capitulo 7

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La esclava estaba vestida de ropas lindas y uno que otro adorno en la cabeza, claro que no estaba a la altura de una dama aristócrata pero era un poco linda pensó Priscila aún así la presencia de la esclava la irritaba.

Los soldados que protegían a la esclava al ver a la Reina entraron en pánico pero no había nada que pudieran hacer así que solo hicieron su reverencia.

-Reina.- dijeron los soldados

-Quien es está mujer que juega en los jardines del palacio?

-No es nadie su altesa, ella solo es una esclava.

-Una esclava que está bien vestida y juega libremente?

-Eso.....

-Hola! Soy Sara....quién es usted?- dijo la esclava

-Yo soy la Reina.

-Oh la Reina! Si es verdad! Yo te vi junto con Alejandro el día que llegamos.

-Llamas al rey por su nombre ja! En verdad que eres insolente

-In...solente? Disculpe pero soy muy importante para el rey así que es normal que lo llame por su nombre.

Los soldados agarraron a la esclava e hicieron que bajara su cabeza en forma de disculpa por lo que Priscila se aguanto el llanto y la furia que tenía.

-Llevense a la esclava antes que yo misma la castigue.

Priscila vio como se llevaban a la esclava para luego undirse en la tristeza.

Los soldados después de dejar encerrada a la esclava se fueron a decirle al rey lo que había pasado por lo que Alejandro salió corriendo a buscar a Priscila.

Al llegar a la habitación de la reina Alejandro tocó la puerta y solo escucho una débil voz que le indico que podía pasar, al entrar vio a su esposa sentada en un sofá frente a su balcón.

-Priscila amor mío yo......

-Alejandro, quien es esa esclava para ti?

-Ella no es nada para mí.

-Entonces por qué ella dijo que es importante para ti?

-Eso es porque......ella fue una moneda cambio en la guerra, ahora es una esclava y no me importa, solo le di algunas cosas y parece que pensó que era importante nada más.

-......hay algunos rumores que sirculan estos días....sabes de eso no?

-Nada es cierto cariño, yo solo te amo a ti, los rumores son solo algunos melentendidos pero no te preocupes yo me encargaré de eso así que mírame si? No me ignores que eso es lo más doloroso que puedes hacerme.....Priscila confía en mí yo no podría amar a otra mujer que no seas tú.

Priscila miro a Alejandro con ojos rojos y se levantó de su asiento para darle un abrazo.

-Amor mío solo confía en mí y no te preocupes por nada.

-....Okey eso haré.

Priscila sabía que Alejandro mentía pero aún así ella prefería pensar que lo que decía Alejandro era verdad para así ya no sufrir tanto.

Alejandro se fue de la habitación de su esposa para ir directo a donde estaba la esclava y al entrar la mujer se lanzó a Alejandro.

-Alejandro esos guardias me trataron muy cruelmente, me lastimaron....yo.....

Alejandro no dejo que la mujer terminara de hablar porque la agarro del cuello.

-Quien te crees tú para hablar con mi esposa?! Te dije que no podías salir de este cuarto a menos que yo te llamara entonces por qué rayos estabas en el jardín?! Acaso crees que tienes algún derecho aquí?! Ah?!! Eres una insolente!

-Yo....y..o....lo s...iento lo...siento

La mujer se estaba ahogando así que Alejandro la soltó.

-Yo solo amo a mi reina y por tu culpa ella está triste, tu solo eres una esclava y no serás nada más que eso así que obedeceme si no quieres morir.

Alejandro salió de la habitación haciendo que la mujer pudiera respirar pero no lo hizo por mucho porque unos segundos después entraron los soldados con látigos.

Los días fueron tranquilos para Priscila además ahora se sentía mejor ya que Alejandro estaba pasando mucho más tiempo con ella igual que cuando eran los primeros meses de esposos, Priscila decidió darle una sorpresa a su esposo pero al llegar a su oficina no lo encontró, busco por todas partes pero no lo encontraba así que decidió ir al único lugar en donde no había buscado y ese lugar era la habitación de la esclava.

Priscila camino nerviosa y como no vio a ningún guardia en la puerta sintió un poco de tranquilidad ya que si no hay guardias entonces el rey no está ahí verdad? Se dijo ella pero aún así su corazón latía a mil, se acercó a la puerta y la abrió suavemente dejándola ver cómo su esposo estaba en pleno acto con la esclava.

Priscila tenía el corazón destrozado por lo que salió corriendo a su habitación, Alejandro que al sentir el aroma de su esposa miro la puerta y vio como esta estaba entre abierta, su corazón empezó a latir frenéticamente por lo que se puso su pantalón lo más rápido que podía y salió corriendo hasta su esposa.

Alejandro al llegar frente de la habitación de su esposa vio que la puerta estaba abierta y podía escuchar claramente el llanto de Priscila, Alejandro entro desesperado para darle una explicación a su esposa pero ella al verlo no dijo ni una sola palabra.

-Priscila yo....- Alejandro quiso hablar pero Priscila se adelantó y le dió una cachetada.

-Como pudiste hacerme esto?!....- dijo Priscila entre lágrimas.

-Priscila cálmate, respira no es como tú crees, lo que viste eso fue....

-Yo se muy bien lo que ví así que no trates de darme una excusa! Esta vez no te voy a creer!

-Escuchame amor mío yo....

-No me llames así!!!!! Tu no me amas.....yo soy una tonta por haberte creído, desde hace mucho se que te has estado acostando con mujeres y una de tus favoritas es esa esclava o me lo vas a negar?!!

-Yo.....

-Alejandro, tú no tienes idea de lo que he estado sufriendo todo este tiempo....hice de la vista gorda para no tener está conversación pero yo....ya no puedo....ya no aguanto.....

-Querida....yo.....lo lamento....yo te amo.

Alejandro quiso acercarse a Priscila pero ella lo aparto.

-No Alejandro.....yo ya no quiero seguir con esto....los rumores los podía aguantar porque te amo pero esto que acaba de pasar no lo puedo tolerar.....yo ya no quiero estar aquí.

-A que.....te refieres?....

-Creo que será mejor que me vaya hasta decir que hacer.

-Irte? A dónde?! Tu no te puedes ir! Eres mi esposa! Debes estar a mi lado! No dejaré que te vayas! Eres mía!!

Alejandro estaba tan alterado que no se había dado cuenta que estaba agarrando las muñecas de Priscila muy fuerte.

-Alejandro duele! Déjame!

Dijo Priscila haciendo que Alejandro se diera cuenta de lo que había hecho por lo que rápidamente soltó las muñecas de Priscila, ella estaba asustada y Alejandro lo notaba claramente ya que él vio la misma expresión que tuvo Priscila la primera vez al verlo, Alejandro no quería volver a ver esa expresión de Priscila mientras lo miraba por lo que no pudo evitar sentir esa presión en su pecho.

-Yo....Priscila lo siento....no era mi intención hacerte daño....es solo que cuando dijiste que querías irte...no pude evitar enojarme, lo siento ya no lo haré.....lamento todo lo de hoy y te prometo que nunca volverá a ocurrir así que no te vayas, te amo demasiado no puedo imaginar mi vida sin ti por lo que olvidemos todo lo que ocurrió y sigamos como antes si? Haremos como si esto jamás hubiera sucedido te parece bien amor?

¡¡Plaf!! - Sonó en toda la habitación, Priscila le había dado cachetada a Alejandro.

Alma Herida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora