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Con un pie en la parada del bus escuchó a lo lejos una sirena, que no pudo identificar si era de policias, bomberos o una ambulancia. Hasta que vio la camioneta blanca con una cruz verde que llegaba hasta la universidad e ingresaba por un costado, donde estaba el estacionamiento.

De la ambulancia bajaron dos paramédicos y el conductor con una silla de ruedas que busco en la parte trasera de la camioneta. Takemichi fruncio su ceño; técnicamente la universidad estaba vacía porque todos estaban en el campo de deportes, si algo habia ocurrido debia ser allí.

Su piel se erizo de repente y un escalofrío recorrió todo su cuerpo. ¿Debía tomarlo como una mala señal? Su vista se quedó perdida por donde vio entrar a los médicos mientras divagaba, tan concentrado que el bus pasó frente a él y se lo perdió.

—Mierda...

Decidió seguir su instinto, cualquiera podria haberse lastimado pero si era alguno de sus amigos...

Asi que sin pensarlo más, cruzó la calle de vuelta y entro por donde la ambulancia lo habia hecho. Llego al largo pasillo que llevaba al campo de juego, viendo las puertas abiertas de par en par y la luz del sol entrando, a la vez que los médicos y el conductor de la ambulancia volvían con alguien sobre la silla de ruedas.

Vio a Chifuyu y Baji viniendo detrás, cargando sus mochilas y una en específico, hablando con uno de los paramédicos. Su corazón comenzó a latir rápido mientras sus piernas aceleraban su paso. Sus ojos se centraron en quien era llevado.

Veía las medias blancas manchadas de verde, traia un solo botín en su pie derecho y habia sangre en sus rodillas. Estaba con los ojos cerrados aguantando el dolor, ¿pero de qué? No era fácil descifrar que le había pasado.

—¿Mikey? —se acercó hasta él y le siguió el paso, Mikey abrió sus ojos y le sonrio como pudo.

—Hey—musito, soltando un quejido luego cuando intentó acomodar su pie.

—¿Q-que... que ocurre? —caminaba a paso rapido a su lado, siguiendo el ritmo de quien lo llevaba.

—No es nada. Un idiota me causó infracción y doblo mi tobillo —explicó suspirando. Taky llevó su vista al pie descalzo, donde podia ver la hinchazón en el tobillo.

—¿A donde lo llevan? —le preguntó a los paramédicos que venían detrás de ellos hablando con Baji y Chifuyu.

—Al hospital central, debemos hacerle placas y estudios, ese tobillo no se ve bien —explicó la mujer, mientras guardaba una libreta que utilizó para anotar algunos datos sobre el paciente.

—Takemichi —Mikey llamó—. ¿Vendrás?

—Si, si, iré, tranquilo.

—Usen mi auto, las llaves están en la mochila...

—O-okay, de acuerdo —le sonrió y acarició su mano cuando Mikey volvió a quejarse—. Ni se te ocurra moverte, ¿escuchaste?

—Uh, si tú me lo pides me quedaré plasmado en esta silla.

Takemichi soltó una risa y negó con la cabeza. Llegaron al estacionamiento y se ocuparon de llevarse a Mikey. Baji se encargó de manejar el auto de su amigo hasta el hospital, llevando a Takemichi y Chifuyu con ellos.

Media hora después Mitsuya y Kazutora llegaron al hospital luego del partido, ya que se vieron obligados a quedarse jugando. Se encontraron con Mikey quién estaba a la espera de recibir una bota ortopédica y sus amigos con él.

Para las ocho de la noche Takemichi ayudaba a su mejor amigo a salir del ascensor y caminar hasta la puerta del apartamento. Se encargó de llevarlo luego hasta el sillon de la sala y quitarle la bota para estar mas cómodo. Colocó almohadas debajo de su pie para tener la pierna elevada, eso a pedido del médico, y le ordenó que se quedara quieto en reposo.

—¿Necesitas algo?

—Estoy bien, Takemichi, ya. Podía caminar con la bota puesta hasta aquí —se defendió.

—Pero no debes forzarte, tienes que hacer reposo. Palabras textuales de tu médico —se excusó, sentandose en la alfombra al lado del sillón, cerca del rostro de su amigo.

—Me perderé el última dia de universidad —se lamentó, suspirando agotado—. La ceremonia es pasado mañana, ¿que voy a hacer?

—Tranquilo, no te preocupes por eso ahora, lo solucionaremos —acaricio su mejilla cuando Mikey buscó taparse el rostro—. ¿Quieres que pida pizza? Hace mucho no comemos delivery...

—Si... suena bien —él intentó sonreír.

—De acuerdo, ya regreso —y mientras se ponia de pie se inclino a darle un corto beso en los labios. No fue hasta un segundo despues cuando se dio cuenta de lo que hizo—. O-oh lo siento... no- no me di cuenta —confesó apenado, el rojo tiniendo sus mejillas.

—E-esta bien... no te preocupes —Mikey tambien se ruborizo y aparto la mirada.

Takemichi se alejó timido hasta la cocina buscando el número de la pizzeria que estaba pegado en la nevera. Con su móvil llamo e hizo el pedido. Al rato volvio con Mikey y charlaron un poco mientras esperaban. Mikey le contó bien como habia pasado el accidente en medio del juego. Takemichi lo escuchó atentamente, haciendole recordar luego que debia tomar comprimidos para el dolor.

El delivery llegó y Takemichi se ocupó de pagar, llevando la caja hasta la mesa ratona y la abrió, cortando las porciones.

—Mira, están transmitiendo tu película favorita —dijo Mikey, subiendole el volumen a la televisión. Takemichi sonrio emocionado y le pasó una porción a su amigo. Se acomodó en la alfombra, tambien frente a la televisión, pero pegado al sofa donde su amigo estaba acostado.

Ambos disfrutaron reviviendo un momento habitual que solían hacer. El corazón de Mikey latía con fuerza, y mientras mordía otro trozo de su porción agachó un poco su mirada para ver el perfil de Takemichi quien sonreía viendo la pantalla, también sonrió por él.

Sentía que mientras Takemichi estuviera a su lado, podría soportar cualquier cosa, incluso los peores dolores. Era su persona, y nada iba a cambiarlo.

LOS AMIGOS NO FOLLAN (MITAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora