Yo qᥙιᥱro ᥙᥒ hᥱ́roᥱ, ᥱsρᥱrᥲrᥱ́ ρor ᥙᥒ hᥱ́roᥱ
Hᥲstᥲ ᥱᥣ ᥲmᥲᥒᥱᥴᥱr
Mᥙყ fᥙᥱrtᥱ sᥱrᥲ́ ყ vᥱᥣoz ᥲᥴtᥙᥲrᥲ
Dᥱmostrᥲᥒdo ᥱᥒ bᥲtᥲᥣᥣᥲ frιᥲᥣdᥲdLa espera por Manolo era agotadora y tensa, todos en el calabozo estaban nerviosos a más no poder y se reflejaba porque todos trataban de distraer su mente.
Sobre todo Vegetta, quien caminaba de un lado a otro y murmuraba cosas que nadie podía entenderlo correctamente.
— ¿Qué coño está diciendo ese gilipollas?— Preguntó Akira en voz baja.
Nadie realmente lo sabía, cuando Vegetta empezaba a murmurar así solo significaba que tenía cientos de pensamientos chocando por su mente.
— Esa profecía no puede estar correcta, ¿Oh sí?— Eran las palabras que el héroe de ojos morados murmuraba— Esa profecía no implica la muerte, eso lo mantendría a salvo... ¿Verdad? Pero no entiendo cómo vencerle sin dañarlo, pero las variables son tantas que no sé que podría ocurrir, no quiero que él muera—
— ¡Vegetta!— Gritó Luzu— ¿Quieres relajarte? Estás empezando a marearme—
— Oh... Perdón— Vegetta se detuvo y suspiró— Estoy nervioso, Manolo ya tardo bastante—
— Lo sé, yo también estoy nervioso, pero confío en él, sé que podrá ayudarnos— Dijo el príncipe— Solo tenemos que confiar, ¿Sí?—
Luzu sonrió un poco, tratando de confortar al resto, pero ninguno pareció hacerle caso.
— Vamos a morir aquí— Dijo Willy, acostándose en el suelo.
— Gracias por intentar darnos apoyo— Comentó Frank— Pero todos aquí tenemos la moral muy dañada para poder confiar por completo en un cerdo—
Luzu entonces se desanimó, notándose en su rostro como se sentía derrotado y decepcionado por su pésimo intento de ayudar.
— Yo confío en Manolo— Dijo Fargan llamándole la atención a Luzu— Los cerdos son inteligentes, además tienen un gran olfato, pueden oler cosas que incluso están cinco metros bajo tierra—
— Gracias Fargan— Luzu agradeció— Esperen, ¿Ustedes no pueden saber si Manolo está cerca? ¿Qué tan desarrollados tienen sus sentidos?—
— Bueno, ninguno de nosotros realmente se caracteriza por tener el olfato ni el oído muy desarrollados— Fargan respondió— Aunque tengo una excelente visión nocturna—
— ¿En serio?— Pregunta el príncipe.
— Mi cuerpo genera calor sin necesidad de moverme o mantenerme cálido— Alexby comentó— Metabolismo avanzado
— ¿Es cierto que las nutrias tienen una piedra favorita?— Frank preguntó, sonriendo un poco.
— Oh, él definitivamente tiene una piedra favorita— El búho se burló.
ESTÁS LEYENDO
Cómo Un Cuento De Hadas
FantasyEn una tierra mágica dónde los híbridos son marginados, Quackity, un joven híbrido se enamora de un príncipe humano. Su amor parece imposible pero la ayuda de un brujo puede hacer que su amor se vuelva realidad.