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Mikey podia notar lo tenso que estaba su amigo, desde que salieron del bar hasta que llegaron al edificio, incluso dentro del coche no había abierto la boca más que para saludar a la chica y responder cuando ella le preguntó como se llamaba. No se metia en medio de la conversacion que ellos mantenian y solo miraba por la ventana en el asiento trasero mientras parecía pensar. Él aprovechaba los semáforos en rojo para observarlo por el espejo retrovisor.

Lo más probable es que no se sintiera para nada cómodo, no hacia falta tener poderes para leerle la mente, lo veia en su manera de actuar, seria lo normal en una situación como esa. Además lo conocia tan bien que se le hacia facil adivinar que pensaba y como se sentia con solo verlo a los ojos.

Y eso era algo que a Takemichi le molestaba, porque no podia mentirle (aunque sea piadosamente) u ocultarle cosas, por más bien que actuara o simulara, Mikey podia leerlo sin problema. A veces podia ser frustrante, el hecho de no poder reservarse sus problemas y sentimientos para él solo. Pero a la vez demostraba la fuerte conexión que ambos tienen, y era simplemente única. Cuando estaba mal, por "x" motivo, no hacia falta ni hablar, Mikey llegaba a él para abrazarlo lo más cariñosamente posible y llenarlos de besitos por todo el rostro, además no lo dejaba solo el resto del dia y, si lo creia necesario, tambien dormía con él.

Jamas perdía la oportunidad para demostrar su cariño hacia él, no le importaba en que contexto se encuentren, si queria hacerlo las palabras salian de su boca y las acciones las llevaba a cabo con naturalidad.

Por eso cuando apenas entraron al departamento pudo verlo nervioso y quiza algo asustado. Se tomó unos segundos para acercarse a él y hablarle, aunque su corazon se derretía ante la imagen de Takemichi avergonzado y ebrio.

Se veia tan tierno con las mejillas sonrojadas y levemente abultadas, sus gruesos y hermosos labios más rojizos que de costumbre, los ojos brillosos bajo la luz artificial de los focos blancos en la sala acompañando la mirada tímida.

Y, extrañamente, por alguna razón, verlo ahora de la misma forma, con el ceño levemente fruncido, tirando su cabeza hacía atras mientras penetraba en la boca de aquella muchacha, lo exitaba en demasía.

Él, mientras la follaba por atrás, solo se dedicaba a mirarlo, recorría con sus ojos cada parte del desnudo cuerpo de Takemichi, sin perderse un solo detalle. Se veía jodidamente caliente, incluso más que la tipa debajo suyo que pasó totalmente a segundo plano.

Y cuando lo escuchó jadear en voz baja y pronunciar una maldición, una corriente eléctrica recorrió su vientre bajo y repercutió directo en su polla.

De repente su única necesidad era besar esos rojizos labios levemente entreabiertos que a veces lo tentaban a probar. Pero no lo hizo.

Seamos sinceros, él no era gay pero tenia que admitir la peculiar belleza angelical que Takemichi tenia. Y aunque lo habia visto cientos de veces sin camiseta, al igual que Takemichi a él, ahora las ganas de tocarlo y lamerle todo el cuerpo eran demasiadas.

¿Eso lo convertia en homosexual?

No. En que estaba pensando, a él no le gustan los hombres.

Negó con su cabeza e intentó concentrarse en lo que estaba haciendo, pero apenas apartó sus ojos de él, lo oyo jadear otra vez y nuevamente esa estimulación auditiva mas que placentera. Esta vez le erizo los bellos de los brazos, y terminó por llegar atropelladamente con una imagen peculiar en su cabeza.

No habia tenido contacto directo con él por obvias razones, y ahora estaba lamentandose un poco.

Se tomó unos segundos para regular su respiración, pensando porque ver y escuchar a su amigo de esta manera fue tan excitante. No se esperó que esto le pasara, esa nunca fue su intención, el solo quería tener sexo con la ardiente chica.

LOS AMIGOS NO FOLLAN (MITAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora