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-Takemichi, estás tardando mucho

Era sabado, el día anhelado por ambos habia llegado por fin. Debían asistir a la universidad en algunos minutos. Mikey revisaba su celular mientras esperaba a que su amigo saliera de la habitación, hablando por el grupo general de sus amigos quienes ya habían llegado. Incluso sus padres estaban en la puerta del edificio esperándolos.

-¡Dame un segundo!

Mentiría si dijera que no estaba nervioso.
Era la quinta vez que suspiraba buscando no entrar en pánico por la cantidad de emociones que cargaba en ese mismo momento. Por una parte se encontraba la euforia de recibir su diploma y título universitario tan esperado. Y por otro lado su entusiasmo y ansiedad debido al plan que llevaría a cabo con sus amigos.

Esperaba que todo saliera bien.

Estaba acomodando el nudo de su corbata cuando escuchó la puerta ser abierta. Y lo que vio parecio estar pasando en cámara lenta.

Takemichi salía acomodando su cabello, desprendiendo belleza en su máximo esplendor acompañada de su adictivo perfume. Vestía el traje nuevo, estrenandolo especialmente hoy, el cual le quedaba a la medida. Los arreglos en el pantalon para que estuviera ajustado estrategicamente quedó digno de admirar. Su rostro tenia una leve capa de maquillaje que pasaba desapercibido y sus labios brillaban por el glitter labial.

Manjiro se quedó inmóvil esa fracción de segundo mientras su boca se entreabria ligeramente. Estaba viendo una auténtica obra de arte frente a él y lo único que salió de su boca fue un bajo "Wow". Takemichi solto una risa algo avergonzado y apartó la mirada.

-¿Que dices? -le preguntó refiriendose a su traje.

Mikey trago duró antes de carraspear y hablar.

-Definitivamente tengo buen gusto...

Takemichi lo miró con un brillo especial en sus ojos.

-Tambien te ves bien, incluso con esa bota ortopédica -dijo burlón, señalandola-. Oh, tu corbata -soltó de repente, acercandose a Mikey y arreglando el nudo -muy- mal hecho con habilidad-. Aún no sabes hacer el nudo -volvio a reír, sonando melodioso a los oidos de su amigo.

-No... aún no... -musito él, sin poder apartar los ojos del rostro contrario, admirandolo de cerca. Queria tanto tomarlo de las mejillas y besar esos resplandecientes labios. Pero debía contenerse.

-Listo -avisó, separándose y sonriendole bonito mientras alzaba su pulgar en signo de aprobación.

-¿Nos vamos? -le preguntó devolviendole la sonrisa. Takemichi asintió con la cabeza.

Mikey llevó su mano a la espalda baja de Takemichi y lo guió hasta la puerta. Sin ser consciente que con ese simple gesto las mejillas de Takemichi se habian teñido levemente de rojo.

Cuando salieron del ascensor, los señores Sano se encontraban en la puerta esperándolos. La mujer vestia un bellisimo y delicado vestido azul marino, mientras que el hombre un traje tradicional negro similar al de su hijo.

La madre de Mikey sonrió emocionada al verlos llegar hasta ellos juntos, recibió a Takemichi con un cálido abrazo y saludo a su hijo pellizcandole la mejilla. Takemichi también saludó al padre de Mikey con un abrazo. Y luego todos subieron al automóvil de Mikey.

-¿Y que tal están?, ¿Nerviosos? -interrogó la mujer. Ella y su esposo iban delante, el señor Sano encargandose de conducir en lugar de su hijo. Ya que Mikey no podia forzar su pie, aunque sufiente esfuerzo hacia al no hacer las muletas.

No tienes idea. Pensó Mikey.

-Algo así -respondió Takemichi-, es un poco dificil de explicar. Pero si, estoy nervioso-confesó.

LOS AMIGOS NO FOLLAN (MITAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora