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El día de ayer después la conversación con Momo y Jurin me quedé pensando en si realmente Hyunjin es mi mejor amigo. diga la conclusión del que él sabe muchos secretos de mí y yo también sé muchos secretos de él. Yo sé que sí estoy en problemas el vendria en mi ayuda, pero no sé si yo también iría en su ayuda en alguna situación parecida. Quizás él no pueda llamarme mejor amiga pero estoy casi al 100% segura que él sí lo es.

Al día siguiente Diana instituto y entré al salón a esperar a hyunjin para poder pedirle disculpas por ignorarlo el día de ayer. Tal fue mi sorpresa al verlo que quedé boquiabierta.

Hyunjin había tenido su cabello de color negro, se veía malditamente bien no podía negarlo. El negro hacía que sus facciones resaltaran aún más y se vieran mucho más definida. No podía hacerme la tonta hyunjin es muy atractivo.

- Cierra la boca hay moscas. -Dijo en tono burlón y se sentó a mi lado. - ¿Que tal me veo?

- Ñe. -Hice un ruido de desinterés muy fingido.

- No puedo creer que no sepas apreciar mi belleza, no mereces estar sentada a mi lado.

- Si te ves bien ¿Okey? - apenas respondí noté la gran sonrisa en su rostro

A los pocos minutos llegó Jurin y se sentó en su lugar, saludó a Hyunjin y a mi con su mano.

- Muy bien Jurin ¿Que opinas de mi nuevo look? - Preguntó Hyunjin mirándome de reojo.

- ¿Sinceramente? horrible. - No pude evitar soltar una risotada y gracias a eso un leve golpe de Hyunjin en mi hombro. - Me pediste mi opinión no.

- Ustedes no saben el privilegio que tienen de hablar conmigo y lo desaprovechan.

- El privilegio lo tienes tú de ser nuestro amigo - Dijo Jurin y yo asentí con la cabeza dándole la razón.

Llegó el maestro y comenzó a disctar su clase, dos malditas horas de matemáticas. Mientras miraba el Pizarrón y entendí absolutamente nada recordé que aún no le pido disculpas a Hyunjin, en el receso lo haré.

Tocó el timbre y Hyunjin se levantó. Jurin me tomó del brazo y cuando salimos del salón ví la espalda de Hyunjin caminar lentamente por los pasillos. Quizás debía ir tras él.

- Jurin adelantate, tengo algo que hacer. te alcanzo luego. - ella asintió y yo salí corriendo en la búsqueda del ahora pelinegro.

Realmente se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos, corri por los pasillos pero no logré encontrarlo, caminé hasta unos casilleros que se encontraban ahí y apoye mi cuerpo de lado en ellos hasta que oí una voz tras de mi.

- ¿Buscas a alguien? - Dijo el pelinegro

- Si, a ti. - abrió los ojos y formó una sonrisa en sus labios mientras se apoyaba en los casilleros también.

- Aquí estoy.

- Bueno, quería pedirte perdón por ignorarte ayer. - Agaché la cabeza.- Ya sé que dije que no te estaba esquivando pero si fue así, un poco. Lo siento.

- No te perdono. - dijo serio y se cruzó de brazos.

- ¿No? - pregunté sorprendida a lo que él negó con la cabeza.-

- Si quieres que te perdone tienes que hacer algo por mí...

- ¿Que cosa? - Quería su perdón, así que haría cualquier cosa que me pidiera.

- Tengamos una cita. - Noté cómo se acercó un poco más.

- ¿Una cita? ¿Una cita como "No cita"? - dije haciendo comillas con mis dedos.

- No, una cita real. - soltó una leve risa. - Una cita tú y yo.

- Tengo que pensarlo...

- Entonces no tendrás mi perdón. - dijo y comenzó a alejarse caminando.

- Espera!

- Hmm?

- Está bien, tengamos una cita. -Senti mis mejillas enrojecer en ese momento, hasta parecía que yo le estaba pidiendo una cita.

- El Sábado a las 3 de la tarde, te paso a buscar. - me guiñó un ojo y siguió su camino.

Estaba hecha un manojo de nervios, tenía que contarle a Jurin y a Momo todo este asunto. Yo sé que ellas se alegrarán por mi pero eso no me interesa. Ya ha pasado tiempo desde que fui a una cita y no sé cómo actuar ni mucho menos cómo vestirme...

Fever | Hwang Hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora