Secret Of Love | Min Yoongi ﷼ ©

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El martes fue un día lleno, y ni Yein, ni Yerim tuvieron un sólo minuto de descanso en Flores & Buqués.

 
Ya pasaba de las seis de la tarde cuando consiguieron cerrar. El tránsito era intenso, aún más lento que lo usual.

 
Yoongi se encontraba a pocos metros adelante de Yein en la calle, y ella siguió al Mercedes al garaje, bajando del automóvil.

 
—Estás atrasada.

Percibiendo el tono de desaprobación, Yein forzó una sonrisa.

—Bueno, entonces tú también lo estás.

Una pequeña sonrisa se esbozó en los labios de él. Colocó la mano detrás del cuello de ella y la empujó más cerca de él.

—Tienes una lengua felina, muchachita. —inclinando la cabeza, le dio un beso provocante, que la hizo flotar.

—¿Por qué esto, ahora?

—Porque tuve ganas. —Yoongi trazaba con el pulgar la línea de los labios de ella. ¿Será que él tenía idea de lo que el simple gesto le causaba? En la cama, Yein no tenía la menor duda de que si.

Pero, ¿y fuera de ella?

Apenas pensar en él ya hacía que su sangre le corriese más rápido en las venas.

Química sexual, ella siempre se decía, era una entidad poderosa. ¿Pero y el amor? ¿El encuentro de un alma gemela a quién entregar sin reservas el corazón? ¿Será que era algo imposible de alcanzar en la vida real? ¿Será que ese tipo de sentimiento sólo existía en fantasías románticas?

Cuando se casara con Yoongi, Yein sabía que el amor no formaba parte del trato.

Pero en el fondo deseaba muy que eso cambiara.

—¿En qué estás pensando?

Yein pestañeó al oírlo, y se transportó de sus reflexiones al presente.

—Estaba sólo imaginando lo que puede pasar entre Jae y Yerim.

 
Yoongi pasó un brazo por sus hombros, y se dirigieron al hall.

—Garanto que Jae no precisará de mucho esfuerzo para endulzarla.

"¿Cómo tú haces conmigo?" Ya subiendo las escaleras, mientras Yoongi paraba para conversar con Namjoon, Yein afirmó apenas:

—Yerim no estaría de acuerdo contigo.

El barullo del agua no permitió que ella notase que la puerta se abría. Se llevó un susto enorme cuando Yoongi abrió la puerta de la mampara de la ducha.

—¡¿Qué crees que estás haciendo?!

Él tomó el frasco del acondicionador de las manos de ella y vertió una buena cantidad en sus propias manos, comenzando a masajear sus cabellos.

—Mimándote un poco.

La entonación sensual con que dijo eso colocó los nervios de ella a flor de piel. 

—No preciso esto, Yoongi.

Las manos de él pasaron por su cuello, y entonces fue como si un roce mágico se desparramase hasta sus hombros.

Toda ella se calentó, su pulso se aceleró.

Yoongi la colocó debajo de la ducha, refregando con cuidado su cabellera, y con delicadeza recostó su boca en la de ella, con movimientos rápidos y provocantes. Yein se apegó a él sin poder contenerse, la lujuria crecía.

 
La excitación de Yoongi fue instantánea. Yein sentía la fuerza de su virilidad encontrándose con ella. Gentil, él se alejó un poco y tomó sus brazos, su mirada paseando por todas las perfectas curvas, apreciando su formas redondeadas.