En la oficina, Jack y Sam estaban hablando del caso hasta que Sam cambio de tema.
—Jack, sabes que Kathy nos va a dejar pronto.
— ¿Por qué? Es que no está bien aquí, ¿Tiene algún problema? A mí no me ha dicho nada, y no entiendo porque te preocupa el tema. Sera que te gusta Katherine y no me has dicho nada hasta ahora.
—Y si me gustara ¿Sería eso un problema?, es una mujer bella, cariñosa y seguro que divertida. Una mujer maravillosa por descubrir, no crees Jack.
Jack, se quedo pensando en lo que decía Sam. Si, Katherine era una mujer muy bella, sencilla, pero con una belleza natural que llamaba la atención. Pero también, era una de esas mujeres con las que no se podía jugar, no era una mujer para una aventura pasajera; que era lo que Jack quería de las mujeres.
—Bueno Sam, si te interesa para algo más que una aventura, ella es la mujer indicada. Si no, lo mejor es que la dejes tranquila. No juegues con ella, es una buena chica.
—Si, tienes razón; bueno, sigamos con el trabajo que mañana te vas de viaje.
******
Mientras tomaba una ensalada en casa, Kathy escucha sonar el teléfono y se levanta a contestar.
—Diga.
—Kathy, soy Rita. Perdona que te llame a estas horas pero resulta que me he torcido el tobillo y no puedo viajar mañana con Jack, así, que tienes que ir tú en mi lugar.
—Yo, pero Rita si no sé nada de tú trabajo como quieres que acompañe a Jack a esa reunión, es imposible… — le dijo, mientras temblaba por dentro. — No será mejor que busquen una sustituta, no sé, alguien con más experiencia.
—Kathy, no hay tiempo para eso, así que prepara una maleta y mañana vas a la oficina a las diez, después de la reunión que tiene Jack os marchareis, en mi escritorio esta todo lo que necesita en un portafolios, no te preocupes que todo saldrá bien. Siento el contratiempo pero no hay otra solución. Buen viaje y gracias.
Rita colgó, y se giro entre los brazos de Sam que no hacía más que besarle el cuello.
—Dime, que dijo. — pregunto mientras seguía besándola.
—Sam, estás seguro de lo que estamos haciendo, no se… Y si nos metemos en problemas por hacer esto, Jack es muy temperamental y no le hará gracia que nos entrometamos en su vida.
—Rita, no estamos haciendo nada malo. Si pasa algo entre ellos, bien. Si no, nada cambiara, de todas maneras Kathy ha dicho que se ira. Pero; y si se encuentran y surge algo bueno. Pues que quieres que te diga, me gustaría que Jack fuera feliz, se lo merece. Bueno y porque no seguimos por donde lo dejamos cariño… ven aquí. — tira de ella hacia sus brazos y se besan apasionadamente.
Kathy llego temprano y muy nerviosa por lo del viaje. Recogió el portafolio y lo dejo junto a su bolsa de viaje. Estaba repasando las llamadas que tenía pendientes cuando llego Jack y dejo su maleta al lado de la de ella.
—Buenos días, Katherine. Tienes todo listo para salir en cuanto termine la reunión.
—Si Jack, todo listo. Estas son las llaves del coche de alquiler, y estas son las reservas del hotel. La documentación que necesitas la dejo preparada Rita ayer, así que creo que todo está bajo control.
—Bien, en media hora nos vamos, que no quiero salir tarde, ya que el tiempo va a empeorar. Dicen que nevara, llevamos cadenas verdad. Compruébalo por favor.
Sin esperar respuesta se fue a su oficina, ella comprobó lo de las cadenas y termino algunas cosas pendientes, pero no podía dejar de sentirse nerviosa con este viaje. Dios, nunca había visto a Jack fuera de la oficina, nunca habían hablado de nada que no fuera trabajo. Esto era una tortura, piensa mientras espera a que Jack termine y salga de la oficina. Bueno, tendría que aprovechar para decirle que a fin de mes se marchaba.
Había encontrado trabajo en una oficina de una firma de arquitectos y la verdad que estaba bien, tanto el sueldo como que sus nuevos jefes eran personas encantadoras. Podía estar relajada y ser ella misma, sin estos continuos nervios cada vez que veía a Jack. Lo iba a extrañar muchísimo pero esto era lo mejor. El no era para ella, nunca se fijaría en ella, ni la miraría con amor. Tenía que seguir su vida, y con el tiempo tal vez lo recordaría con cariño y no le dolería tanto.
Jack, salió de la oficina y se acerco a Kathy, recogió el equipaje de los dos y le dijo que se marchaban, ella lo siguió sin decir nada más.
Cuando iban en el coche, Jack la miro y le pregunto cuando pensaba dejar la oficina y si ya había encontrado otro trabajo.
—Si Jack, ya encontré otro trabajo. Al regreso de este viaje os iba a entregar mi carta de renuncia; me marcho a finales de este mes.
—Espero que no te marches porque no estés bien aquí con nosotros, o por algún otro problema que no hayas querido compartir. Sabes, aquí apreciamos tu trabajo Katherine.
Kathy, no sabía que decirle; quizás era mejor no decir nada. Cuando estaban atravesando un pequeño pueblo, el coche empezó a hacer un ruido extraño. Jack estaba con el ceño fruncido, de repente comenzó a maldecir y en ese momento el coche se detuvo.
—Que pasa Jack, — él se giro hacia ella, la miro y dijo— El coche murió, —empezó a reírse de una manera que la dejo con la boca abierta, — Estamos tirados en este pueblo perdido en no sé dónde. Voy a ver si hay un mecánico por aquí, porque no sales y averiguas si podemos encontrar un lugar donde pasar la noche.
Él salió sin esperar su respuesta, ella hizo lo mismo y al cabo de veinte minutos se encontraron en el coche los dos. Jack había encontrado un mecánico pero el coche no se sabía si podría estar para mañana o pasado. Ella había encontrado una pequeña cabaña de alquiler, y no había más que elegir, para colmo no tenían cobertura en los móviles.
Jack estaba furioso, parecía un león enjaulado. Llegaron a la cabaña después de dejar el coche con el mecánico, y al entrar se quedaron los dos congelados al ver que era tan pequeña que no tenía más que una habitación.
Jack, miro a Katherine y le dijo.
—No te preocupes, compartiremos la cabaña y no pasara nada. Katherine, jamás me aprovecharía de ti, no tienes que temer nada. Conmigo estás segura, lo entiendes verdad.
—Lo sé Jack, no soy tu tipo, se que solo te gustan las rubias esbeltas y muy elegantes. No te preocupes que se que no te fijarías en mi para nada. — Pero; que acababa de decir, se había vuelto loca, cerró los ojos para no mirarlo. Cuando los abrió, él la miraba de una manera que nunca la había mirado antes. Era como si la mirase por primera vez.
—Katherine, no sabía que estabas al tanto de cómo me gustan o no las mujeres. Pero creo que te equivocas al decir que no eres mi tipo. Cualquier mujer hermosa es mi tipo. Aunque debo decir que esta conversación es absurda, porque yo te respeto como persona y no me aprovecharía de ti, eso es todo.
De repente, la tímida de Katherine explota indignada.
—No seas condescendiente conmigo, ni trates de engañarme, se perfectamente que soy una mujer insignificante en la que tu jamás te has fijado. Soy solo la recepcionista, Katherine, la tímida, retraída y mal arreglada Katherine. Así, que no trates de disimular e inventes tonterías sobre que soy hermosa pero que me respetas como persona. Puedo ser tímida, pero no soy idiota Jack.
Se giro y se marcho echa una furia. Él se quedo parado mirando cómo se iba hacia el cuarto de baño y cerraba de un portazo. Esa era la misma Katherine que él conocía, pensaba Jack mirando la puerta del baño cerrada. Madre mía que carácter, no sabía que debajo de esa capa tímida se escondiera ese fuego. Será eso lo que vio Sam en ella, ese fuego que esconde.
Aturdido aun por esa discusión, Jack aprovecho para ponerse cómodo y pensar que iba a hacer en esa cabaña durante dos días, con una mujer que podía ser un problema con mayúsculas.

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AMOR SECRETO
RomanceUn amor guardado celosamente... Un hombre engañado... Una pasión arrolladora...