01

42 3 0
                                    

[]

Mark se quedó callado durante largos minutos en donde a su madre casi le da un paro cardiaco por su silencio. Pensó que podría buscar a su primer hijo sola sin inconvenientes, pero esta enfermedad no estaba en sus planes, pero no quiere detener la búsqueda solo por eso cuando ya esta tan cerca de lograrlo, así que no le quedó de otra que pedírselo a Mark. Que a pesar de que no es su hijo de sangre lo ama con toda su alma. Tenía planeado decirle lo de su primer hijo cuando ya estuviera segura de que lo había encontrado, pero nuevamente, la enfermedad arruinó sus planes.

Los amigos de Mark están anonadados y se mantienen al margen de la situación, ¿Un hermano? Vaya, no es algo que pase todos los días, pero el silencio del de mechas los está dejando sin aliento, si para ellos es algo increíble, ¿Cómo se lo tomara su amigo?

—Ya veo…— por fin habló el canadiense luego de haberse quedado callado y con la cabeza baja. Alzó la mirada y observó con cariño a su mamá. —Un hermano mayor, ¿Quién lo diría?— rió un poco. —¿Sabes dónde está? ¿cómo está? ¿sabe de la existencia de nosotros? Ya tienen un nombre, ¿eso significa que ya lo localizaron?— soltó un montón de preguntas rápidamente demostrando lo emocionado que esta. Los presentes soltaron el aire que habían estado conteniendo, la señora Lee sonríe aliviada y enternecida.

—No estamos seguros.— intervino el agente Ten, todas las miradas viajan a él. —Hay una gran probabilidad de que Lee DongHyuck sea tu hermano mayor, pero aun habría que comprobarlo.

—Por eso necesito que me ayudes.— Misaki se dirigió a su hijo quien lo mira de inmediato. —Necesito que vayas a buscarlo y compruebes que es tu hermano. No sabes la alegría que me causa el solo pensar que podría estar vivo y que te conozca. Necesito que veas como vive; si está bien y si está dispuesto a conocernos.— esa es la parte que más le aterra, ¿y si su hijo la odia por haberle abandonado? No quiere siquiera pensar esa posibilidad. —¿Vas a ayudarme?

—Por supuesto que sí, mamá. —contestó firme apretando su mano. —Te prometo que traeré a mi hermano, solo díganme que tengo que hacer.

—Primero debemos ir a donde está el chico.— habló el agente Ten. —Debemos viajar a donde vive actualmente. A Okinawa Japón.

—Dijiste que querías cambiar la monotonía, ahí lo tienes, esto no paso todos los días.— Chenle palmeó su hombro.

[]

Y allí está, esperando su vuelo a Japón. Suelta un suspiro y cierra los ojos recostándose en el espaldar de la silla del aeropuerto.

Un hermano… ¿cómo debe sentirse? Ni el mismo lo sabe, nunca se le había pasado por la mente tener un hermano mayor o menor y que le dijeran de golpe que tiene uno… Es extraño. Siente curiosidad, ¿cómo no? Quiere saber cómo luce; como es su personalidad, como es la vida que lleva y un montón de cosas más. También siente emoción, ¿será que ahora harán esas cosas que hacen los hermanos? Como pelearse por las cosas o el espacio, compartirse secretos que los padres no pueden saber, compartirse sus emociones. Eso suena bien, ¿no? Él siempre fue hijo único, pero nunca se sintió solo porque tenía a sus amigos que eran como sus hermanos y sus padres siempre lo llenaron de amor.

Pero también siente miedo y confusión, ¿cómo se llevarán? ¿Y si resultan ser como esos hermanos que no pueden verse ni en pintura? ¿Y si no quiere saber de ellos y niega su existencia? O si el caso fuera el contrario… Si decide venir con ellos, ¿su madre lo dejará de lado y ya no le dará la atención cómo acostumbra? Es lógico ya que ese chico Lee DongHyuck es su hijo de verdad, de sangre y no es un adoptado como él, ¿le dará ahora todo su amor a ese chico? Ese simple pensamiento lo llena de tristeza y le hace querer no conocer a ese sujeto.

Dos Colores, Dos Almas [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora