Todavía Te Quiero

CAPÍTULO 37🤍

Míranos, tu y yo de vuelta otra vez - Left The Light In ,Lana del Rey.

Cuando me paro frente al espejo tengo que morderme el interior de la mejilla para que nadie de los que está en la casa me escuche y se pregunten si se me safo un tornillo o por qué me estoy riendo yo sola en el baño.

Hoy es noche buena, es la cena que se hará en casa de Logan y de verdad que no me siento nerviosa ni nada, solamente estoy tranquila. Al principio estaba un poco inquieta por saber que era la ropa que Logan me había escogido y para ser sincera tuve que dársela a mi madre para que la escondiera o terminaría viendo la ropa antes del día.

No estaba segura si Logan había cumplido esa parte del trato.

Tomó mi cepillo y comienzo a peinar mi cabello con la mirada divertida sobre la prenda que llevo puesta.

Es un suéter rojo navideño con la imagen de Santa Claus montando un reno. El mismo que escogí para Logan.

Bueno al parecer seríamos los más combinados está noche.

Al menos me escogió unos jeans negros con aberturas en las rodillas y una bonita diadema roja para mí cabello. Yo le escogí el mismo suéter junto a unos jeans normales y un gorrito navideño. Si no lo veía con el gorro puesto creo que tendríamos un serio problema.

Cuando ya tenía mi cabello listo me colocó la diadema y brillo labial antes de salir del baño.

Entró a la sala encontrándome con Clara viendo una película de romance navideño, lleva un vestido de manga larga rojo, juntó con unos tacones del mismo color. Su cabello lo ató en una coleta alta.

—¿No crees que vistes mucho rojo? — preguntó en broma.

Clara se pone de pie del sofá, camina hasta mí antes de poner sus manos sobre mis hombros y darles un ligero apretón.

—El rojo fue creado para mí, yo soy un rojo intenso y atrayente. — me sonríe antes de plantar un beso rojo sobre mi mejilla. — Mi segundo nombre debió ser Red. "Clara Red Bennet".

Dice su nombre haciendo un movimiento de demostración con sus manos al aire.

—Y es por eso que deseo tanto que mi hija hubiera salido con mi color de pelo, otra pelirroja obsesionada consigo misma me asfixia un poco. — la voz ronca del Señor Bennet hace que Clara sonría luego de rodar sus ojos.

Su padre se acerca a ella y la envuelve en sus brazos luego de dejar un beso en su coronilla.

—Sabes que bromeó amor, tu y tu madre son las únicas pelirrojas que estaría dispuesto a escuchar hablar de sí mismas.

Suelto una risita, el padre de Clara se gira para mirarme y jalar de mi brazo para envolvernos a las dos en un abrazo.

—Feliz casi navidad niñas, hoy no les regalaré ninguna muñeca pero si puedo regalarles esto. — nos suelta del abrazo y abre su saco para sacar un sobre amarillo.

Clara enarca una ceja hacia su padre desconfiada.

—¿Qué es? — le pregunta.

—La única condición es que lo habrán hasta que sea media noche. Aún es 24 y el regalo es para navidad, no nochebuena. — me entrega el sobre. — Tu lo guardarás, conozco a mi hija y no confío en ella.

Clara hace un sonido de ofendida, lleva una mano a su pecho para darle más dramatismo.

Asiento tomando el sobre. El padre de Clara vuelve a besar su cabeza y se despide de nosotras para ir a recoger a su esposa y a mi madre del salón de belleza.