CAPÍTULO 35🤍

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Reprimo el impulso de alejarme cuando el Doctor se acerca con una linterna hacia mi ojo. Después de pasar como menos de cinco segundos alumbrando hacia mi ojo se aleja, guarda la linterna dentro del bolsillo de su bata y acomoda sus gafas sobre el puente de su nariz.

La enfermera que también se encuentra en la habitación me acerca un pedazo de algodón bañado en alcohol. Lo llevo a mi nariz e inhalo bajo la atenta mirada de mi madre.

—Esta perfectamente bien, tal vez se deba al cansancio.

Después de que hace dos días tuve una cita con el doctor, esta mañana mi cabeza decidió que era el momento perfecto para mostrar las secuelas de mi mes en estado de coma.

Mientras me hacia mi desayuno tuve un mareo, lo ignoré porque supuse que se debía a que muy apenas y dormí por pasar la noche escribiendo. Pero mientras desayunaba parada recargada en la barra de la cocina y mirando una serie en la televisión me desmaye.

Y para mi desgracia me encontraba sola en el departamento, Clara se encuentra trabajando, sus padres regresaron a Manchester ayer por la noche, mi padre también se encuentra haya por asuntos de su trabajo y mi madre se encontraba en el supermercado comprando las cosas para la cena que tiene pensado llevarse a casa de Logan para navidad.

¿Cómo se dieron cuenta de mi desmayo?

Al parecer al caerme hice mucho ruido por que una de las vecinas con las que mi madre había entablado una amistad, escucho y la llamo.

Mi madre llevo justamente cuando comenzaba a tener conciencia, pero ni las mil veces que le dije que me encontraba bien fueron suficientes para evitar que me trajera al hospital.

Ahora estoy sobre una camilla con tres pares de ojos sobre mi mientras aplasto un algodón sobre mi nariz y con tres radiografías de mi cabeza sobre el escritorio del Doctor.

Sus palabras solo confirman lo que yo le e estado repitiendo a mi madre desde que desperté, pero sigue insistiendo en que me realicen mas estudios, si es posible de sangre.

—¿Y su pierna? ¿Cómo se encuentra su pierna? — le pregunta mi madre al doctor al quedarse sin preguntas sobre mi desmayo.

Ruedo los ojos y el doctor me sonríe divertido.

—Se encuentra sanando, ya habíamos checado el hueso roto hace dos días. No hay nada de que preocuparse.

Mi madre asiente viendo hacia la bota protectora de mi pierna.

—¿No hay problema si deja de usar las muletas? — dice mi madre girándose a mirarme — Dejo de usarlas desde que salió del hospital y esta niña no entiende que es por su salud.

—Las muletas eran para que tuviera mas comodidad al caminar ya que su pierna no estaba tan frágil cuando salió, puede dejar de usarlas siempre y cuando no recargue todo su peso sobre el hueso roto.

Mi madre vuelve a asentir.

Me giro a mirar al doctor.

—¿Ya podemos irnos? — pregunto.

El doctor se gira hacia su escritorio y toma dos de las radiografías mientras las mira va asintiendo con la cabeza.

—Si Ally, las radiografías no me muestran nada que sea anormal. —Se gira a mirar a mi madre. — Si vuelve a desmayarse no dude en traerla.

Mientras mi madre camina hacia el doctor para pedirle indicaciones de que hacer exactamente al momento de que yo tenga un desmayo. Yo ajusto el protector de mi pierna y bajo de la camilla aun con el algodón en la nariz.

Tal vez ya debería tirarlo.

Me acerco al bote de basura para tirarlo mientras escucho a mi madre despedirse del doctor. Cuando regreso a ella engancha nuestros brazos, le sonrió al doctor como despedida y salimos del consultorio.

Todavía Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora