Propiedad de Lan Zhan

Capítulo 9

"¡Desde cuándo me estás traicionando!" Jiang Cheng estaba oculto de la vista de sus padres. Su madre estaba furiosa y no pudo contenerse más después de la cena que tuvieron con Lan Qiren y sus sobrinos. A Jiang Cheng no le gustaban mucho, lo hacían sentir inseguro. Mientras que Lan Qiren no dudó en elogiar a sus sobrinos frente a todos, su padre fingió que no existía cuando no había nadie alrededor.

Sin embargo, Lan Qiren no era muy diferente para cuando estaba en público o cuando estaba rodeado de gente. Era el mismo hombre justo, ya fuera que hubiera gente observándolo o estuviese solo. Jiang Cheng recuerda ese día, cuando era mucho más joven, de cinco o siete años; Lan Qiren estaba calmando a su sobrino menor, debido a que el pobre niño se sintió abrumado por la multitud. Lan Qiren era comprensivo, mientras que Lan Xichen ya tenía confianza en sí mismo desde su infancia temprana al momento de estar rodeado de personas, más jóvenes o mayores que él, Lan Zhan se sentía incómodo y asustado. Lan Qiren solía tomar la mano de su sobrino suavemente antes de llevarlo lejos de la agitación, a un lugar más tranquilo. Lan Zhan tenía un agarre firme sobre su abrigo, sin importarle en absoluto si arrugaba su ropa en el proceso.

¿Cómo habría reaccionado su padre si él fuera el asustado? Haría lo mismo, una excepción de que le tiraría de la oreja y le diría lo cobarde y débil que era, en lugar de las palabras confortantes que Lan Qiren le estaba dando a Lan Zhan. ''¡Deja de hacer un escándalo!'' Jiang Fengmian gritó. Jiang Cheng siempre cerraba los ojos cuando escuchaba los gritos de su padre. Lo atemorizaban en demasía. "¡Tengo derecho a tener tantos omegas como quiera! ¡Soy un alfa!'' Madame Yu lo miró con tanto resentimiento en los ojos, un resentimiento que sería heredado a sus hijos en un futuro cercano.

"¡No! ¡No puedes! ¡Me diste tu marca, no puedes tener a otra aparte de mí!". Jiang Fengmian puso los ojos en blanco, evidentemente incapaz de seguir escuchándola otro segundo. "¡Te di todo! ¡Dos niños! ¡Un niño alfa! ¿Qué más quieres de mí? ¿Qué te está dando esa puta que yo no puedo?". Ella agarró su brazo cuando quiso salir de la habitación, Jiang Fengmian la empujó bruscamente y Madame Yu no aterrizó en el suelo solo por milagro. ''¡Dime!''

"¡Me gusta! ¿Cómo quieres que te diga esto? ¡Me gusta, es dulce, gentil, tranquilo! Cosas que no eres. Él ya tiene mi mordida'' Madame Yu sintió su corazón romperse. Una marca, otra, no solo tuvo amante, le dio su marca... suyos... la mordida. A otra persona. Sus hijos podrían ser derrocados, si hubiera un niño alfa bastardo, Jiang Cheng podría perderlo todo.

"¿Ya te dio un bastardo?" Su voz temblaba, se sentía debilitada, por la traición de Jiang Fengmian, por el vínculo que tenían, por su falta de amor y respeto hacia ella y sus hijos. ''¿Te dio uno?''

"Sí", dijo Jiang Fengmian, despiadado. "Tengo un hijo omega, es mucho más bonito que la que tu pariste" ¡Eso era mentira! ¡No había nadie más linda que su hermana! ''¿Feliz?''

''¿Feliz? ¡Soy muchas cosas pero feliz no es una de ellas! ¡Los quiero muertos!'' Ella dijo. "¡Quiero su cabeza, quiero la cabeza del niño en una estada!" Jiang Fengmian soltó una risa. "¡Estás obligado a darme todo lo que pido! ¡Es parte de nuestro acuerdo!".

"Están fuera del trato", dijo Jiang Fengmian, con plena intención de terminar la conversación, sus oídos ya cansados de escucharla gritar y gritar. "Supéralo, vivirán en su propia casa, no tengo ninguna intención de traerlos aquí" ¿Eso fue un intento de comfort? Se preguntó. Como si no la estuviera insultando lo suficiente por la mera traición. "Serás la que mostraré al mundo, él es solo para que mis ojos lo vean", Madame Yu gritó una blasfemia, enojada por todo, desde el primer día que lo conoció. Jiang Cheng la vio arañar el rostro de su padre. Jiang Fengmian la regresó al suelo con un solo golpe duro en la cara.