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Takemichi bajó del taxi a toda velocidad, entro al edificio y corrió a presionar el botón para llamar al ascensor. Se maldecia por dentro al haberlo olvidado pero mantenia sus esperanzas de que no fuese muy tarde.

Cuando vió que el ascensor estaba tardando mas de lo que debería no lo pensó dos veces y corrio hasta las escaleras, comenzando a subir lo mas rapido que pudo y lo que sus piernas le permitían. En el piso cuatro tuvo que hacer una parada de veinte segundos para recuperar aire y continuó, hasta llegar por fin a su piso.

Busco su llaves con prisa, torpemente abriendo la puerta y cerrandola sin cuidado. Estaba agotado, respiraba con dificultad y su pecho se presionó aún mas cuando la mesa estaba vacía. Y la casa en un total silencio.

Habia llegado tarde.

Entró en la cocina buscando a su amigo. Mikey se encontraba lavando los vasos y platos que utilizaron en la cena con sus padres, no se molestó en mirarlo. Suspiró y se acerco hasta él, rodeandole la cintura con sus brazos y apoyando su rostro en el hombro de Mikey.

-Lo siento -musitó, dándole un beso en el hombro y volviendo a apoyar su rostro alli. Mikey no contestó. Solo podia oír su respiración calmada y el agua saliendo de la canilla. Permaneció allí, abrazándolo, hasta que el grifo se cerró-. Mikey, en serio, lo sien-

-Papá guardo comida para ti -lo interrumpió, tomando los brazos de Takemichi para apartarlo-. Esta en la nevera -y sin voltear a verlo salió de la cocina.

Takemichi lo vio irse sin siquiera dirigirle la mirada. Eran contadas con los dedos de una mano las veces que se enojaban con el otro. A veces sin razones o por cosas insignificantes pero Takemichi sabia que esta vez estaba en todo su derecho de enojarse.

Jamas habia fallado a su palabra y menos cuando se trataba de la familia de Mikey. No sabe como, pero el tiempo se le pasó, había salido con inupi y los amigos de este, lo habían invitado a jugar bolos y él amablemente aceptó.

Pero nunca fue su intención llegar tarde.

Se encaminó al baño para darse una ducha rápida y saliendo luego de cambiar su ropa fue directo a la habitación de Mikey. La puerta estaba cerrada, pero no se molesto en pedir permiso, simplemente se adentró.

Mikey estaba acostado de lado, dandole la espalda a la puerta. Las cortinas estaban cerradas y la unica luz provenia de las luces led que adornaban una sola pared. Aun así todo se veia muy tenue.

Camino hasta la cama y se metió entre las frazadas, volviendo a pegarse en su espalda y rodearlo con un brazo. No habló, solo permanecio en silencio, oliendo su rico perfume y cerrando los ojos gustoso.

-¿Comiste? -escuchó a su amigo hablar.

-No tengo hambre... -respondió en voz baja.

-Ya veo...

No quería preguntarlo, por miedo a la respuesta, pero de todas formas tenia que cerciorarse.

-¿Estas... enfadado conmigo?

-No estoy enfadado contigo, Takemichi -lo escuchó decir mientras suspiraba. No fue muy alentador.

-¿Entonces por qué no volteas a verme? -pregunto con la voz a punto de quebrarse, la angustia se apodera de su corazon con facilidad, más cuando se trata de Mikey.

Mikey volteo su cuerpo, quedando de lado pero ahora frente a Takemichi, y lo miro a los ojos.

Seh, estaba perdido.

Podía confirmalo justo ahora.

Llevó su mano a la mejilla de este y la acaricio con su pulgar, mientras lo admiraba. Takemichi se aferraba a él, no dejó de abrazarlo.

LOS AMIGOS NO FOLLAN (MITAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora