Propiedad de Lan Zhan

Capítulo 21

CAPÍTULO 21

Wei Ying lucía visiblemente pálido hoy, tenía círculos oscuros debajo de los ojos, una sonrisa cansada en su rostro que sabían que no era natural, no lo presionaron de todos modos. Estaba ligeramente aislado del resto de la manada, Lan Zhan no podía dejar que se acercaran a su omega, además de los miembros de su manada primaria.

Lan Zhan estaba a la defensiva, Wei Ying estaba ausente, a veces sonriendo pero mirando a su lado, la pared o el techo, la mano de Lan Zhan lo tomaba con firmeza, para mantenerlo alejado de las pesadillas cuando se volvían cada vez más reales. "Hay un cuarenta por ciento de perder al bebé", le dijo la doctora, guardando sus sentimientos para sí misma. "Otro 55% por ciento del Sr. Wei pueda morir en el parto si esto continúa. La enfermedad está tomando el control de su mente, sería cuestión de tiempo antes de que comience a dañar órganos importantes ", escucha Lan Zhan, con frío arrastrándose sobre su espalda. "No podemos proporcionarle ningún tipo de medicamento debido a su embarazo", que todavía era de alto riesgo.

Lan Zhan siente que el mundo se divide. Se suicidará si pierde a Wei Ying, y Wei Ying se suicidará si pierde a su bebé. Cuando la muerte tocaba el corazón de los Lan, no tomaría solo uno de sus miembros, la manada podría reducirse a la mitad, y no estaba teniendo en cuenta el dolor que dejaría en Lan Xichen y cómo afectaría su salud, después de todo, Lan Qiren fue un ejemplo vivo de lo que le sucedió después de la muerte de su propio hermano. Lan Qiren nunca fue el mismo, su salud se fue cuesta abajo desde entonces, jamás se recuperó. "No morirá", dijo Lan Zhan, seguro de sus palabras, ya que era una verdad universal. "Yo lo cuidaré, él sanará"

"Sr. Lan, yo no asumiría ..."

"Él sanará" Lo conocía, Wei Ying no morirá, no dejará a su hijo solo. Si había alguien a quien Wei Ying amaba más que a sus hermanos, sus propios padres, y probablemente Lan Zhan, era el bebé que se formaba dentro de él. "Mi manada no lo dejará morir" Era fácil de decir, pero difícil de hacer, estaba claro.

Wei Ying fue llevado a casa una vez más, sintiendo vergüenza mordiéndole la espalda. No habló en todo el rato, lo cual fue inquietante para Lan Zhan, un Wei Ying en silencio no era algo que le gustara. "No es tu culpa", dijo Lan Zhan, con la vista en el camino. "Nunca será tu culpa" Era temprano en la mañana cuando llegaban a casa, Lan Xichen y Meng Yao los seguían en otro vehículo.

Fue una noche difícil. Nadie podía dormir, bueno, aparte de Lan Jingyi, que tenía que estar profundamente perfumado con el aroma natural de sus padres para dormir cómodamente.

Ha pasado un mes desde ese horrible día. Wei Ying estaba visiblemente callado y triste. Se niega a recibir visitas o asistir a la escuela. "¿Puedo entrar?" Meng Yao pregunta, llamando a la puerta, de seguro el omega más joven se entierra más profundamente en el nido de sábanas al escuchar su voz. "A-Ying, por favor, dime si me dejas entrar", Meng Yao siente una sensación terrible en su corazón. Es como ver cómo se marchita su jardín. ''¿A-Ying?'' Vuelve a llamar cuando solo queda un silencio. "¿Estás despierto? O...'' Bueno, no podría responderle si fuera de otra manera, ¿no? Meng Yao sacude la cabeza, sintiéndose tonto. "Voy a entrar", dice Meng Yao, abriendo la puerta en silencio.

No ve a Wei Ying durante los primeros minutos de explorar la pequeña salita, por naturaleza y sin una buena razón, Meng Yao siente que algo andaba terriblemente mal. "¿Wei Ying?" Lo llama, su elegante caminar se convierte en pasos apresurados. "¿Wei Ying?" Este terror solo era comparable con el que sintió, hace muchos años, cuando su madre murió y Meng Yao se dio cuenta de que estaba solo en este asqueroso mundo. Ella dejó de respirar y Meng Yao estaba en medio de una crisis, tratando de realizar RCP en ella, gritando debido al dolor físico que estaba sufriendo por el vínculo que lo estaba dejando. Su amada madre estaba muerta y él no podía hacer nada para salvarla. Eran tan pobres que no pudo darle un funeral adecuado y ella terminó en una fosa común. "¡Wei Ying!"