Erᥲ ᥙᥒ doᥒ ᥒᥲdιᥱ, ᥴᥱro, ᥴᥱro
Ahorᥲ ᥱs ᥙᥒ hᥱ́roᥱ vᥱrdᥲdᥱro
Éᥣ ᥒᥙᥒᥴᥲ hᥲ dᥲdo ᥙᥒ ρᥲso ᥲtrᥲ́s
Dᥱ ᥴᥱro ᥲ hᥱ́roᥱ sιᥒ dᥱmorᥲr
Ahorᥲ ᥱs ᥙᥒ hᥱ́roᥱ ᥱᥒ ᥙᥒ trιs trᥲs— Comida, mi más grande amor— Frank comentó llevándose a la boca un trozo de carne— Cuánta delicia servida magistralmente frente a mí, puré de papa, puré de berenjena, lomo de cerdo con salsa de mango, pan de ajo recién horneado, lasaña con queso gratinado, fondue de tres quesos, pastelillos de moras, crema de papa y tocino...—
— Frank, ¿Quieres callarte?— Comentó Willy— Parece que estás a punto de tener un orgasmo—
— ¿Cómo no quieres que me vaya exprese tan bien de esta comida? Es la mejor comida de todo el continente— Comentó el caballero llevándose la cuchara a su boca.
— Dios, son unos subnormales— Vegetta susurró mientras soportaba la discusión de Willy y Frank.
A varios asientos de distancia, Quackity disfrutaba de la comida. Todo era tan nuevo, había tanta comida que él no había visto antes, y a su lado, Fargan y Alexby también comían con bastante ánimo.
Quackity se llevó a la boca una gran porción de ensalada de frutos rojos cuando Luzu le acercó una pequeña bandeja.
— Este es uno de mis platos favoritos— Comentó Luzu. Quackity observó aquella preparación, eran ligeras rebanadas de papa con trozos de lo que parecía ser manzana intercalada con carne deshebrada, una carne curiosa de un color rosado claro, y en la punta había diversas almendras y avellanas, todo cubierto de una salsa de miel.
Quackity ladeó la cabeza en clara confusión.
— Es un mil hojas de papa, manzana y confit de carne de pato— Explicó Luzu.
Claro que al oír lo último, Quackity abrió los ojos bastante por miedo e impresión.
— ¿Ocurre algo?— Preguntó Luzu.
Quackity se apresuró a volver a escribir en su libreta y mostrárselo a Luzu.
"Yo no como pato"
— Oh, disculpa— Luzu volvió a colocar la bandeja lejos— Es que vi a Fargan y Alexby comerlo y creí que a ti también te gustaría—
En ese preciso momento, Quackity volteó la vista para ver a Alexby y a Fargan comer aquel platillo. Los dos animales le miraron con culpa en los ojos y Quackity solo les vio con desaprobación.
Quackity decidió ignorar aquella traición por parte de sus mejores amigos y volvió a escribir algo en la libreta para enseñársela a Luzu.
"No estoy acostumbrado a comer comida así de elegante"
— Los banquetes reales son algo pretenciosos— Respondió Luzu con una muy leve sonrisa en los labios— Estoy seguro de que todas las cenas del festival serán así. Yo por eso prefiero comer fuera, en los puestos de comida del pueblo—
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Cómo Un Cuento De Hadas
FantasyEn una tierra mágica dónde los híbridos son marginados, Quackity, un joven híbrido se enamora de un príncipe humano. Su amor parece imposible pero la ayuda de un brujo puede hacer que su amor se vuelva realidad.