Faltaban unos minutos para que terminara la última clase, me sentía muy nerviosa por todo lo que estaba pasando, pero era lo mejor, así Eva podría decirle lo que siente a Luis.
Aún me encontraba perdida en mis pensamientos sobre el asunto cuando Eva me habló para avisarme que la clase ya se había acabado.
- lía, oye ya terminó la clase- dijo Eva tocándome el hombro.
- he, tan pronto- dije con una cara de asombro.
- si, en que estabas pensando, que no notaste la hora- dijo mientras aún me miraba con un bombón en la boca.
- pues en nada, solo es que estaba tan concentrada, que se me fue la hora- dije guardando mis cuadernos en mi mochila, aunque la verdad no quería que terminara el día, y ahora ¿Que hago?.
- bueno, entonces ya vámonos a hacer lo que tenemos pendiente- dijo poniendo sus manos atrás de su espalda y caminando hacia la puerta del salón.
- he, Eva espera y si mejor lo hago mañana- dije tratando de detenerla, para ver si podía hacerla cambiar de opinión.
- no, es mejor que se lo digas ya, aunque a mí no me cae bien- dijo haciendo un pequeño puchero en un costado de la puerta.
- oigan chicas esperen y yo que- dijo Luis entrando en la conversación.
- Luis, tú no te metas ya te dije que ésto es platica de mujeres- le dijo Eva tirándole una mirada amenazante.
- bueno, ya vámonos- dijo volteando así mí, con una mirada muy decidida.
- bien, vamos, nos vemos mañana Luis- dije aceptado ya no tenía de otra y despidiéndome de Luis.
- por fin niña- dijo Eva tomándome de la mano.
Así Eva y yo salimos del aula, buscando al chico de suéter oscuro y lo encontramos en la parada de autobús, Eva aún seguía insistiendo en que le dijera y la verdad no tenía otra opción, ya que de todas formas todos en la cafetería ya habían escuchado, lo peor es que todos son unos chismosos y eso se esparcirá como la pólvora, pero bueno ya estaba frente al chico así que no tenía opción.
Para los que quieran saber más o menos así es nuestro guapísimo Eliot:
- he, oye yo quería decirte- dije muy nerviosa, jamás me le había declarado a alguien, mientras Eva me miraba desde una distancia no demasiado larga.
- tú eres la chica del hospital, ¿Verdad?- dijo el con una voz muy fría.
- he, entonces tú eres el chico que encontró mi libreta- dije asombrada, no pensé que estuviéramos en la misma escuela.
- si, dime qué es lo que quieres- dijo sin aún mirarme a la cara.
- oye, eres un maleducado, no te han enseñado que cuando hablas con una persona tienes que mirarla ala cara- dije molesta cruzando los brazos.
- lo se, pero no me importa, además tú eres la que quería hablar conmigo¿No?- dijo con voz sería, pero aún no me miraba ala cara.
- está bien, tú lo pediste- dije conservando la calma, para luego ponerme frente a él y agarrar su cara con mis manos para que me viera.
- oye, que te pasa- dijo tratando de resistir.
- escucha, quiero que seas mi novio- grite un poco para que Eva pudiera escuchar.
- tu estas loca, apenas te conozco y no me gustan las chicas extrovertidas- dijo apartando mis manos de su cara.
- oye tú tampoco me gustas, solo haremos un trato- dije sentándome al lado de el.
- que trato- dijo con algo de curiosidad.
- bien escucha, solo necesito que finjas ser mi novio, así podré hacerle creer a Eva que es verdad, porfavor- dije tratando de explicarle la situación y al final haciendo una carita de súplica.
- hum, no lo sé, eso es muy complicado para mí- dijo mientras se acomodaba los auriculares.
- oye, porfavor prometo no ser tan problemática para tí, si además ni siquiera nos conocemos, no habrá ningún problema- dije muy segura de lo que dije.
- hum...- dijo con un gesto de lo estoy pasando.
- y no te preocupes, no crearemos sentimientos el uno por el otro- dije esperando su respuesta.
- bien, si es así, aceptó pero con una condición- dijo mirandome por fin ala cara.
- si dime cuál es- pregunté con una mirada extrañada, no pensé que necesitara algo.
- tendrás que venir a visitar a mi abuela y decirle que somos novios, así dejará de preocuparse por mí- me respondió con una mirada algo triste.
- está bien, no te preocupes- asentí para aceptar su petición.
- bien y ahora sí te vas a presentar- hablo volteando la mirada hacia el otro lado.
- a si perdón, me llamo lía Esther, tengo 16 años espero nos llevemos bien- le respondí haciendo una corta presentación.
- hum, yo me llamo Eliot y tengo 17 años -dijo pero no me miró a la cara.
En ese momento el autobús llego y nos despedimos, Eva aún seguía esperando y cuando el se fue Eva y yo caminamos hacia nuestras casas mientras yo le contaba una historia falsa de como me le declare, parece que por el momento se la creyó pero no sé si podremos mantener esta farsa por mucho tiempo, Eliot y yo somos muy diferentes, pero bueno veremos qué pasa con el tiempo.
Bueno Chicos como que esto va a salir mal, es obvio porque es la maldita realidad, pero ustedes qué piensan, déjenlo saber en los comentarios.
Gracias por su apoyo 🥰
ESTÁS LEYENDO
Maldita Realidad
Teen Fictionuna chica de 16 años, alegre y amable que guarda un secreto oscuro y un chico de 17 años, callado y frío. ambos se topan con la maldita realidad en la que vivimos. ¿ Que pasará con ambos?