Parte II

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Abrió la puerta lentamente y de igual modo asomó la cabeza para mirar a ambos lados del pasillo.

- No hay moros en la costa – murmuró hacia atrás y el doctor Park salió rápido del armario y sin llegar a correr se perdió por el pasillo doblando hacia otro pasillo a la derecha.

Volvió a mirar hacia ambos lados del lugar y como no vio a nadie, salió disparado en la misma dirección donde se había perdido su colega.

- ¡Doctor Moon! – tuvo que frenar en seco cuando alguien le llamó.

- Doctor Eunwoo, que alegría verlo... pero, estoy un poco ocupado así que si me disculpa... -- retrocedía a medida que hablaba pero el otro ya lo había alcanzado.

- No puede irse – lo tomó del brazo para arrastrarlo de vuelta al puesto de las enfermeras, que estaba en la dirección contraria a sus pretenciones iniciales: Ir a darle como cajón que no cierra al doctor Park – necesito que revise una ficha médica y me dé su opinión.

- Doctor Eunwoo, debo ir a otro asunto ahora, a lo mejor en media hora o una hora o quizás mañana pueda revisar la ficha... ¿está bien? ¡Bai! – y mas rápido que Usain Boltz corrió por el pasillo esquivando a todo quien se le cruzará en el camino.

Iba tan empecinado en correr que casi pasa de largo, por lo que tuvo que hacer un amague para volver sobre su eje y entrar veloz por la puerta que deseaba.

Tan atarantado entró, que chocó con una silla y se golpeó en la rodilla.

- Llega tarde – le recriminó Park que estaba sentado en su escritorio de brazos cruzados y recargado sobre su silla.

- El idiota del doctor Cha me distrajo – se sobaba la zona lesionada – pero ya estoy aquí. ¿En que habíamos quedado? – rodeó el escritorio para acercarse a su colega, pero este le puso un pie en el pecho deteniéndolo en su acción.

- ¿Así que lo distrajo el doctor Cha? – preguntó suspicaz.

- ¿Solo nos corrimos una paja y me va a celar? ¡Dios, me siento halagado! – Jinwoo chasqueó la lengua molesto por el sarcasmo y quitó el pie del pecho de Moon por lo que el mas alto aprovechó de tomarlo por la cintura con ambos brazos, alzándolo encima del escritorio para sentarlo ahí, y luego ocupar él la silla del doctor ubicándola frente al más bajo, quien abrió las piernas en clara invitación. Bin lo tomó de la barbilla obligándolo a inclinarse hacia adelante para besarlo, al tiempo que, sin pararse de la silla, empujaba contra el escritorio acercándose más a su colega.

Park lo tomó por los hombros y se bajó del escritorio para sentarse a horcajadas en su regazo. Fue cosa de tiempo, para que nuevamente delantales y uniformes clínicos de la parte superior fueran despojados de sus cuerpos mientras se besaban como si no hubiera mañana.

- Ahhh – suspiró Moon – ya estoy duro.

- Así lo siento – Jinwoo dio unos cuantos saltitos sobre el mayor, quien gruñó extasiado.

- Ya quiero entrar – susurró mientras sus manos apretaron el trasero del menor.

- No. Yo voy a entrar – replicó Jinwoo molesto y cruzándose de brazos, enfatizando cada palabra.

Moon Bin alzo la ceja perpicaz al darse cuenta que Jinwoo no cedería el trasero a sus intenciones.

- Ok. Ambos queremos serlo y estamos a contratiempo, porque nos pueden llamar en cualquier minuto – dijo Bin en actitud pensante – así que solo queda una solución.

Delectable - JINBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora