Fever | Hwang Hyunjin

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Llegamos a casa de Momo y nos dispusimos a arreglarnos para dormir, es decir sacarnos el maquillaje, peinarnos y ponernos pijama. Una vez listas y acostadas y dispuestas a dormir logré sentir la fuerte mirada de Momo, se volvió más evidente cuando se sentó y me quedó mirando directamente.

- ¿Qué? -pregunté

- ¿Que pasó? -preguntó ella levantando una ceja

- No sé de qué hablas..

- Nos fuimos de la fiesta porque según te sentías mal pero yo veo que estás perfectamente bien

- Aún me siento mal ya te lo dije

- Si seguro -Dijo volviendo a su posición anterior, acostada junto a mi.-

- Me duele la cabeza así que si me lo permites voy a dormir ahora. -me giré en mi mismo lugar y le di la espalda a Momo, de verdad no queria hablar del tema ni el porque me sentía incómoda en la fiesta cuando todo apuntaba a ser culpa de aquel chico.

Al día siguiente todo resultó ser normal, tomamos desayuno junto con Momo y Changbin, luego fui a recoger mis cosas para irme a mi casa sin incomodar a nadie más.

El sábado fue un día normal, llegué a mi casa y mi mamá preguntó cómo me la pasé con Momo; la verdad si me la pasé bien solo fue un momento pequeño en el que me sentí incomoda gracias a ese tal Hyunjin. Estuve todo el día en mi habitación oyendo música y viendo series, nada fuera de lo normal. El día domingo fue el doble de aburrido, mi mamá había salido de compras con su amiga y yo me quedé sola en casa haciendo exactamente lo mismo el día anterior.

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Iba de camino al instituto y me llegó un mensaje de Momo

Momito📩
Buenos días!! nos vemos hoy dónde siempre 🥰🥰

No ví la necesidad de contestar pues ya sabía que nos tendríamos que ver dónde siempre, si me envió el mensaje es por que llegará a nuestro lugar se encuentro

Llegué a mi salón y puse mi mochila sobre la mesa para poder apoyar mi cabeza mientras esperaba que llegará el profesor, poco a poco el salón se iba llenando de estudiantes y con ello de ruidos molestos hasta que de un momento a otro cesaron; había entrado el profesor al salón.

Saque mi mochila de la mesa y la puse a un lado mientras esperaba que el maestro comenzará a dar su clase.

- Bien alumnos, el día de hoy tenemos una nueva estudiante en nuestra clase, pasa por favor -Dijo el maestro y todos los estudiantes empezaron a hacer redoble de tambores en la mesa causando gran expectativa

Entró una chica alta de al menos unos 1.70 metros de estatura, súper delgada, cabello largo y un rostro muy bien definido; definitivamente era una chica atractiva.

- Hola me llamo Asaya Jurin y vengo de Japón - Dió una reverencia leve y sonrió.- Espero que nos llevemos bien

Se podía oír como la mayoría de los chicos aplaudían eufóricamente y alguna de las chicas la miraban con cierto recelo.

- Muy bien! Puedes sentarte en el asiento que está en frente o al lado de Kang Sei Hee, ambos están disponibles. - Dijo y comenzó con su clase.

La verdad rogaba porque se sentara en el asiento frente al mío, me gustaba sentarme sola porque podía levantar los pies de vez en cuando o hasta dejar mi mochila a un lado; el destino me oyó y la chica se sentó justo en el asiento disponible frente al mío. Gracias Dios.

La clase pasó súper rápido, inglés me costaba un poco pero me gustaba mucho aprender y espero algún día poder hablar fluido otro idioma; el timbre sonó y la mayoría de los estudiantes salieron hechos bala a los pasillos, algunos quedaron en el salón y otros deciden dormir en sus momentos libres.

Estaba a punto de levantarme cuando oí una voz.

- Hola!! - Me sonrió la chica nueva

- Hola, mi nombre es Kang Sei Hee, pero puedes llamarme Seika -Sonreí de vuelta y me quedé con ella.-

- Amm... ¿Podemos ser amigas? La verdad no conozco a nadie y mi coreano no es muy bueno aún, apenas me mudé hace pocas semanas y tampoco conozco la escuela.

Me sorprendió muchísimo que alguien me pidiera ser su amiga, creo que es primera vez en mi vida que alguien lo hace, es distinto con Momo porque siempre fuimos amigas desde pequeñas.
No queria negarme, ella se veía demasiado ilusionada y la verdad es que me aterra un poco tener nuevas amigas; que más da.

- Claro que sí

Ambas sonreímos y nos quedamos unos minutos hablando, había olvidado por completo que Momo me estaría esperando en nuestro lugar de encuentro, le pedí disculpas a Jurin y salí corriendo en directo a nuestro asiento.