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Estaba acostado en su cama, mirando al techo mientras esperaba que Takemichi volviera a casa. Habian pasado dos horas, pero se sentia como una eternidad. No tenia nada para hacer por distraerse o pasar el rato, entonces se dedicaba a divagar y pensar.

La idea de que Takemichi este con otro chico, con quien coqueteó hace algunas noches y probablemente intente ir mas allá con él, le molestaba.

Llamenlo celoso, él lo acepta. No quiere sentirse de esta forma pero es imposible si se trata de su mejor amigo. Takemichi es especial para él, y ultimamente sus sentimientos se habian intensificado, mas de lo que hubiese imaginado.

Rechazaba las llamadas y citas a hoteles de su lista de contactos por estar solo con Takemichi. Ya no le interesaba ni le llamaba la atención salir a conseguir ligues por ahí, no tenía sentido. Preferia cambiar todo eso, dejarlo atrás.

No podia confirmar con exactitud que le pasaba, pero era claro sus disgustos a la hora de ver a Takemichi con alguien más. Habia sido un dia largo y lo unico que esperaba era poder arroparse junto a Takemichi mientras lo abrazaba y le daba besitos hasta quedarse dormido.

-Debo estar loco -se dijo a si mismo, tapandose los ojos y respirando profundo.

En eso, el timbre del apartamento resonó en todo el piso. Se reincorporó y de pie camino hasta la sala y luego a la puerta, ansioso por ver a Takemichi. Pero cuando abrio la puerta su ceño se frunció hasta que rocordo...

"La Nintengo llegará hoy"

Un repartidor sostenia una caja de tamaño mediano envuelta en una bolsa negra con un papel lleno de datos.

-¿Manjiro Sano?

-Si -asintió, el repartidor le extendió la caja y luego le pidio su firma amablemente.

Mikey finalizó el breve trámite y cuando el chico se despidio, cerró la puerta y volvio a la sala.

-Supongo que la probaré solo...

Se deshizo de la bolsa, el envoltorio y luego observó los dibujos en la caja. Fue por unas tijeras y corto las cintas que rodeaban las tapas. Asi abrio la caja y se dispuso a husmear todo lo que traia. Encendiendo la consola tiempo despues y probando el primer juego.

Takemichi metía con cuidado la llave en la cerradura de su puerta, para luego girarla y abrirla. Encendio la perilla de la luz e ingresó, cerrando tras él. Colgo su abrigo en el perchero y dejo las llaves junto a su celular sobre la isla de la cocina.

De la nevera tomo una botella de agua, la cual tardó menos de un minuto en beberse medio litro. En el camino se quito las zapatillas y llegó hasta la sala. Encontrandose con un durmiente Mikey en el sofá. Pudo ver la caja de la Nintendo en la alfombra, al igual que algunos trozos de poliestireno. Y la consola sobre la mesa ratona.

Intentó hacer el menor ruido posible, pero choco su pierna con el brazo de un segundo sillon y solto un grito ahogado. Que fue lo suficiente alto para despertar a Mikey.

-Uh, lo siento -balbuceó, al ver que su amigo se ponia de pie y caminaba hacia él en un estado somnoliento.

-¿Que hora es? -cuestionó.

-No lo sé... ¿las dos de la mañana? No tengo idea -dio un paso hacia atrás.

-Hueles a alcohol, no intentes huir... lo siento desde aquí -Mikey lo miró de pies a cabeza, acercándose más, hasta tomar su mano con suavidad-. ¿Como te fue?

-B-bien -Takemichi se solto del agarre y aparto la mirada.

-¿Que sucede? -preguntó en voz baja, buscando la mirada de Takemichi.

LOS AMIGOS NO FOLLAN (MITAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora