Me asomó por la ventana por décima vez.
El sol ya está ocultó sobre las nubes, los faroles de la calle están encendidos y el aire se comienza a hacer frío.
Porqué aún no llegan?
No soy una persona que se crea capaz de quedarse en un lugar tan vacío y próximo a estar oscuro. Y es qué la luz de la habitación es la única encendida, puesto que, no he querido salir de aquí desde que eder no esta en casa. Desconozco dónde está la luz que ilumina el pasillo frente al cuarto o la luz que ilumina las escaleras, ahora con solo abrir la puerta y ver la oscura casa, me pongo algo temerosa.
Decido volver a la cama y sentarme en ella, cubrirme con la cobija en un intento de sentirme más segura y tratar de no pensar tanto las cosas.
Estuve de ese modo casi veinte minutos antes de escuchar un carro llegar frente a la casa, algo interesada me puse de pie para caminar hacia la puerta de la habitación y abrirla.
- kayla?
La voz de Eder me asustó un poco.
- ..si?
Escuchó su caminata apresurada por las escaleras y la luz del pasillo por fin se ilumina.
- dormías?
- no.. pero tardaste mucho en regresar.. - protesto temerosa.Él me mira algo confundido y asiente.
- lo siento, tenía que hablar con Mia.
Al nombrarla la veo al inicio del pasillo, con una actitud timida e inquieta.
- kayla, vamos al comedor por un momento, los tres necesitamos hablar.
- no.
- Mia esta arrepentida kayla, se que no quieres hablar con ella, pero es necesario.
- no quiero eder.. por favor.Eder suspira y gira detrás de él para ver a su esposa, le indica algo y veo a Mia bajar de nueva cuenta por las escaleras.
- kayla, mañana quieres que te lleve de vuelta la universidad? - pregunta amable.
Lo miró confundida. Y después de unos segundos me alejó un poco de la puerta con la mirada llorosa.
- no no no, si no quieres ir no llevaré kayla, lo prometo - se apresura a decir.
- no quiero ir eder - suelto al fin, algo afligida, recordando todo.- te puedes quedar aquí el tiempo que quieras, de acuerdo? -
- no quiero molestar..
- no lo haces, yo solo quiero saber si tu quieres estar aquí más días, eso quieres?Asiento de forma timida y limpio las pocas lágrimas en mis mejillas.
- hay que bajar, si? necesitamos hablar.
Eder me deja pasar primero, al iniciar a caminar sé que va detrás mío y me siento de alguna manera obligada a seguir avanzando. Aunque esa no sea la situación real, solo que yo suelo evitar las situaciones que consideró difíciles y no se como huir de esto.
Mia esta ahí, sentada en una silla del comedor, yo me congelo cuando la veo.
Eder pasea su mano por mi espalda de forma tranquila y acomoda una silla para que me siente.
- no tienes que hablar si no quieres kayla, solo escuchanos - susurra junto a mi oído para después sentarse de igual manera.- kayla, de verdad lo siento.
Mi atención se centra totalmente en la voz doliente de Mia.
- te vi algunas veces con tu amiga y al ver que se llevaban tan bien creí que ella sabia todo... no debí haberme metido de cualquier manera.
- desde el inicio... no debí haberme metido en tu vida de esta manera - suelta en voz baja.
Mia suspira y mira a Eder.
- eres bienvenida aquí el tiempo que quieras, eder me explicó que tuviste una discusión con ella por culpa mía así que... entiendo que estés afectada. no tocaré el tema de nuevo y no quiero que te sientas obligada a nada.
- lo único que quiero es que te sientas tranquila aquí, por favor kayla, olvida todo lo que eder y yo hemos intentado contigo y no te sientas presionada de ninguna manera. te parece bien?
El nudo en mi garganta no me deja hablar y no me gusta la sensación extraña en el pecho, Mia me mira atenta esperando una respuesta y Eder no deja de acariciar mi espalda intentado brindarme tranquilidad.
- quieres subir de nuevo? - me pregunta él, de forma calmada.
Pero yo niego al instante y siento mi mirada humedecer.
No me gusta sentirme culpable, no me gusta que se disculpen conmigo, y no me gusta la forma tan vulnerable en la que me siento cuando estoy junto a ellos.
Eder no espera mucho y se levanta de su asiento para inclinarse y ponerse a mi altura, quitando el cabello estoboso de mi cara y limpiando con suavidad las lágrimas en mis mejillas, seguido me toma de la mano y yo me levanto para seguirlo hacia las escaleras, el pasillo, y hasta llegar a la habitación donde me quedo.
- esta bien kayla, no te preocupes -
Eder acomoda las cobijas de la cama y me hace tomar asiento.
- no haremos nada que no quieras, prometo ni siquiera mencionar tus estudios hasta que te sientas lista en regresar. Descansa un poco.
Eder camina hacia la ventana y la cierra para que el viento no entre más a la habitación y me mira con inquietud.
- no has dicho nada - suelta bajo.- kayla, solo me gustaría saber si estas mejor ahora, lo estás?
Asiento con la cabeza sin esperar un segundo, aunque mi mirada siga borrosa y la sensación extraña siga en mi pecho.
- mañana saldré a trabajar desde temprano, solo estarán Mía y tu hasta las cuatro o cinco de la tarde... por favor, baja a desayunar y a comer, no me gustaría que te quedes todo el día en la habitación.
Asiento una vez más.
- de acuerdo. Si necesitas algo puedes marcarme, se que aún no te sientes cómoda con Mia.
Eso es cierto, no me siento cómoda con Mia, pero no por lo que hizo, no me siento cómoda porque por culpa mía peleó con si esposo, salió de su casa durante una día y una noche y porque ahora tiene que aguantar verme vivir en su hogar.
- quieres que apague la luz, kayla?
Eder esta en la entrada de la habitación, apunto de salir, soltando aquella pregunta de forma interesada, tal como alguna vez lo soñé, pero no me siento bien ahora.
- si, por favor.
La oscuridad que nunca me ha gustado y el silencio que odio inundan aquella solitaria habitación despues de que el se va. Y yo me acuesta en aquella cama y cierro los ojos de forma cansada sintiendo ya como mis lágrimas escurren hasta la almohada.
ESTÁS LEYENDO
Kayla. Mis padres abdl
Roman pour AdolescentsLlevo un tiempo en este pasillo de supermercado, mi mente no deja de atormentarme con eso, haciéndome creer que toda persona que me ve piensa que lo que tengo entre mis manos es para mi y me juzga en silencio por ello. Quiero decir, claro que lo es...