estúpido Yang debía darse prisa, pensando en eso recordó lo mal que se estaba portando con él, pero sinceramente consideraba que era lo mejor pues después de que volviera a lo que tenía con Felix, el odioso mocoso ya sería un cero a la izquierda en su vida pues veía innecesario tener que relacionarse más adelante, no después de que le arruinó la bendita boda.

Yang Jeongin no tenía ningún valor en su vida.

Y como si lo estuviera llamando con los pensamientos, un rubio con una mochila sobre el hombro y su característica lonchera de ositos entró sin pedir permiso a su oficina mientras él divagaba en sus pensamientos.  

Pero ¿qué hacía ese niño ahí?

Todo tenía una respuesta, pues para esta conjetura era muy sencillo. Después de que Jeongin regresó de su jardín de prácticas se puso a estudiar, pero no podía concentrarse por más que lo intentara, buscó algunas estrategias de estudio y justamente una de ellas era que alguien más te hiciera preguntas sobre la información en cuestión.

Pero ¿quién podría ayudar a esta pobre alma en pena?, su única opción era Hyunjin así que sin dudarlo fue hasta la cocina para preparar algunos aperitivos, sabía perfectamente que el alto se opondría por completo así que su arma secreta era nuevamente sobornarlo con algo de comida. Esa fue la sencilla razón por la que apareció de la nada.

- ¿Qué diablos haces aquí Yang? – Hyunjin se puso de pie pareciendo molesto - ¿cómo entraste?, ¿dónde mierda está mi secretaria?

- Yo qué voy a saber sobre eso – caminó de manera segura hasta el escritorio.

- Ahora ¿qué quieres o qué vendes?

- Ayúdame a estudiar.

- Estás loco, tengo mucho trabajo, no tengo tiempo para esto.

- Traje algunas cosas que podemos comer.

- No te pedí que lo hicieras.

- Es mi soborno para que me ayudes, sé perfectamente que no has comido – mintió, solo había intuido eso.