Kayla. Mis padres abdl

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La enfermera sale de la habitación, me dijo que pronto pasarían por mi y que el costo de mi larga hora internada estaría costeada por el seguro de mi universidad, yo agradezco eso.

Pero no me siento bien, y no por el obvio mareo contante o porque mi brazo aun duela. ¿podría alguien ayudarme a desaparecer del mundo?.

Aquel hombre y aquella mujer siguen enfrente de mi, quiero llorar a solas y su presencia llena de lástima hacia mi no me deja.

Como si no fuera peor, cada que me muevo y me quejo por la intravenosa, alguno de los dos me dice que me quede quieta para que no me lastime más.

No me ayudan.

- quiero mi.. teléfono

El hombre me mira, gira su vista hacia mí mochila y la toma para abrirla frente a mi, estoy algo incomoda con que un extraño toque mis cosas, pero intuyo que no me dejara hacerlo sola.

Cuando me lo entrega, yo cruzó mirada la mujer accidentalmente, y su acción es sonreírme amorosamente.

- quieres algo más, cariño?

Mi ceño se frunce, ella se da cuenta y suelta un "lo siento" casi inaudible solo logrando que me sienta culpable, el médico no me dejó de buen humor y yo me estoy desquitando con dos desconocidos.

Ni siquiera reviso mi teléfono, suspiro y tallo mis ojos.

- lo siento.. muchas gracias por traerme aquí.
- oh no fue nada, solo queríamos ayudarte.
- yo lamento mucho que por mi culpa.. estén aquí, seguramente estaban ocupados y yo solo..

Me detuve porque no quiero llorar, enserio no puedo hacerlo de nuevo, sin embargo, no me resistí a ocultar mi cara en la almohada.

Pronto siento una mano acariciar mi cabello.

- no fue tu culpa cariño, fue una accidente, esta bien.

Ustedes saben como se siente, verdad? Cuando algo que no sabias que deseabas sucede y tu pecho se siente cálido.

La acción me hizo girar un poco mi cabeza y esta vez mirarla adrede, tal vez rogándole con ello que sugiera hablando.

- ese doctor fue un grosero, cierto?

- lo voy a demandar - habla el hombre, no recuerdo que su voz fuera tan grave, o tal vez solo esta molesto, pero mi piel se erizo un poco al escucharlo.

La risa repentina de la mujer me distrae.

El hombre bufa.

Mientras los veo y olvido todo por segundo, recuerdo una cosa.

- como saben mi edad?
- revisé tu mochila mientras dormías, tenía que darle tus datos a la enfermera para que te admitierán - suelta el, me apena que haya tocado mi mochila, pero en este punto que podría salir peor.

- entonces, no tienes padres?
- qué?

La mujer está por repetir la pregunta, entusiasmada, pero el hombre la detiene poniendo su mano sobre su boca.

- creo que no nos hemos presentado correctamente, soy Eder y ella es mi esposa, Mia. Tu eres Kayla, no es asi?

¿habrá leído mis apuntes también?

Ignorando eso, los miro por primera vez, con detenimiento.

Pantalón de vestir y una camisa blanca, sin corbata, se ve joven por su rostro pero por alguna razón puedo distinguir en su cabello algunas canas, tiene buena forma y definitivamente es alto, es atractivo, nunca me había gustado la barba en alguien. Y ella, tiene el cabello obscuro casi hasta la cintura, es ondulado y sus pestañas son increíblemente largas, sus labios están pintados de rosa y tiene puesto un vestido blanco, literalmente parece que va a un picnic o algo similar, es linda, mucho.

No tengo tiempo suficiente de pensar mas en ellos cuando mi teléfono en la mano suena, rápidamente contesto, es mi encagada educativa, me informa que esta firmando mi alta del hospital y que me espera abajo.

La platica rápida fue obviamente escuchada por ellos dos también. Pero no creí que eso fuera importante hasta que la llamada terminó.

- kayla, es muy lindo nombre - suelta la mujer.

- le hablaré a una enfermera para que te retire el suero - finalizó el hombre, saliendo de la habitación, algo serio.

Yo no entiendo porque me siento culpable.

- hice algo mal?
- claro que no, solo, creo que es hora de que todos vayamos a casa, cierto?

Asiento con la cabeza, pero la mujer no me presta mucha atención cuando toma mi mochila y acomoda las cosas con cuidado.

- sabes, estaría bien que comieras tus tres comidas diarias.
- lo sé.. lo intentaré.
- no está bien que olvides alimentarte solo por buenas calificaciones, si no estas sana no serviría de nada.
- lo.. lo siento.
- a que hora te duermes normalmente, cariño?
- suelo dormir temprano.
- la última vez te encontramos a las diez en el supermercado, creo que esa no es hora para estar despierta.

Que me recuerde el segundo momento mas vergonzoso de mi vida hace que mis mejillas se pinten de nuevo.

- lo.. lo siento..

Pero su mano acariciando mi cabello de nuevo me reconforta.

- estas segura de que estarás bien, cariño?

No le contestó porque no se que decir, a que se refiere exactamente? no estoy bien, casi muero hoy y fui regañada por un doctor, tengo sueño, hambre y mi cabeza aun duele.

- princesa.. - susurra frente a mi.

Ella toma mi mano y la acaricia con cariño, la veo sonreír cuando ve con atención lo pequeñas que son.

- no creas que es muy raro lo que te voy a pedir, pero es como instinto maternal, sabes? solo quiero asegurarme de no encontrarte a punto de desmayarte de nuevo.
- comeré bien.. lo prometo..
- lo sé, lo sé. pero, podrías darme tu número de celular? tus padres no están aquí contigo y creo que necesitas de alguien que.. te vigile?

Nunca lo había pensado de esa forma, creí que ser independiente no se me daba bien pero como siempre, creí también que sabia disimular mis problemas, pero es obvio que el hecho de casi desmayarme hoy no representa eso.

A parte, no creo que me quieran hacer algo malo, son amables, lo poco que los e visto. se preocupan mucho, aunque que lo hagan con alguien como yo aun se me hace extraño, ¿vigilarme?, no quiciera tener ojos sobre mi cuando escondo tantas cosas.

Eso me hace dudar un poco.

- que tal si uno de estos días, vamos a cenar? a Eder le encantaría tanto como a mi, si estas de acuerdo, incluso nosotros pasaremos por ti a la universidad - suelta ella.

Creo que notó que estaba por negarme, pero ahora, como podría que decir que no?