21. Momentos especiales

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Woyoung entró a la habitación donde estaba su novio con un bulto entre sus brazos, se acercó junto asu pequeña para conocer al nuevo integrante de su familia.

Hace dos días que había nacido su segundo hijo y ellos aún no podían creerlo era tan hermoso y tierno, Luda igual estaba fascinada con su hermanito, porque sí habían tenido un niño al cual decidieron llamar Jihoon.

—¿Cómo te sientes? —San lo miró con una pequeña sonrisa.

—Feliz —murmuró volviendo su mirada a su bebé—. Tengo a mi bebé en mis brazos —su voz se quebró.

—Hey, bonito —tomo su mentón para que lo mirará y retirar las lágrimas que descendían por sus mejillas—. Aún no se te quita lo sentimental, está vez estarás todo el tiempo que quieras con nuestro hijo.

—Es muy bonito —hablo Luda mirando a su hermanito—. Mi hermanito es muy bonito.

—Tan bonito como tú —la menor se sonrojó ligeramente—. Ambos son igual de bonitos.

—¿Cuando podré jugar con él? —Wooyoung sonrió.

—Aún le faltan un par de años más para que pueda jugar contigo pequeña —explico.

—Cuando menos lo esperes podrás jugar con él, pero debes ser muy paciente —le siguió San.

Luda abultó sus labios ella ya quería jugar con su hermanito.

Los primeros meses después del nacimiento de Jihoon, fue algo difícil para Luda, pues ya no tenía la misma atención de sus papás ahora, aunque tanto Wooyoung como San se esforzaban para no dejarla sin atención alguna, casi siempre estaban sobre el bebé, y bueno ya conocemos a la pequeña Luda.

Wooyoung entró al salón de clases dónde estaba la maestra que lo mandó a llamar por la mala conducta que Luda estaba teniendo. Le explicó lo que pasaba y Wooyoung se desconcertó en un principio pero creía entender lo que pasaba, le comentó a la maestra lo que pasaba y ella amablemente le pidió que hablara con Luda, y eso hizo.

—Pequeña —Wooyoung se sentó aun lado de su hija—. ¿Algo que me quieras decir?

—Quiero jugar contigo y papá Sannie, pero ustedes sólo quieren estar con mi hermanito —balbuceó tallando sus ojitos.

—Sólo lo miran a él.

—También te prestamos atención a ti pequeña, sí, puede que estemos siempre al pendiente de tu hermanito pero es porque es un bebé y necesita mucha atención, también te prestamos atención a ti cuando tu hermanito duerme o cuando llegas de la escuela o cuando estamos camino a la escuela, tal vez no es la misma que la de tu hermanito —limpio sus mejillas y le sonrió para después besar su frente—. Te amamos pequeña.

Después de aquella pequeña plática Luda volvió a su conducta habitual entendió que su hermanito era muy pequeño y que debían cuidarlo mucho, pero también le alegró que sus papás jugarán con ella siempre que su hermanito dormía.

El primer cumpleaños de Jihoon y eso le alegró a Luda pues ya podía jugar más con su hermanito pero teniendo mucho cuidado con él. También con ese primer año llegó el momento que San deseaba, la primera palabra de su bebé, esto ocurrió mientras todos comían incluso el bebé aunque esté era un tierno desastre.

—Pá —soltó el primer balbuceó, tres pares de ojos lo miraron—. Pa...pá —sus ojitos se posaron en San y estiró sus cortos bracitos—. ¡Pá! —San lo tomo porque su hijo se lo pedía y aprovechar para limpiar sus regordetas mejillas—. Papá —está vez mirando a Wooyoung.

—Este es otro día del cual no olvidaré jamás —murmuró San arrullando a su bebé.

—Emocionado ¿eh? Me sentí igual cuando Luda habló por primera vez —la menor sonrió—. Es un lindo momento y seguro que es mucho más especial para ti.

—Es demasiado lindo —admitió sin dejar de apreciar a su bebé.

Ese día después de la comida y de que San se calmará decidieron ir por un helado convirtiéndose en un momento mucho más especial y familiar.

Tres años después de que Jihoon dijera su primera palabra habían pasado, Jihoon ahora tenía cuatro años y Luda ahora tenía doce, el par de hermanos eran casi inseparables, se la pasaban jugando gran parte del día y la única forma de detenerlos era con comida o cuando Luda tenía que hacer su tarea de otra forma no se detenían por nada.

—Papa Sannie —San alzó la cabeza dejando de recortar cupcakes para el próximo mes de cumpleñeros, aquello se le había vuelto costumbre a pesar de que ya tenía más cosas que hacer y con qué distraerse—. Ya terminé.

— ¿Todo? —preguntó para confirmar, varias veces por querer irse a jugar dejaba un par de tareas sin hacer.

—Todo todito —le entregó su cuaderno para que confirmará, San lo tomo no por desconfianza, sino que también había intentado eso hubo veces en los que le creyeron y resultó que no había terminado con todas.

—Ve a jugar, te llamaré si faltó una —Luda asintió con una gran sonrisa.

Luda de parecía demasiado a Wooyoung en muchos aspectos ahora lo sabía mucho mejor, mientras que Jihoon se parecía a San también en varios aspectos aunque también tenía mucho de su ahora esposo, hace no más de dos años decidieron unirse en matrimonio y también fue un momento muy especial para San.

Aunque si es sincero desde que conoció a Wooyoung todo de había vuelto en un momento especial.

Se asustó al sentir que su mejilla era besada, sonrió al ver a su esposo y beso sus labios como siempre que llegaba del trabajo.

—¿Dónde están nuestros niños? —San lo miró con obviedad cosa que hizo reír al mayor—. Me lo imaginé.

—¿Cómo te fue hoy? —le preguntó una vez que se sentó.

—Un poco estresante pero ahora estoy aquí en mi hogar junto ala persona que amo y sólo estoy esperando a que mis hijos se hagan presentes para decir que estoy perfecto —San sonrió, amaba cada que Wooyoung decía algo similar—. ¿Y cómo estuvo tu día?

—Entretenido, aunque mañana tengo que atender a unos padres de familia por la conducta de sus hijos —Wooyoung soltó un ruido indescifrable.

—Sólo espero que sí sea una mala conducta y que no sean iguales a nuestra pequeña —el menor soltó una carcajada por lo que su esposo dijo.

—Y aunque así fuera yo sólo estoy enamorado de ti —apretó la mejilla del mayor que le quedaba más cerca—. Me case contigo y sólo estaré contigo.

—¡Papá Woo! —escucharon la voz de Jinha y por detrás de ella corría su otro hijo, enterneciendo a ambos por lo tierno que se veía.

—¡Papi Woo! —Jihoon también lo abrazó como pudo pues no era tan alto como su hermana.

Hicieron realidad aquellos sueños que no creyeron que iban a tener, estaban felices con todo lo que tenían y no se arrepentían de nada.

Fin

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𝗣𝗮𝗽𝗮́, ¿𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗱𝗼? キ 𝘸𝘰𝘰𝘴𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora