—¿Necesitas ayuda? Podemos ir contigo si quieres.— dijo Chenle mientras bebe de su chocolate. Están en las gradas de la cancha de futbol de su universidad y el calor es abrazador. Limpió un poco de sudor que se formó en su frente y le extendió la botella a su amigo con gafas. —No tenemos problema.
—Verdad.— afirmó Jeno recibiendo la botella acostado completamente en la grada. Ellos son los únicos seres en la tierra que con semejante calor están tomando chocolate caliente. Limpió con su lengua el bigote que le quedó en su labio superior y pasó la bebida a su amigo castaño con mechas.
—No quiero que cancelen sus planes por ir a ayudarme.— contestó Mark recibiendo la bebida y tomando todo lo que quedaba. Colocó el recipiente vacío a un lado para desecharlo después.
—No importa, aún tenemos vida por delante y ya tendremos otros momentos para salir.— le dijo el pelinegro más bajo del lugar. —Ya sabes que no es molestia. Además también nos gusta estar con ella.
—¿De qué hablan?— SungChan apareció por detrás sacándole un pequeño susto a los otros. Se sentó junto a Jeno después de saludar a cada uno con la mano. —Si íbamos a ir a las clases de Taekwondo hoy ¿verdad?
—No puedo ir.— respondió el canadiense de los amigos.
—¿Por qué no?— preguntó desanimado.
—Tengo que ir a ver a mi madre.— contestó tranquilo.
—Ah ya veo… ¿por qué no vamos contigo?
—Yo le dije lo mismo.— comentó Chenle sacando un paquete de chicles. —Pero él no quiere.— abrió el envoltorio y le dio uno a cada uno para luego meterse tres en la boca.
—¿Por qué no? Esa mujer también es como nuestra madre, ¿porque no querríamos ir? Además, las clases de taekwondo no son tan divertidas si no estamos todos.
—Verdad Mark, tenemos tiempo sin ir a verla.— Jeno insistió mientras hace una burbuja con el chicle.
Lee suspiró. —Bien, ustedes ganan. Pero no la atosiguen con el montón de palabras como la última vez ¿de acuerdo?— los señaló con el índice, SungChan y Chenle asintieron con un saludo militar exagerado mientras que Jeno solo afirmó con su pulgar. —Ahora está un poco más delicada.
—Tranquilo, ya verás que al ver mi rostro se le subirán los ánimos.— habló Chenle.
Siguieron conversando un rato más hasta que sonó el timbre indicando la última clase. Se levantaron para encaminarse a clases después de obligar a Jeno a despertarse ya que en algún momento se había quedado dormido, desecharon los chicles antes de llegar a su salón para no ser regañados y finalmente entraron para recibir su respectiva clase de matemáticas.
—Todo es tan aburrido.— se quejó Mark sentándose en su pupitre situado al lado de la ventana, el último lugar de la fila. —Siempre todo es igual. Las clases, los mismos compañeros, las mismas caras, todo el mundo comiéndose con la mirada a Jeno… nunca pasa nada nuevo.— soltó un suspiró pegando su cara a la mesa.
—Tienes razón, todo es muy monótono.— concordó Chenle mientras saca un sándwich de su mochila y le da un enorme mordisco.
—¿A quién lo comen con la mirada?— preguntó Jeno incrédulo. El peliazul no es precisamente notorio, pero cada vez que la mirada de alguien se posaba sobre él era imposible negar lo increíblemente apuesto que es y el ‘Aura genial’-como dijo Chenle- que lo envolvía solo aumentaba su atractivo. Pero Jeno ni pendiente con eso.
—Me vas a decir que nunca notas como te observan todo el tiempo.— SungChan señaló con la cabeza a unas chicas que prácticamente babeaban por su amigo con gafas.
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Dos Colores, Dos Almas [Markhyuck]
De TodoMark está aburrido, quiere cambiar de rutina. La verdad, solo le falta un Haechan para alegrarle la vida. Markhyuck Ships secundarias randoms