Capítulo VIII

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Abrumadora sensación

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El goteo continuo del agua, el gorgoriteo de las avecillas y las respiraciones de cada uno de los presentes, le causaba cierta ansiedad, la mirada fría y desinteresada de su futura ama se balanceaba por el exterior observando el estanque frente a ellos, en donde hermosas libélulas se paseaban como si siguiera la deliciosa fragancia de la flor.

En cambio, a diferencia de las libélulas, Wei ChangZe estaba seguro de que había algo en el aire y no era el perfume, era algo tan solidificado como la hermosa taza de porcelana en la mesa, algo tan oloroso como el perfume de los lotos que las libélulas seguían, tan tangible como la materia misma, algo de lo que Wei ChangZe es culpable. Si dijera las cuantiosas veces que ha ido en contra de las órdenes de su amo, necesitaría recordar alguna vez si lo hizo y dado que ChangZe es tan leal y sagaz a la hora de obedecer algo, nunca hubo necesidad de llegar a ser mandado de forma literal.

Y Jiang FengMian no había llegado hacer duro e irreflexivo como su Padre llegaba a ser algunas veces, y jamás tuvo que verbalizarle la orden, con una simple acción, o una sumergida al contexto y ChangZe tan eficiente y eficaz entendía a la perfección cada situación.

Alguna vez el Joven Maestro Jiang creyó, que nunca viviría la desobediencia de su más leal amigo; hasta que bueno llegó WanYin y toda la desastrosa situación en la que se vieron sumergidos. Así que Jiang FengMian se debatía en tirarse al lago, o enfrentar la situación, una mirada más a su prometida y ya estaba considerando irse nadando a su habitación, sin embargo, dado que estaban en el Pabellón del Lirio dorado, le era imposible irse de ahí a menos que quisiera encontrarse a Jiang WanYin.

Por lo que su debate estaba en empate.

Un suspiro casi imperceptible captó su atención y ese era nada más y nada menos que su querida prometida, quien esperaba que la conversación iniciara y a estas alturas el tonto Joven Maestro, siente que va a caer de la incomodidad en cualquier momento, por la desagradable vergüenza y del intruso temor; desconoce que estaba pensando su buen e íntimo amigo ChangZe al traer a su prometida, lo quiere fulminar y raer de la tierra, lo cual es imposible el no posee dones divinos que le permitan hacer eso. Por lo que lo humanamente posible y a su desfavorable alcance es fulminarlo con la mirada como si así fuera a enterrarlo bajo un li, o su buen amigo a adquirido dotes sinvergüenzas de Lady SaRen o se está quitando sus máscaras después de 19 veranos.

—Docella Yu —chilla alegremente Lady SaRen al ver a la nombrada milagrosamente al lado de Wei ChangZe quien tiene una cara demasiado dura para alguien tan transparente como el.

—¿Doncella Yu a que debemos su honorable presencia? —pregunta Jiang FengMian amablemente tratando de que aquella incomodidad impregnada en su ser no se nota, lo cual cree que ya es tarde, dado que tardo bastante en si quiera dirigirle la palabra.

Ve como sus ojos ambarinos lo leen de maneras en la que siente desnuda su alma, nota un imperceptible movimiento en los delicados y finos pómulos de la joven y al final ve como aquel debate mental se esfuma, dando por terminado aquella sensación de malestar en ella.

—Dado que el Joven Maestro Jiang no había tenido la amabilidad de dar información acerca de nuestra inestable situación, el Joven Wei fue tan considerado en ir a mis aposentos a explicarme las circunstancias —ataca de manera elegante y fría la más joven, con reproche bien disimulado.

Jiang FengMian sonríe incómodamente, el tic inconsciente de sus dedos enroscándose en su túnica no pasó desapercibido por su "buen" amigo ChangZe quien, tal vez y solo tal vez se estaba sintiendo un poco mal al haber actuado impulsivamente, sin embargo, esto le concernía a la Doncella Yu, por lo que Wei ChangZe simplemente no podía ignorar a una de las principales involucradas.

Cuando se marchite el LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora