Prólogo

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La noche, la oscura noche, tal era su oscuridad que no se veían esperanzas de que el camino terminara pronto, era como un agujero negro. Llevábamos alrededor de dos horas caminando por la nada, sin rumbo que seguir, sin saber a dónde nos dirigíamos, éramos una manada de cinco locos caminando en lo que parecía ser una carretera vacía, con algunos perros aullando de fondo y la desesperante sensación de muerte inminente detrás de nosotros, mientras que los otros cuatro detrás mío iban discutiendo y quejándose por el largo trecho sin final.

No fue si no hasta un par de metros después que nos percatamos de que, en efecto, habíamos llegado, por fin habíamos encontrado un poco de luz en el inmenso vacío de la noche, una vieja casa abandonada a las afueras del pueblo fue nuestra salvación, nuestra nueva oportunidad de sobrevivir, por lo cuál, desesperado, me precipité a las afueras de esa vieja casa, parado frente al porche de esta.

—Así que... esta es nuestra nueva vida. — Dije mientras observaba aun aquel viejo lugar.

Si las paredes hablaran...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora