Propiedad de Lan Zhan

Capítulo 3

Desde que tiene memoria, Jiang Cheng recordaba cómo sus padres siempre se encontraban gritándose el uno al otro, en ese tiempo no sabía por qué. Tampoco sabía lo qué era una puta, qué era un bastardo. Jiang Cheng sólo miraba su plato, pretendiendo que no escuchaba ninguno de los insultos que su madre le decía a su padre y viceversa. Sintió la mano de sus hermana apretando la suya y entendió que todo estaría bien.

Pero nada nunca estuvo bien, piensa con amargura, vaciando su botella número quién sabe cuál de esta semana. Debería dejar de beber, no era bueno para su salud, es difícil dejarlo, lo aprendió de su madre. Yu Ziyuan se sumió en el alcoholismo durante varios años, hasta que finalmente terminó con su vida en estado de ebriedad. Estaba marcada por Jiang Fengmian y el hecho de que su padre nunca la amó, ni la respetó como su omega o como un ser humano, la lastimó profundamente.

Jiang Fengmian nunca tuvo ningún interés en ellos, ni en su esposa e hijos. No sólo era un mal esposo, también un padre horrible y por supuesto, un pésimo hombre de negocios. Jiang Cheng lo odiaba. Dejando su familia atrás hundida en la miseria y deudas, pero dejando su amado hijo menor con una cuenta bancaria propia y una casa, mientras Jiang Cheng hacía todo por salvar sus pellejos, siendo él quien estaba enfrentando al mundo, la carga de los errores y crímenes de su padre en los hombros, quien estaba expuesto ante los ojos de los demás era él. La gente señalaba a su hermana y a él, pero nadie hablaba de Wei Changze y su poca moral al momento de destruir un matrimonio. Nadie hablaba de Wei Ying, de que estaba libre y feliz, ignorante de lo que Jiang Cheng estaba sufriendo ahora mismo.

...

Wei Ying estaba protectoramente envuelto en sus brazos. Ya estaba despierto, pero arrullado por la respiración suave del alfa. Acarició su mejilla, el puente de su nariz. Maldita sea, era hermoso y estaba seguro que su belleza pasaría a sus hijos. Besó su mentón, rehusándose a pensar en algo que lo ponga nostálgico.

Lan Zhan le traía paz en momentos como este. No ha sido sencillo, tener tantos trabajos para mantenerse, pagando sus propias cuentas desde años atrás, cuando Jiang Fengmian se negaba a darle más dinero. Wei Ying no estaba pidiendo la luna ni nada parecido, sólo lo suficiente para sobrevivir ahora que estaba solo.

Desde la muerte de Wei Changze, Wei Ying pensó que Jiang Fengmian lo llevaría a su casa, que conocería a sus hermanos. Era lo suficientemente ingenuo para pensar que habría amor y aceptación esperando por él, después de haber arruinado sus vidas. Suspira, un poco triste. ''¿Qué pasa?'' Lan Zhan le pregunta, adormecido, ojos cerrados.

''No mucho'' Miente. ''Tal vez extrañe Muelle de Loto, un poco'' Su garganta libra levemente en una respuesta afirmativa, besando su frente. ''No es una ciudad bonita, ¿Sabes? Pero estoy acostumbrado a ella'' Lan Zhan entiende, frotando su espalda, apretándolo más contra su cuerpo. Esta ha sido su hogar, para bien o para mal desde que nació. Se conocieron en esta ciudad y consumaron su amor y su lujuria en ella.

''Eventualmente te sentirás cómodo en Receso de las Nubes'' Le promete. ''Es una ciudad hermosa'' Eso es verdad, mucho más bella que Muelle de Loto, más calmada, sin la contaminación auditiva, sin el crimen, mejores escuelas, mejores leyes. Wei Ying le cree, claro, este departamento en el lado más pobre de la ciudad, bajo el nombre de su padre omega, Jiang Fengmian en su momento tuvo miedo de que los medios se enteraran de ellos y optó por un lugar pequeño para esconderlo. ''El penthouse tiene vista al mar''

''¡Bromeas!'' Se da permiso de sentir emoción, sus pies pateando debajo de las sábanas, ¿Por qué no debería sentirse feliz? Si su alfa lo consiente, ¿Por qué no habría de darle permiso? La última persona que se interesó por él desde la muerte de su padre, le dejó también, por razones desconocidas y aquí estaba un alfa que se moría por darle todo. No había límites.