§28§

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TOKIO JAPÓN

(N)

La tensión desde el desayuno podía cortarse con un maldito cuchillo, terminé mas fastidiada yo que ellos.

Quién diría que serían tan pasivo-agresivos.

Caminaba con un plato caliente de fideos con dirección a la habitación de Sano, quería hablar un poco con el y tal vez planear algo.

Al llegar frente a una enorme e imponente puerta de roble toqué tres veces hasta que escuche una suave voz autorizándome entrar.

"Te traje algo de comida" Hablé cuando lo vi sentado en un sofá mirándose al espejo.

"No tengo hambre" Respondió sin dirigirme la mirada, estaba absorto en sus propios pensamientos.

"Los cocine para ti Mikey, aunque sea un bocado" Me acerque y deje el plato sobre el escritorio, me recargué sobre el respaldo del sillón y comencé a jugar con su cabello, era suave y no tenia nudos. "¿En que piensas?"

"No te quiero decir" Respondió seco por fin mirándome a los ojos, aunque fuera por el reflejo del espejo.

"Esta bien si no me quieres decir, pero... ¿Por qué?"

"Me verás diferente, como todos ellos" Sus palabras me hicieron pensar, era cierto que varios lo miraban con una profunda seriedad.

"Es entendible, supongo que todos deseamos mantener cierta apariencia, aunque sea con alguien" Miré por unos segundos la ventana, la vista era similar a la de mi cuarto en la casa de Kang en Seúl , tengo buenos recuerdos de ahí. Bueno, casi todos. "En mi trabajo es difícil mantener distintas identidades, terminas perdiéndote eventualmente y puede ser feo, así que no sabes que apariencia mantener frente a esa persona. ¿Cuántas mascaras has usado tú?, Mikey "

"Cuando ignoraba mi obscuridad, esa era mi mascara"

"Tu obscuridad... Interesante manera de llamarle, Y si te dijera que yo también tengo una? Todos la tenemos, solo que en diferentes tamaños, también importa como la manejamos"

"Gracias, pero no entraremos en tu intento de sesión terapéutica" Manjiro se levantó y se puso frente a mi.

"¿Quién dijo que esto era terapia?, te sientes tan jodido que ni creo que eso te pueda arreglar, solo quiero compartirte mis pensamientos. Así de simple" Su mirada bajó al suelo unos segundos, pero volvió a mi juntó con su mano ahora ejerciendo presión sobre mi cuello.

"Estoy tan jodido" Murmuró mirándome con esa gélida expresión que le vi el primero día que lo conocí en el cementerio, tan solitaria que no lo creerías acompañado.

"Suéltame Mikey" Le pedí tocando su muñeca, no me hacía caso pero seguía tratando de no dirigir mi mente al pasado y salir rápido de aquí.

"Si estoy tan jodido por que te empeñas en destruirme? Por que no solo te vas y me dejas autodestruirme solo? No te necesito aquí" Su voz era como su expresión, fría y sin mostrar otro sentimiento.

"Me secuestraron por algo, no me vengas con tonterías, ¿Quieres que me largue? Bien, tan fácil como salir por esa puerta y tomar un puto avión dejando que otro se encargue de esto" Te alejaste de el hacia la puerta dándole una última mirada. Sabias perfectamente que Mikey era orgulloso y testarudo, pero sabías como lidiar con los de su clase.

"Bien. Igual que todos. Vete" Tras sus palabras saliste azotando la puerta a tus espaldas. Preferiste darle unas horas para pensar y estar solo.
























La presencia de Akashi era sumamente relajante, ambos se encontraban en el balcón de tu cuarto fumando un cigarrillo.

"Sigo sin creer que una cosita tan pequeña me terminará drogando para buscar en mi departamento" Murmuró con humos exhalando el humo.

"¿Como me llamaste jirafa?"

"Oh, vamos, cuando mides? 1.30?"

"Mido 1.60 maldito poste"

"Lo que si admito es haber disfrutado la noche, o al menos el inicio de esta, eras tan buena en el póker que hasta dudaba en ganar" Admitió dejando salir una suave risa, casi burlesca.

"¿Te digo un secreto?" Lo miraste disfrutando su confusión, te acercaste a su oído para susurrarle: "Conté las cartas"

"Joder" Sonrió apagando su cigarrillo en el suelo y me ayudó a levantarme apagando también el mío, me tomó por la cintura acercándose a mi cuello. "Pequeña tramposa"

"Que puedo decir, trabajo con lo que tengo y hago lo que se necesita" Jugué con su encendedor unos segundos pero terminó quitándomelo.

"Esto no es un juguete, vas a terminar matándome seguro"

"Ese no es mi trabajo, es desmantelar Bonten" Le corregí tomando asiento en uno de los dos sillones individuales mientras volvía mi vista al paisaje.

"¿Y se supone que yo soy tu primer blanco o quien es?" Cuestionó divertido regalándome una sonrisa.

"Bueno... Sanzu dijo que el de mente débil eras tu" Jugué con mi cabello desviando mi mirada.

"¿Eso te dijo el drogadicto?"

"Ya sabes como le gusta alardear. El y los Haitani son tal para cual" Alcé mis hombros restándole importancia al asunto, pero terminé captando mas su atención.

"No sabia que hablaras tanto con ellos, y mucho menos de mi"

"Oh Takeomi, no me digas que ahora te importa su opinión, pareces un chico de secundaria molesto por los chismes" Bromé levantándome, entre a la habitación y no pasaron mas de dos segundos antes de que me siguiera, me senté frente a un lindo mueble estilo locador y peiné mi cabello.

"Por mi que digan lo que les salga de la polla, no es mi asunto" Con el ceño claramente fruncido salió de la habitación dejándome en completa paz.

Esto no era nada, pero no estaba mal comenzar a sembrar las semillas de la discordia.

Esto no era nada, pero no estaba mal comenzar a sembrar las semillas de la discordia

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Hola tesoros

Espero lo hayan disfrutado

XOXO

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AGENTE «Bonten X Reader»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora