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Hyunjin ya empezaba a desesperarse, estar en un hospital era de las cosas más estresantes, lo odiaba por completo, pero ¿cómo llegó a eso?, pues bien, llevó a Jeongin hasta el lugar.

Después de escuchar el grito de su mamá bajó de su auto rápidamente y apenas a unos metros de distancia vio a Yang tirado sobre la banqueta totalmente inconsciente, corrió hasta él haciendo a un lado a las personas que empezaban a rodear el cuerpo tendido, se encogió y lo tomó entre sus brazos para llevarlo hasta su auto y partir al hospital más cercano.

En el camino la señora Hwang lucía muchísimo más desconcertada sin embargo no hizo comentario alguno por la reacción de su hijo, solamente veía cómo maldecía cada que se encontraba con un semáforo en rojo y tenía que detenerse, en esos momentos volteaba a ver al asiento trasero donde se encontraba acostado el menor y retiraba el cabello de su frente. Cuando estuvieron más cerca del hospital, el pelinegro llamó a su doctor de confianza para que ya los estuviera esperando cuando llegaran.

En muy pocos minutos ya se encontraban ingresando a la zona de emergencias – por petición de Hwang – le encargó de sobremanera la salud de Jeongin al doctor Park y ahora sí partió a la sala de espera.

Su mamá quería acercarse y preguntarle la razón de su tan drástico cambio si hasta hace algunos minutos lo llamaba idiota y ahora parecía que le haría un agujero al piso de tanto estar dando vueltas. Finalmente se decidió por acercarse y preguntar, pero el doctor le ganó, llegó para informarles sobre el estado de salud del menor.

- ¿Cómo está?, ¿ya despertó?, ¿se va a morir? – preguntó Hyunjin desesperado.

- No se va a morir, tranquilo, sufrió una descompensación ¿sabes si ha estado expuesto a mucha presión o si ha peleado mucho con alguien?

- Sí – bajó la cabeza al responder eso pues sabía perfectamente que en parte era su culpa.

- Entonces debes procurar que ya no se exponga a todo eso, ¿por lo menos sabes todo lo que ese chiquillo tiene?

- No.

- Te lo diría, pero mi ética profesional no me lo permite, su expediente me preocupa demasiado así que cuídalo.

- Está bien, ¿puedo pasar a verlo?

- Claro, adelante.

Hyunjin ni siquiera le preguntó a su mamá si ella quería pasar a ver al menor primero. Tomó su saco que descansaba sobre un sillón en el sitio y se encaminó hasta la habitación 45, justo donde se encontraba Jeongin.

Con algo de duda ingresó y se acercó hasta la camilla, sinceramente no sabía qué decir pues el menor estaba acostado de lado viendo un lugar en específico por lo que no se dio cuenta de que alguien más ingresó.

- Hola - fue lo primero que se le vino a la mente.

- Hola - volteó a ver de quién se trataba - ah, eres tú.

- ¿Tan mal de salud estás? – preguntó el alto con curiosidad y tratando de aligerar el ambiente.

- Dijiste que no somos amigos así que no creo que te interese mi salud.

- Yang.

- Yang nada, no quiero hablar sobre esto, por favor entiéndelo, como tú lo dijiste, aún no tenemos esa confianza y no creo que la lleguemos a tener algún día.

- Te entiendo y lo siento, pero

- ¿Pero?

- ¿Y si te mueres mientras estamos juntos?, quiero decir, en la casa o no sé, por ejemplo, ahora que estábamos en mi auto, pueden culparme de asesinato.
 
La cara asustadiza del mayor causó una pequeña sonrisa en Jeongin.  

𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗮𝗽𝘂𝗿𝗼𝘀 ❁ hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora