El departamento estaba terminado, ya no había ninguna caja estorbando en las habitaciones y los sofás estaban mejor acomodados. Mi estudio había quedado perfecto y me encantaba pasar mas tiempo ahí.
─No me vuelvas a poner a mover muebles por favor, me duele la espalda ─ se queja Clara dejándose caer en el sofá.
─Solo acomodaste tu escritorio ridículo. ─ dejo el trapo con el que limpiaba la mesita que colocamos en el centro de la sala y pongo el florero de margaritas en medio.
Margaritas artificiales por que suelo olvidar ponerles agua a las naturales.
Clara parece quedarse dormida por que ya no me responde y el ronquido que abandona su boca me lo confirma.
Niego con la cabeza dirigiéndome a mi habitación, faltan tres días para la firma y como soy una persona perfeccionista necesito tener mi ropa lista, abro mi armario y lo primero que veo son vestidos con estampados de flores, solo eso.
Abro la otra puerta del armario y veo pijamas, jeans y sudaderas.
Creo que necesito ir de compras.
Miro mi reflejo en el espejo y mi aspecto termina sacándome una carcajada, dios mío me veo fatal. El cabello desordenado, la playera huele a químicos por los productos de limpieza que utilice y parece que ayer olvide desmaquillarme porque el rímel manchado bajo mis ojos se nota mas que todo lo demás.
Me dirijo al baño para darme la ducha los más rápido posible y al salir solo me coloco unos jeans rotos y una sudadera color beige, no olvidemos los converse blancos y como el clima comienza a refrescar me coloco un gorro blanco en la cabeza. Tomo mi bolso, la cartera y el celular.
Cuando salgo a la sala me encuentro a Clara comiendo cereal mientras revisa no sé qué, en su computadora, mis pasos hacen que despegue la mirada de la pantalla.
─ ¿Saldrás? ─ pregunta antes de llevar una cucharada de cereal a su boca.
─iré a buscar ropa para la firma, ¿vienes?
─ Dame cinco minutos. ─ se pone de pie casi corriendo, dejando el plato de cereal casi lleno, el que se fue a la villa perdió su silla, me lo voy a terminar yo.
Clara vuelve aparecer vestida como si fuera a salir de fiesta.
Pantalones negros, blusa gris de encaje y encima lleva la chaqueta de cuero que le regale en navidad el año pasado.
─ ¿Cómo es posible que en 5 minutos te arreglaras tanto? ─ pregunto sin dejar de mirarla.
─ Solo me cambie, tengo frio y no pienso bañarme hoy.
─ Podías salir en pijama ─ mención mientras mis ojos se quedan mirando como coloca labial rojo en sus labios.
─Uno nunca sabe cuándo conocerá al amor de su vida Ally ─ guarda sus cosas en el bolso y toma las llaves del auto haciéndome una seña para que salga primero.
Cerramos la puerta del departamento con llave y cuando volteamos a mirar hacia el elevador vemos como sus puertas comienzan a cerrarse.
─ ¡Corre que no se cierren! ─ grita Clara haciéndome correr hasta el elevador, pero antes de que pueda decir algo una mano se atraviesa entre las puertas evitando que se cierren.
Cuando vuelven a abrirse me quedo completamente quieta observando al hombre de cabellos dorados sonreírme.
─ ¿Van a bajar? ─ pregunta, pero parece que olvide como hablar.
Me mira esperando una respuesta y como no obtiene respuesta mira detrás de mí.
Es alto, sus ojos son del color de la miel y si lo miras con más atención podrás ver las pequeñas pecas que adornan su nariz y parte de sus mejillas, va vestido con un traje gris completamente acoplado a su cuerpo, en la mano que no atravesó las puertas del elevador sostiene un maletín negro con las iniciales de alguna empresa.
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Todavía Te Quiero
Teen FictionAlly estaba por comenzar una vida completamente nueva, en un lugar completamente nuevo y diferente en el que ha vivido toda su vida, uno en donde solo estuviera ella, su mejor amiga y todo lo que tuviera que ver con los libros que escribía. El pla...