"𝐃𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐳𝐨 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥"
─────────────────────Horas, días, semanas.
Casi el mes de desaparición de Hitoshi Shinsō, las mismas autoridades habían dado por perdido el caso, querían darlo por terminado en estado de "posiblemente muerto", Katsuki Bakugō era el único que insistía en seguir buscando, él quería creer que podría tenerlo nuevamente en sus brazos, que podía abrazarlo y sólo susurrar que todo fue una horrible pesadilla.Ver su sonrisa tan caótica por lo leve y extraña que según Hitoshie era, aunque para el rubio, era lo más hermoso que habrían visto sus ojos carmesí.
Nuevamente, cómo era rutina, Katsuki lo único que hacía era buscar a cómo de lugar al pelimorado, volteaba piedra, trozo de tierra, con esperanza de que estuviera allí, algún signo, pista, algo... Aún cuando ya hubiera buscado cientos de veces, tal vez estaba en un rincón, dónde había escapado y estaba buscándolo, ¿No?, pronto aparecería, pronto él podría tocarlo.
Se perdió en sus pensamientos, la gente lo miraba, pensando "Pobre muchacho", ya que su mismo aspecto era deplorable, estaba más delgado de lo usual, las ojeras resaltaban, los ojos rojos cansados y dilatados por la falta de sueño constante, los pasos torpes y que con un soplido podrían hacerlo caer, la ropa mal acomodada y simple que portaba ahora.
No le interesaba sus amigos, ni siquiera les respondía o tenía contacto con ellos, sólo usaba su móvil para ver sí habían noticias de Hitoshi, pero nunca se recibió alguna respuesta.
Salió en la mañana, ¿Qué comió?, posiblemente un pan duro que encontró en su mesa apenas pudo, se veía que se podía desmayar en cualquier instante, pero algo le decía que siguiera de pie unos instantes más.
Y efectivamente, ese algo, era ver lo que parecía ser la silueta del pelimorado, apresuró su paso, casi corrió tambaleándose sin importar que se pudiera desplomar.
Corrió al cabo de 5 minutos, parecía que el individuo no respondia a sus llamados o tal vez él se había quedado sin voz. Cuándo volteó en un callejón, se quedo pasmado, puesto que no había nada, ni un rastro, ¿Ya se estaba volviendo verdaderamente loco?, ¿Su mente tenía el genial afán de verlo sufrir al recordar a ese ojos índigo?, tal vez nunca lo volvería a ver, tal vez ya... No, no quería aceptarlo de ninguna forma.
Pero sin darse cuenta sus lágrimas empezaron a brotar, sin parar, su voz quebrada, quedándose casi afónico, frotó sus ojos con frustración, estos ardían cómo nunca hubiera imaginado, quería desquitarse con cualquier cosa, despertar.
Hasta que escuchó una voz.
- Hey, ¿Por qué lloras, querido?, mira que he venido hasta aquí para abrazarte.
Esa voz, era inconfundible para él, no veía nada, todo estaba borroso, pero sin dudar se abalanzó a abrazar al sujeto, su vista se enfocaba poco a poco, ¡Era él!, no sabía si maldecirlo, abrazarlo, besarlo, llorar más, pero sólo sabía que no quería soltarlo, ese toque frío que siempre adoró pero que también irradiaba tal calidez irreemplazable.
El contrario sólo se limitaba a sobarle la espalda y repartir algunos besitos susurrandole que no era necesario llorar, que estaba bien.
Sin embargo, no paró de llorar en algún momento, nunca lo soltó, tenía miedo de que si lo hacía iba a esfumarse.
Su celular sonaba por alguna razón, tal vez debería avisar a la policía que ya encontró a Hitoshi, que lo tenía junto a él, ¿Verdad?
-Contesta, puede ser importante, pequeño.
Asintió, no le molestaba que lo llamara pequeño por esa vez, puesto que así se sentía, se sumergió una vez más en el abrazo qur le estaba dando y atendió la llamada.
Joven Bakugō, se ha encontrado a Hitoshi Shinsō....
Es obvio, lo tenía frente a él, bufó con burla puesto que había encontrado al pelimorado antes que los oficiales que a su parecer eran inútiles y siempre lo fueron durante esos insoportables días, pero no importaba, tenía a Hitoshi con él.
Pero, hay un detalle algo.... Devastador.
Ese policía pensó que lo podía engañar, menudos inútiles, río levemente mientras miraba a su pareja sonreírle una vez más.
- Te adoro y amo, nunca lo olvides... Por favor.
Era extraño, él nunca lo iba a olvidar puesto que siempre estaría con él, ¿No?, la voz al otro lado de la línea era imperceptible para él, se estaba centrando en jugar con la mano de su pareja, entrelazando sus dedos.
Escuche joven Bakugō, lamento decirle esto, pero....
-Perdón por no poder aguantar más.
-Siempre te querré.Lo besó una vez más, aunque la línea siguiera sonando con dificultad, una última oración salió de ella antes de que se apagara el móvil por falta de batería.
-Te amo... Y adiós, te veré luego.
El joven Hitoshi fue encontrado sin vida.
Parpadeó repetidas veces, ¿Qué demonios decía?, estaba ahí, junto a él. Mantuvo sus ojos cerrados por breves segundos queriendo sentir más el aroma de su pareja y burlándose de la pésima broma que hacía el oficial.
Pero no sintió nada, no había nada, tocaba pero... No estaba nada ni nadie allí.
Abrió los ojos con miedo.
Efectivamente, no había nadie, ni un rastro.
Nunca fue algo vivo allí.
Entonces si nunca estuvo allí, ¿Con qué habló?, ¿Por qué?, se levantó inmediatamente, corriendo por todos lados gritando el nombre de su pareja con las fuerzas que tenía, no había ni un rastro de gente por allí, corrió hasta que por alguna razón, los edificios no se encontraban ya, no había nada, sólo una colina con caída empinada.
Observó el precipicio, algo vacío y oscuro, se podía ver el fin, rió algo desesperado, según él debía regresar a seguir buscando a su amado, puesto que pudo haber sido una mala jugada de su mente.
Se dispuso a voltear puesto que no vaya a ser que se pudiera caer por error, verdad.
Quiso darse la vuelta pero su cuerpo no le respondia.
Tomó una decisión tan precipitada cómo lo que pudiera ser esa caída.
Y así lo hizo, se lanzó.
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"𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥𝐭𝐨𝐰𝐧" || Shinbaku ( Shinso hitoshi X Bakugo Katsuki) ||
Acak"La tragedia siempre ampara a los que disfrutan de una felicidad añorada"