CAPÍTULO 34🤍

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No tengo idea de cuánto tiempo pasamos Logan y yo dando vueltas por todo el centro comercial. Debieron ser bastantitas horas por que ahora mismo el cielo se tiñe de un color oscuro y los locales de las calles comienzan a encender sus luces de afuera.

El olor a comida inunda el auto por completo mientras veo los dedos de Logan repiquetear en el volante al ritmo de la música del radio.

Lo miro y una sonrisa se dibuja en mi rostro, tiene el ceño ligeramente fruncido mientras presta toda su atención hacia al frente, pero se ve de cierta manera muy relajado, una de sus manos esta sobre el volante mientras la otra se posa con total naturalidad sobre mi rodilla.

Debo aceptar que al momento de sentir la piel de su mano sobre la piel desnuda de mi rodilla mando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Al final aquella reacción se quedo concentrada en mi pecho y ciertas partes que evito pensar para no dejar mi rostro como un tomate y ser victima de las burlas del hombre a mi lado.

Mi cabeza se queda inundada de preguntas y dudas que tengo sobre nosotros ahora mismo, ¿Qué es lo que ahora intentaremos ser? Y sobre todo mi mente no deja de repetir una y mil veces el momento en el que su boca estuvo sobre la mía. Fue solamente una caricia de nuestros labios, pero fueron tantos los sentimientos que se mantuvieron sobre mi pecho, al inicio tuve el impulso de separarme, pero muy dentro de mi sabia que eso era lo último que quería hacer.

Me lamo los labios ante el recuerdo y muerdo mi labio inferior mirando hacia la ventana del coche obligando a mi mente a concentrarse en otras cosas.

Por ejemplo, en la ropa que le compre para usar en navidad, la cual me hará soltar una carcajada, pero espero y no se moleste.

El auto entra al estacionamiento de su departamento y yo aprovecho para tomar las bolsas de comida que están en los asientos traseros del coche. Hoy nosotros les invitaríamos la cena a los demás. El auto se detiene y cuando estoy por abrir la puerta su mano.

Me giro a mirarlo confundida.

—¿Pasa algo? — le pregunto.

Logan asiente viéndose inquieto y apenado, cierra los ojos unos segundos mientras traga saliva, suelta un suspiro y cuando vuelve a abrir los ojos una sonrisa tímida se dibuja en sus labios.

—Hay tantas cosas pasando por mi cabeza ahora mismo, solamente quiero asegurarme de que todo está bien entre nosotros y que mi beso no te asusto y quieras mandarme a la mierda de nuevo.

Me quedo atónita viéndolo, se ve tan asustado y tierno que es imposible no soltar una risita.

Frunce el ceño al escucharme reír, pero se va relajando a medida que niego con la cabeza.

—Esta bien Logan, estamos bien — le respondo.

Logan asiente y estoy por intentar salir de nuevo del coche, pero vuelve tomar mi mano.

—Otra cosa mas — habla y su mirada va hacia el collar sobre mi cuello. Levanta su mirada dejando que el color verde de mis ojos y el avellana de los suyos se mezclen. — Dame un mes.

—¿Un mes? — le pregunto confundida.

Logan asiente varias veces con la cabeza, su mano pasa de mi brazo a la mía y una caricia sobre mis nudillos me hace contener el suspiro que casi se me escapa.

—Un mes para demostrarte que estoy dispuesto a todo para conseguir tu perdón, un mes para que te des cuenta de que todo este tiempo siempre has sido tu.

¿Escuchan eso?

Es mi corazón acelerándose mas de lo que debería, es el sonido de una cicatriz comenzando a sanar.

Todavía Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora