El despertador sonó por toda mi habitación, provocando que esté me interrumpiera de mi sueño. Me incorporé lentamente y estire mis brazos, bosteze y una pequeña e insignificante lágrima recorrió mi mejilla, la limpié y me levante para tomar una ducha. Hoy es un día muy importante en mi vida, hoy cumplo 16 años y estoy muy emocionada, mis planes de hoy serán salir con mi mejor amiga Sarah, mi guapo novio Derek, y mis demás amigos. Mi vida se resume en que tengo a dos maravillosos padres, que se preocupan por mi, nos dan a mi y a mis dos hermanos, Elenna y Dylan, todo lo que necesitamos y queremos, y por eso no hay problema ya que mi papá es el mejor abogado del país, y gana muy bien, en cambio, mamá es repostera, tiene muchas tiendas de pastelería y cafeterías por todo el mundo, pero al igual que tiene muchas pastelerías, tiene muchos empleados y gente de confianza que administran sus negocios, por eso está el mayor tiempo con nosotros. Mi hermana Elenna tiene 8 años, ella es la pequeña, yo soy la de en medio, mi hermano Dylan tiene 19, y es obvio que es el mayor, él es un hermano raro, casi no salé de casa y cuándo lo hace, no llega en uno ó dos días. Me gustaría que fuera diferente conmigo, que me cuidará y me protegiera como cualquier hermano mayor, pero no lo hace, es más, creo que en todo este tiempo sólo hemos hablado como unas cinco veces, es triste.
Cuándo salí de la ducha me seque adecuadamente mi cabello lacio y rubio, suelo cuidar mucho mi cabello, no lo plancho para nada porque sé que lo quema. Fui a mi gran armario y tomé un vestido blanco con toques negros, el día de hoy se veía muy soleado por eso tome la decisión del vestido. Cepille mi cabello y lo deje suelto, me puse unos aretes, me maquille para verme más guapa de lo normal y por ultimo me puse el collar de mi abuela, ya son cuatro años desde que falleció, y su herencia para mi fué su collar que tanto le costó adquirir, ya que es el collar más bello del siglo XXI, y por supuesto el más caro del mundo. Al final me arrepentí de usarlo, pero se me veía muy bien así que me lo dejé puesto.
Abrí la puerta de mi habitación y no se escuchaba ningún ruido, sólo podía escuchar mi respiración y mis latidos del corazón, bajé las escaleras con cuidado, volteé para un lado y al hacerlo para el lado contrario me lleve una sorpresa de mis padres y mis dos hermanos.
-¡Feliz cumpleaños! -dijeron todos al unísono.
-Gracias, los amo a todos.-los abracé a todos al mismo tiempo. -Quisiera quedarme así para siempre...pero tengo que irme.
-¿No te quedaras un rato más con nosotros? -preguntó papá separándose del abrazo. -Encerio...te preparamos el desayuno y tu mamá te hizo un pastel de café que tanto te gusta.
De verdad que no me quería ir, quería quedarme para comer el desayuno que prepararon con tanto amor, pero no quería dejar plantados a mis amigos y mucho menos a mi novio, si lo hubiera organizado de un día para otro, cancelo, pero como ya tenía varias semanas organizando éste día no podía cancelar. Tenía que irme ya.
Abracé a todos antes de irme, le dí un beso en la mejilla a mi hermosa hermanita, y por ultimo, abracé a mi hermano el raro, pero al hacerlo él me abrazó aún más fuerte.
-Te quiero demaciado hermanita, aunque no lo parezca.- me lo dijo al oído para que sólo yo lo escuchará. -También tu collar...-ésto último lo dijo en un susurro casi inaudible. No lo escuche.
Fui hacía la entrada de casa, abrí la puerta y el chófer ya me esperaba, él al verme abrió de inmediato la puerta trasera del vehículo, entré. Cuando estaba dentro, bajé la ventanilla y vi a mi bella familia en la entrada, estaban ahí para despedirme, yo lo hice sacando mi mano y diciéndoles adiós con ella. Me incorporé de nuevo en mi asiento y le dije al chófer a dónde deseaba ir, el me escuchó a la perfección y puso en marcha el vehículo.
Bajé del vehículo una ves que llegamos y le dije al chófer que podría recogerme a eso de las 20:00hrs. Entre en la plaza y ahí se encontraban la mitad de los invitados, sólo invite unos cuantos, veinte personas para ser más exactos. Todos me abrazaron y me desearon un feliz cumpleaños.
-¿Cómo se la ésta pasando en su cumpleaños la más hermosa de todas? -preguntó Derek, mi novio. Se estaba acercando y tenía la mano derecha hacia atrás, supuse de inmediato que escondía algo.
-Muy bien, aunque no sea mi cumpleaños.- contestó Dylan, él es mi mejor amigo gay del mundo, es muy simpático y bromista. Todos rieron ante su comentario.
-No te hablaba a ti Dylan, sino a Natalie.- lo dijo mirándome con esa mirada que tanto me gustaba y con la cuál logró enamorarme.
-De maravilla.- le dije y me arroje a sus musculosos brazos y nos dimos un beso, un gran beso lleno de amor y más que eso...era un amor puro, no había secretos ni nada por el estilo entre nosotros, nos contábamos todo, éramos un libro abierto ambos. Yo podía saber cuándo algo malo le pasaba, somos almas gemelas, simpre me lo decía él. Nos separamos lentamente, dejando un hilo de saliva que desapareció rápido.
Él era el amor de mi vida, pensaba pasar todos y cada uno de mis días con él, no lo pensaría dos veces cuándo se atreviera a proponerme matrimonio, sé que aún somo unos críos pero yo ya quiero estar con él por el resto de nuestras vidas.
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Esclavos de adicciones©
Genç KurguNatelie, una chica de tan sólo 16 años vivirá una tragedia que la traumatizara por el resto de su vida, haciendo que 2 años después caiga en el vicio del alcohol y las drogas, es sólo una chica de cara palida, cogiendo aire entre copos de nieve. El...